Anexo:Actividad bancaria en la época republicana

Actividad bancaria en la época republicana
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Concepto:Procesos que tienen lugar en un banco o entidad financiera.

Actividad bancaria en la época republicana. Actividades y procesos que tienen lugar en un banco o entidad financiera a los efectos de administrar y prestar dinero.

Actividad bancaria

‌‌La economía cubana había dispuesto de instrumentos más o menos adecuados a sus necesidades de capitales, lo cierto es que había una organización financiera, cuya superación se inició sin éxito perdurable hacia 1850, pero que siempre satisfizo las necesidades económicas. La actividad bancaria aumentó al compás del desarrollo económico. En 1898 existían, a demás del Banco Español de la isla de Cuba, cuya tormentosa historia resumía la crisis financiera posterior a 1878, una serie de instituciones comerciales que realizaban negocios bancarios en esta escala local. La primera institución bancaria que apareció fue la North American Trust Company, en el año 1898, la cual se convirtió en 1901 en Banco Nacional de Cuba, presidido por Francisco Gamboa y con predominio de accionistas y directivos norteamericanos; fue designado como Depositario del Gobierno Interventor y Agente fiscal. Tras de éste, se constituyó la sucursal habanera de Royal Bank of Canadá (1902) cuyo embrión era el Merchant Bank, fundado en 1899 con la incorporación del antiguo Banco de Comercio.

Época republicaba

Se creó la fundación del Trust Company of Cuba (1905), agente de Morgan y que permaneció inactivo largos años hasta que pasó a manos cubanas recientemente. La antigua casa bancaria de Zaldo transformada en Banco de La Habana desde 1905 estaba desde entonces muy vinculada al Nacional City Bank of New Cork que solo se estableció con su nombre en 1915. Durante los años 1915 a 1920]], comienza el auge de las instituciones bancarias según publicaciones de Arredondo. Unos treinta y siete bancos de los cuales solo el Candian Bank of Comerce representaba alguna organización extranjera de importancia vieron la luz durante esos años. El que demostró mayor actividad financiera fue el Banco Internacional de Cuba fundado en 1917 cuya liberalidad constituyó la chispa inicial de su ruina y del pánico bancario que arrastró al Banco Español y al Banco Nacional. La banca extranjera que había compartido en la forma de grupo inglés y de grupo norteamericano las actividades financieras del mercado nacional, respaldada por la extensión de créditos en los Estados Unidos se lanzó a una furiosa campaña de financiamiento azucarero. La oferta de créditos sobrepasaba con mucho las necesidades del país. Se eliminaron drásticamente la mayoría de los bancos y casas bancarias creadas desde 1915, quedando subsistentes las grandes instituciones extranjeras. La crisis bancaria de 1920 – 1921 no liquidó totalmente a la banca de capital cubano o hispano- cubano, aunque la redujo al mínimo. Subsistieron empresas como la de Pedro Gómez Mena, el Banco Núñez, el Banco Pedro, el Banco Gelast y algunas casas de menor importancia en algunos centros económicos del interior del país.

Introducción del dólar

Cuba no careció de medios de financiamiento, pero había una razón para que la vinculación económica con los Estados Unidos fuera de tal naturaleza que se sintieran en Cuba los menores cambios operados en la economía del vecino: la moneda circulante en Cuba era la norteamericana. Al cesar la dominación española, el caos monetario alcanzaba su máxima expresión por la circulación de monedas francesas, españolas, mexicanas y de distintas denominación y valor. Una de los primeros actos del gobierno norteamericano de ocupación fue la introducción del dólar como patrón monetario básico, al disponerse que la cobranza de los derechos aduanales e impuestos se realizara en esa moneda, de acuerdo con los tipos de cambios fijados por el propio gobierno interventor. El dólar tendía a dominar cada vez más en la circulación del país, produciendo la desaparición de las monedas restantes, hecho que quedó consagrado a raíz de la Ley de Defensa Económica de 1914, por la cual se creó la primera moneda cubana. Se estimaba muy peligrosa la dependencia en que estaba Cuba de la moneda norteamericana. Surgieron por estos años los primeros proyectos de banco nacional de Emisión. Coincidiendo con la Ley de organización del sistema de la Reserva Federal (1914) se elabora en Cuba la Ley de Defensa Económica, aprobada el 29 de octubre de 1914, la cual establecía la acuñación de moneda nacional. El sistema monetario fijado en ese texto se basaba en un patrón oro con una unidad –el peso oro- de peso y ley iguales a los del dólar. Las monedas acuñadas serían de oro, plata y de níquel, la primera en cantidad ilimitada con fuerza liberatoria plena y bajo las dominaciones siguientes: 20 pesos, 10, 5, 4, 2 y 1; las segundas en cantidades hasta 12 millones de pesos y bajo las denominaciones de 1 peso, 40, 20 y 10 centavos; las de níquel en cantidades que podía fijar el Ejecutivo y con tres denominaciones (5, 2 y 1 cts). La acuñación realizada al amparo de la Ley de Defensa Económica ascendió a 23 millones de pesos oro, en 1915- 1916]], a 6 millones de moneda de plata en 1916 y a 755 mil pesos en moneda de níquel el año 1916. La siguiente acuñación – solo de plata y de níquel- se verificó el año 1920 y no se produjo ninguna más hasta el año 1932- 1933.

Créditos hipotecarios

Tanto los bancos como los capitalistas individuales, a demás de la preferencia por los negocios del azúcar, tienen una gran predilección por los créditos hipotecarios, sobre todo en fincas urbanas. De modo que a la inmovilización de los depósitos, producida por el alto interés de los préstamos, se une la inmovilización de los capitales en negocios hipotecarios. La experiencia de lo ocurrido en 1920- 1921 y hasta 1934, años en los que se verifican más de 6 mil juicios sumario- hipotecarios muestra la importancia de estas operaciones de crédito solo en la capital de la República. Al excluirse de la gestión bancaria la hipoteca, los bancos adoptaron el procedimiento de la pignoración de bonos hipotecarios. De este modo, un préstamo de 100 ó 200 mil pesos tenía una garantía prendaria equivalente al valor aproximado de la fábrica o central. Al incumplirse la obligación, el banco quedaba constituido en acreedor hipotecario por casi todo el valor de la industria, o sea que adquiría el control de la fábrica por una parte a veces muy reducida de su valor. Este tipo de operación explica el por qué la industria básica del país pasó tan fácilmente a manos de los bancos durante la crisis de 1920- 1921.

Fuente

  • Le Riverend, Julio. Historia Económica de Cuba. Instituto Cubano del Libro. Editorial Pueblo y Educación.