Alonso López de Hinojosos

Alonso López de Hinojosos
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NombreAlonso López de Hinojosos
Nacimiento1535
Cuenca , Bandera de España España
Fallecimiento1597
Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
NacionalidadEspañol
OcupaciónMédico español

Alonso López de Hinojosos. Médico español.

Trayectoria profesional

Nace en Cuenca en 1535. Se formó como cirujano romancista, ocupación que no hay que confundir con la de médicos de título universitario dedicados a la cirugía, ya que los romancistas carecían de enseñanza reglamentada y solamente se les exigía presentar testimonio de haber practicado durante cuatro años “en algún hospital donde hay cirujano aprobado, o en alguna ciudad o villa donde haya tal cirujano aprobado”. Se desconoce la localidad donde López de Hinojosos cumplió estos requisitos, aunque es bastante probable que ejerciera en Sevilla a finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta, período en el que Juan de la Fuente ocupaba la cátedra; éste, dos décadas después, cuando era catedrático de prima de Medicina de la Universidad de México, afirmó en su “aprobación” del libro del cirujano conquense que “ha muchos años he visto curar y experimentar a maestre Alonso en su arte de Chirurgia en España”.

A mediados de los años sesenta, López de Hinojosos se trasladó a México, donde trabajó primero en el Hospital de la Concepción de Nuestra Señora, fundado por Hernán Cortés en 1523, y más tarde en el Hospital Real de San José de los Naturales, creado en 1556 por el virrey Luis de Velasco, por orden de Felipe II. Del segundo, habitualmente llamado Hospital Real de Indios, fue durante catorce años, no solamente cirujano y enfermero, sino también “mayordomo” o administrador. Por otro lado, ejerció privadamente en la propia capital y viajó con cierta frecuencia a otras localidades para curar enfermos y heridos, lo que le reportó gran prestigio y una considerable fortuna, que en en buena parte donó al Hospital de Indios. Su profunda religiosidad le condujo, tras la muerte de su mujer, a solicitar el ingreso en la Compañía de Jesús. Fue admitido en en 1585 y residió dos años en la ciudad de Puebla, donde estaba entonces el noviciado de los jesuitas, y estuvo también en Oaxaca y Morelia. Emitió los votos en 1591 y, hasta su muerte, fue portero del colegio de la Compañía en la capital y continuó practicando gratuitamente como cirujano y enfermero.

Obra

En 1578, Antonio Ricardo imprimió en la ciudad de México la Summa y recopilacion de Chirugia, de López de Hinojosos, volumen en octavo de cuatrocientas páginas, que su autor destinó a “los que están afuera de esta ciudad en minas y estancias, pueblos y partes remotas, que carecen de los remedios convenientes”. En consecuencia, reunió en su obra siete “tratados” que corresponden a formas muy simplificadas de otros tantos géneros de la literatura de la época para cirujanos romancistas. El primero es un resumen elemental de las introducciones anatómicas habituales en los ambientes quirúrgicos, basadas en la obra de Guy de Chauliac. El segundo, una breve síntesis de las “artes para sangrar” en la que figura, como era costumbre, un capítulo sobre los dientes. Las cuatro siguientes se ocupan de modo semejante de los “apostemas” o tumoraciones e hinchazones, de las “heridas frescas”, de las “fracturas y dislocaciones” y del “mal de bubas” o sífilis, todos ellos temas obligados en este tipo de compendios. El último “tratado” es una descripciób de la terrible epidemia de “cocolitzli” padecida en la ciudad de México el año 1576.

Una segunda versión de la obra de López Hinojosos apareció en 1595, siendo esta vez el impresor Pedro Balli, también residente en la capital novohispana. Lleva el mismo título, pero incluye importantes cambios que su autor preparó a lo largo de muchos años. El contenido es casi el doble, ya que, aunque tiene prácticamente el mismo número de páginas que la primera, está impresa en cuarto. Las principales adiciones son un “libro” sobre los “reumas”, es decir, los “corrimientos” o fluxiones humorales que según la patología galénica generaban numerosas enfermedades; otro acerca del “tabardete, cocolitzli y otras enfermedades particulares", que sustituye a la descripción de la epidemia de tifus exantemático; dos dedicados sucesivamente a los partos y las enfermedades de los niños, de acuerdo con la tradición materno-infantil procedente de la obra de Sorano de Éfeso; y un extenso “Antidotario de todas las drogas que van en este libro”.

Las principales fuentes de López de Hinojosos son los tratados quirúrgicos de Guy de Chauliac y Giovanni da Vigo, que leyó con toda seguridad a través de las traducciones castellanas de Juan Lorenzo Carnicer y Miguel Juan Pascual, el de Juan Fragoso y las obras médicas de Luis Lobera de Ávila. Sin embargo, no es un mero resumen libresco, puesto que incluye la experiencia de su autor en las cicunstancias concretas de la sociedad novohispana. Un aspecto fundamental es, como dice su propio autor, “poner en este pequeño volumen purgas y remedios de simples y compuestas medicinas de que se ha hecho experiencias y son probadas, que por la misericordia de Dios han nacido en esta tierra". A este respecto, López de Hinojosos no duda en recurrir al prestigio de Nicolás Monardes, el gran estudioso sevillano de las “nuevas medicinas”americanas, aunque su obra está llena de plantas curativas y otros remedios mexicanos que había aprendido de “los indios naturales que tengo a mi cargo”.

A pesar de que era fundamentalmente un seguidor del galenismo arabizado de origen bajomedieval, un rasgo de López de Hinojosos típicamente renacentista es el interés por las autopsias como medio de aclarar la naturaleza de las enfermedades. Entre sus numerosas referencias a este tema figuran algunas tan notables como las relacionadas con las fracturas del cráneo por contragolpe o con alteraciones hepáticas como causa de dolores gástricos. Sin embargo, la más importante es la correspondiente a:

“las natomías [que] yo propio hice, estando presente el doctor Francisco Hernández, protomédico de Su Magestad”, con el fin de aclarar las causas del “cocolitzli” de 1576.

Como iniciativa es paralela a las autopsias de apestados que el año 1564 había practicado en Zaragoza Juan Bautista Porcell, aunque no condujo a un estudio monográfico de tanta importancia como la del libro publicado por éste, ya que López de Hinojosos solamente ofreció una noticia sumaria de los resultados.

Muere en México en 1597.

Fuente