Acueducto de Tepotzotlán

Acueducto de Tepotzotlán
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Obra Arquitectónica
Descripción

Acueducto de Tepotzotlán (conocido también como arcos de Xalpa o arcos del sitio). Monumental obra levantada en la época virreinal a principios del siglo XVIII, por la comunidad jesuita que se ubicaba en el cercano Colegio de San Francisco Xavier (hoy Museo Nacional del Virreinato), en el poblado de Tepotzotlán, Estado de México. La obra llevaba el agua desde la sierra de Tepotzotlán hasta la hacienda de Xalpa. Debido a la expulsión de la orden a finales del mismo siglo, la obra quedó inconclusa, pero se retomaron los trabajos a mediados del siglo XIX.

Durante su trayecto, atraviesa una cañada, en donde alcanza una profundidad de 62 metros de altura y levantan la obra cuatro niveles de arcos. La longitud total de esta obra es de 430 metros. Actualmente en la zona se estableció un parque eco turístico, que ofrece algunas actividades recreativas. Su estilo arquitectónico es Barroco.

Historia

Uno de los atractivos del famoso pueblo mágico de Tepotzotlán, en el estado de México, es el Acueducto Xalpa, también conocido como Arcos del Sitio. Como un contexto, el poblado de Tepotzotlán a solo 43.5 km del centro de la ciudad de México, fue poblado desde la época prehispánica, primero por los otomíes, luego por los toltecas y finalmente por los chichimecas. En la época de la conquista tuvo una imponente importancia religiosa y algunas de sus joyas arquitectónicas más admiradas vienen precisamente de esta cualidad: aquí destacan los antiguos colegios jesuitas de San Martín y San Francisco Javier. Por su parte el Acueducto Xalpa (el más alto en Amércia Latina), viene también de una herencia religiosa, aunque fue construido con fines estratégicos cuando los jesuitas a inicios del siglo XVIII lo encargaron para llevar agua desde la sierra de Tepotzotlán hasta la hacienda de Xalpa. El sitio ha quedado como prendado por el tiempo, y aunque recorre más de 430 metros, quedó interrumpido por la expulsión de los jesuitas en el mismo siglo que comenzó a construirse. Así, inconcluso pero imponente, este salta entre colinas y a las faldas de la sierra; lo que le da un toque de inminente poesía al lugar circundado por la naturaleza. Hoy este Acueducto ha sido convertido en un sitio turístico que además complementa la visita del precioso pueblo de Tepotzotlán. La obra alanza los 62 m de altura y tiene cuatro niveles de arcos. Es parte de un parque ecoturístico donde se practica senderismo y ciclismo de montaña; además tiene un área para acampar, venta de antojitos, viveros, renta de caballos, miradores y hasta una alberca con una vista prodigiosa. También encontrarás puentes colgantes y una tirolesa que cruza la cañada por la que corre el río del lugar y desde la que podrás tener una apreciación de la vista del acueducto envidiable. Se trata de un vestigio que asemeja a las herencias romanas perdidas en recónditos pueblos de España; un paisaje que además parece improbable, y quizá por ello tan estético, en el centro de México.

Fuentes