Altagracia Peña

Altagracia Peña
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NombreAltagracia Peña
Nacimiento18 de diciembre de 1915.
El Canal, Jesús Menéndez, Las Tunas, Bandera de Cuba Cuba.
Fallecimiento12 de abril de 1919.
El Canal
ResidenciaCubana
NacionalidadCubana
Otros nombresMadre de los Canaleros
CiudadaníaCubana
EducaciónTercer grado
OcupaciónAma de casa
CónyugeOlegario Ochoa
Hijos8 hijos

Altagracia Peña. Nació el 18 de diciembre de 1915 viviendo en El Canal, Jesús Menéndez fue la madre fundadora de El Canal.

Vida y obra

Altagracia Peña nació el 18 de diciembre de 1915 viviendo en El Canal, Jesús Menéndez fue la madre fundadora de El Canal junto a su esposo Olegario Ochoa, llegaron procedentes del sur del municipio en el segundo tercio del siglo XIX, antes habían llegado de la actual provincia de Holguín, a un terreno donde proliferaban las palmas Canas, en su parte más alta lo que hoy conocemos por la loma. Por ese entonces un terreno lleno de piedras y malezas, al legar allí construyeron una humilde vivienda con materiales de la propia floresta demostrando los terrenos aledaños comenzando a sembrar la tierra y criando algunos animales domésticos.
De esta unión nacieron 8 hijos, solo 7 sobrevivieron: sus nombres, Octaviano, Juan , francisco, floro, pedro, Antonio y Lutgardo. Margarita falleció siendo una niña aún.

Integrantes de la familia

La familia de Altagracia formó el mayor núcleo familiar por aquellos entonces, por lo que es imprescindible recordar a los hijos de Olegario y Altagracia. Fueron, Octaviano el que seria más tarde propietario de lo que es Juan Sáez, francisco (Pancho Ochoa) radicaría e lo que es Pueblo Viejo. Floro en la entrada y San Andrés, Juan muy querido en el barrio, y dueño de lo que es Laza el que trajo la luz eléctrica al poblado y construyó la escuela , Pedro noble a quienes todos llamaban tío, dueño de la parte junto al rio del monte, Lutgardo (Luga) limitando en Deseada, Manuel que no logró consolidar una colonia y trabajó como guarda jurado, dejó una excelente familia que todavía honra a los Canaleros. El Canal cuyo nombre se debe a las palmas canas que proliferaban en este lugar, fue el sitio escogido para construir su casa en la que todos llamarían la loma de El Canal, a la parte mas alta de la loma.

Cantidad de tierras adquiridas

Esta familia era dueña de una extensión de tierra desde el actual jardín de la trocha hasta el río arroyón y se dedicaban a la siembra de los bosques para utilizar la madera y extender sus cultivos, fue doña Altagracia la primera maestra de sus hijos a los que enseñó a leer y a escribir, la familia cooperó con os mambises que radicaban o cruzaban por estos lugares. Su casa fue incendiada por los llamadazos contraguerrilleros al servicio de España por cooperar con los mambíses.
Cuenta unos de sus nietos que su padre le contaba que tuvieron que irse para el monte por temor esas bandas y que solo se les salvó la puerta del frente de la casa que les sirvió como vara en tierra para abrigo de los más pequeños.
Fue Altagracia una mujer muy bondadosa y sufrida madre amantísima y la Mamita, así la llamaban todos los primeros canaleros , respetada por sus hijos a tal extremo que al quedar viuda aún joven, ya que don Olegario falleció en 1902.
Con poco más de 40 años, se hizo cargo de su prole, guiándolos por el buen camino, que los hizo dignos cabezas de familia de la larga lista de los Ochoa.

Virtudes inculcadas a los hijos de Altagracía

Sus Hijos marcaron las tierras sembrando frutas menores y cosechas destinadas a los manbises siendo sus hijos los que les suministraban en el monte guarapo y raspadura.
Cuando e l general mambí marcos García Menocal llegó a este poblado con la encomienda de comprarle las tierras a su esposa para fomentar la siembra de caña para la que seria el ingenio chaparra propiedad de la compañía The Cuban American Sugar Wueld company, propiedad de norteamericanos ella tubo que jugar el papel de mediadora en muchas ocasiones, persuadiendo los ánimos ya que don Olegario, no quería vender.
Después de una semana de discusión al fin las tierras fueron vendidas formando parte del naciente ingenio de Chaparra y quedando sus hijos como arrendatarios de su propia tierra, al creer ingeniosamente en las promesas de menocal.
Doña Altagracia inculcó en sus hijos la semilla del saber y ellos a la vez se preocuparon por que hubieran escuelas en este poblado, desde los primeros años de fundado se habló de aulas y maestros

Muerte

Fallece el 12 de abril de 1919 al fallecer doña Altagracia, la casa quedó vacía, luego fue habitada por ramón Ochoa Arnedo nieto, con su esposa Serafina Navarrete, muy recordada maestra. Mas tarde al mudarse el nieto para otro sitio el local fue entregado para escuela, surgiendo así el aula # 14 que a solicitud de sus hijos llevaría el nombre de Altagracia peña donde se formaron varias generaciones de Canaleros hasta que la casa vivienda fue acondicionada como escuela , funcionando en dicho local un aula multigrado hasta 4to grado, a dicha escuela se le puso el nombre de aula No 14, Altagracia Peña en homenaje a la madre fundadora de este poblado y a petición de sus hijos donantes del local, allí aprendieron a leer y a escribir varias generaciones de canaleros hasta que en 1972 el gobierno revolucionario entregó el entro escolar que mantuvo el nombre. Fue Altagracia peña una ilustre canalera, fundadora del poblado y según contaban los más viejos, algunos de sus hijos mayores al finalizar la guerra se habían unido a los alzados de la manigua redentora. Nunca se supo solicitaron su condición de veteranas pero que manita les recordaba que Olegario decía “Los servicios a la patria no se cobran”.
Es por eso que esta canalera fundadora de este poblado dejó un legado de decencia de valores éticos y morales que servirán a las generaciones que posterior a ellos se formó El canal y que aún continúa como ejemplo para las actuales y futuras generaciones como fuente de vida de aquellos que iniciaron hace más de un siglo la familia canalera.

Fuente

  •   Investigaciones Históricas de Francisca del Carmen Ochoa Galindo y Justo Leocadio Bruzón Reyes, pertenecientes a la Asociación de Historiadores de Cuba.
  •   Villafruela Infante, Omar, Panorama Histórico de Chaparra. Editorial Sanlope. Las Tunas. 2001.

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