Anexo:Propiedades medicinales del ajo

Ajo
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El ajo y sus propiedades.jpg
Nombre Científico:'
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Orden:Liliales
Familia:Liliaceae

Ajo. Es considerado, uno de los vegetales curativos, más importantes. En los últimos años, se le ha estado dando, mucha más importancia y difusión a este vegetal, y a tratar de educar para estimular su consumo, el mismo actúa, como medio preventivo y curativo en distintas enfermedades. Posee propiedades medicinales demostradas experimentalmente.

Utilización y propiedades

Ayuda a prevenir y curar todas las enfermedades de las vías respiratorias. Se utiliza para eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es uno de los mejores remedios, y aún en las especies difíciles de expulsar, se obtienen resultados sorprendentes. Ayuda a quienes padecen de ácido úrico y actúa como protector en la calcificación de las arterias. Previene la hipertensión y la mala circulación, ya que tiene una acción hipotensora. Es estimulante, diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los viejos residuos que van quedando en el organismo, sus enzimas favorecen una buena síntesis de los ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol malo o LDL. Tiene un alto contenido de fósforo y de azufre, por eso se destaca como un sedante especial para los nervios. Aconsejan comerlo crudo ya que cocido pierde más del 90% de su efectividad.

Qué es

El ajo es una hierba. Es más conocido como un condimento para las comidas. Pero a través de los años, el ajo se ha usado como una medicina para la prevención de un amplio rango de enfermedades y condiciones. El diente fresco de ajo o suplementos hechos del diente de ajo se utilizan para los medicamentos.

El ajo se utiliza para muchas condiciones relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo. Estas condiciones incluyen la presión arterial alta, el colesterol alto, las enfermedades de las arterias coronarias del corazón, los ataque del corazón y el endurecimiento de las arterias. (arterioesclerosis). Algunos de estos usos están apoyados por la ciencia. El ajo puede ser eficaz para frenar el desarrollo de la arterioesclerosis y al parecer puede reducir levemente la presión arterial.

Otros usos

Otros usos incluyen el tratamiento de la fiebre, la tos, el dolor de cabeza, el dolor de estómago, la congestión de los senos nasales, el pie de atleta, la gota, el reumatismo, las hemorroides, el asma, la bronquitis, la falta de aliento, la presión arterial baja, el azúcar baja en la sangre, el azúcar alta en la sangre y las mordeduras de serpientes. También se usa para combatir el estrés y la fatiga y para mantener el funcionamiento normal del hígado.

Algunas personas aplican el ajo a la piel para el tratamiento de las infecciones de hongos, las verrugas y los callos. Hay algunas pruebas que apoyan el uso tópico del ajo para las infecciones de hongos como la tiña, el prurito del jockey y el pie de atleta; pero la eficacia del ajo para las verrugas y callos es todavía incierta.

Hay mucha variación entre los productos de ajo que se venden con propósitos medicinales. La cantidad de alicina, el ingrediente activo y la fuente del olor distintivo del ajo, varía de acuerdo al método de preparación. La alicina es inestable, y se transforma muy rápidamente en otra sustancia química. Algunos fabricantes se aprovechan de esto y envejecen el ajo para hacerlo sin olor. Desgraciadamente, esto también disminuye la cantidad de alicina y compromete la eficacia del producto. Algunas preparaciones y productos de ajo sin olor podrían contener muy poca alicina, o bien nada. Los métodos de preparación que involucran aplastar el diente de ajo fresco liberan más alicina. Algunos productos tienen una recubierta (recubierta entérica) para protegerlo de los efectos del ácido en el estómago.

El ajo es un condimento que se usa comúnmente en la comida pero ahora algunos científicos han sugerido que también podría tener un papel como un aditivo para prevenir la intoxicación por alimentos. Hay cierta evidencia que indica que solo el ajo fresco y no el ajo envejecido puede matar, en el laboratorio, ciertas bacterias como el E. coli, el Estafilococo áureos resistente a los antibióticos y la Salmonella enteriditis.

Consecuencias negativas de su uso

El ajo produce mal aliento y transpiración desagradable, sólo por un corto período de tiempo, es decir mientras se expulsan las toxinas acumuladas en el organismo, una vez liberadas éstas, ya no se despide mal olor, ni en el aliento, ni en la transpiración, ni siquiera en la orina y las deposiciones. Esto es debido a que ese olor desagradable que se atribuyen a los ajos, no es debido a los ajos propiamente dicho, sino a las toxinas acumuladas en el organismo que, al combinarse con los activos principios eliminadores del ajo, despiden ese olor desagradable.

