Amanita gilbertii
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Amanita gilbertii. Especie mediterránea que prefiere para fructificar los suelos sueltos y arenosos, se caracteriza por nacer muy enterrada. Perteneciente al genero Amanita y a la familia Amanitaceae.
Sombrero
Mide de 4 a 8 cm de diámetro, al principio semiesférico, después convexo, y finalmente aplanado; margen incurvado, sin estrías, a menudo con restos blancos colgantes y harinosos del velo parcial. Cutícula lisa, satinada con o sin restos del velo sobre ella, de color blanco puro.
Himenio
Las láminas ventrudas, apretadas, de color blanco céreo a crema, son subadnadas malla a veces decurrentes, bastante grueso, de color blanquecino a las tonalidades de color rosa claro y entremezclado con tiras truncadas de diferentes longitudes. adheridas, blancas o crema-ocráceo, a veces con tonos rosas débiles.
Pie
Es robusto, firme, cilíndrico, recto o curvado, alto con relación al sombrero, con la superficie ligeramente escamosa bajo el anillo y pruinosa estriada por encima, de color blanco, muy enterrado en el suelo. Anillo alto, membranosos colgante, blanco. Volva con forma de saco, membranosa, frágil y no siempre bien visible, blanca muy manchada de tierra.
Carne
Es escasa, blanca inmutable, con sabor y olor a tierra. es de color blanco, consistencia y sabores elástica y exhalaciones insignificantes.
Esporas
Esporada de color blanco.
Hábitat
Fructifica en primavera y otoño, crece enterrada, solitaria o formando pequeños grupos bajo encina (Quercus rotundifolia) y alcornoque (Quercus suber) con jaras (Cistus ladanifer), también en nuestros pinares de repoblación con suelo arenoso donde se mezclan los pinos, encinas y alcornoques.
Distribución
Típica de zonas costeras del Mediterráneo y del Atlántico.