Esto se puede entender fácilmente con este ejemplo. Una persona que practica una alimentación sana y natural, donde el ajo ocupa un lugar preferencial, no desprende ese olor tan desagradable que se le atribuye al ajo, pero sí ocurre esto, en aquellas personas que comen ajo, pero a su vez continúan una mala alimentación, en base a alimentos ricos en grasas, embutidos, bebidas alcohólicas, etc. En estos casos lo que sucede, es que el ajo continua constantemente, eliminando toxinas, producidas por la mala alimentación, y es justamente, la constante eliminación de estas sustancias, la que producen ese olor desagradable, no el ajo.

Cómo lo consumimos

Se puede comenzar para acostumbrarse, con uno o dos dientes de ajo, que lo que se puede acompañar con un pedazo de pan, masticándolos bien. Luego, de a poco, se aumentataremos hasta llegar a cuatro o cinco. La cantidad depende de la tolerancia de cada persona, hay quienes llegan a comer hasta una cabeza entera sin molestias y con grandes resultados. En casos de reuma, da excelentes resultados, crudo, rallado, aplastado o picado, se pone en una taza con un caldo de verduras, y se toma media hora antes de las comidas. Es muy recomendable como desinfectante, por lo tanto en caso de picaduras de algún insecto extraño, se puede frotar con ajo crudo. Es muy importante saber que el órgano que más se beneficia con el ajo crudo, es el corazón. Si se tiene en cuenta, que el ajo, es el gran purificador de la sangre,por lo que como consecuencia es el gran fortalecedor del corazón. Afrodisíaco y energético

Propiedades beneficiosas del ajo

Desde muy antiguo, el ajo ha sido utilizado en diversas enfermedades gracias a sus propiedades beneficiosas. El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a que contiene un aceite esencial volátil llamado aliína, que se transforma en alicina, responsable de su fuerte olor y que se elimina por vía respiratoria. Aunque también tiene otras propiedades beneficiosas para el organismo: Estimula las mucosas gastrointestinales provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis.Es diurético. Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que se dice que es expectorante, desinfectante y descongestionante. Su consumo frecuente provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos; arteriolas y capilares) lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea. Por todo ello, el consumo habitual de ajo es muy recomendable en caso de parasitosis intestinales, cualquier proceso infeccioso y para aquellas personas que tienen hipertensión y riesgo cardiovascular.

Precauciones

El uso de ajo en altas dosis, ya sea crudo o en extractos, está desaconsejado en hemorragias traumáticas ó menstruales. Piense que tiene auténticas propiedades fluidificantes y por tanto puede impedir los procesos de coagulación. Así mismo se desaconseja su uso durante el embarazo.

Preparación y empleo

Desde el punto de vista medicinal las preparaciones más convenientes son:

  • Crudo:

Masticar 1 a 3 dientes por la mañana. Tiene la pega del mal olor corporal y de que no controlamos la cantidad efectiva de principios activos con efectos terapéuticos.

  • Extracto de Ajo: En cápsula o perlas. Tienen la ventaja de no provocar mal olor corporal. La dosis habitual para conseguir efectos terapéuticos son de 600 a 900mg diarios.
  • Decocción de dientes de ajo: Hervir una cabeza de ajo en un litro de agua durante cinco minutos. Tomar tres tazas diarias. Se pierden parte de las propiedades pero se evita en parte el mal aliento.
  • Maceración en vinagre: Tiene la pega del mal olor corporal que provoca. Además su contenido en principios activos es menor que en los casos anteriores. Sin embargo su uso durante espacios de tiempo prolongados puede tener efectos de acumulación en nuestro cuerpo. Por ello es un modo de empleo para sostener durante periodos largos de tiempo.

Si lo que se busca es prevenir, los modos de empleo 1, 3 y 4 serán los ideales, pero hay que sostenerlos en el tiempo. Si por contra queremos coayudar a un tratamiento ya instaurado por su médico, la opción de las perlas o cápsulas es más aconsejable.

Fuente

  • Artículo [1]. Disponible en dietas.com" Consultado el 29 de septiembre de 2011.
  • Artículo [2]. Disponible en botanical-online.com". Consultado el 29 de septiembre de 2011.
  • Artículo [3] Disponible en alimentacion-sana.com. Consultado el 29 de septiembre de 2011.