Angustia

Angustia Concepto: Estado de malestar psicológico que puede estar acompañado por cambios físicos notables.

Angustia. Estado de malestar psicológico que puede estar acompañado por cambios físicos como temblores, taquicardia, sudoración excesiva o falta de aire, entre otras.

Definición

El término "angustia" proviene del latín angustĭa, que se traduce como "angostura" o "dificultad". Se define de la siguiente manera:

• Aflicción, congoja, ansiedad: Se manifiesta como un estado de malestar psicológico, que puede estar acompañado por cambios físicos como temblores, taquicardia, sudoración excesiva o falta de aire.
• Temor opresivo sin causa precisa: Puede ser una reacción ante el peligro o algo desconocido, y en ocasiones, la angustia puede presentarse sin una causa precisa.
• Situación apurada: También se utiliza para describir una situación de aprieto o dificultad.

La angustia puede originarse a partir de la incertidumbre y puede manifestarse con síntomas como miedo, tristeza, nerviosismo, irritabilidad, dolores de cabeza, problemas para conciliar el sueño o ansiedad.

Antecedentes históricos

El concepto de angustia posee una extensa trayectoria en el ámbito de la psicología y la psiquiatría.

• Cullen (1769): En 1769, el psiquiatra escocés Cullen establece el término "neurosis". Se refiere a una condición general del sistema nervioso que se desarrolla sin fiebre ni afectación local de algún órgano.
• Sigmund Freud: Freud aporta de manera decisiva a la comprensión de la angustia. Dentro de la neurastenia, distingue el cuadro que denomina "neurosis de angustia", que persiste hasta el día de hoy. Este cuadro se caracteriza por la "excitabilidad general", un estado de tensión que se manifiesta en hiperestesia, especialmente auditiva y que refleja una acumulación de excitación o una incapacidad para resistirla.
• Evolución del concepto: Aunque los primeros estudios se enfocan en identificar el proceso fisiológico que subyace al pánico desde una perspectiva fundamentalmente biologicista, pronto algunos autores empiezan a considerar este enfoque como insuficiente para explicar el problema en toda su complejidad y diversidad. Se produce un giro hacia modelos de carácter psicobiológico en los que los elementos de carácter psicológico, sobre todo cognitivo, comienzan a tener un peso relevante en la explicación de la respuesta del sujeto a los cambios fisiológicos y el desarrollo del trastorno de angustia.

Causas más comunes

Pueden variar dependiendo de la persona y la situación, pero algunas de las causas más comunes incluyen:

• Estrés: El estrés crónico o agudo puede desencadenar sentimientos de angustia.
• Dificultades de la vida diaria: Los problemas cotidianos, como las dificultades laborales o personales, pueden causar angustia.
• Ritmo estresante de vida: Un estilo de vida acelerado y exigente puede llevar a la angustia.
• Complicaciones profesionales o personales: Los problemas en el trabajo o en las relaciones personales pueden generar angustia.
• Dificultades económicas: Los problemas financieros pueden ser una fuente de angustia.
• Factores genéticos o predisposición a la ansiedad: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a la ansiedad, lo que puede aumentar su riesgo de experimentar angustia.
• Situaciones de peligro inminente: La angustia puede surgir en respuesta a una amenaza o peligro percibido.
• Estrés emocional: Los conflictos internos o el estrés emocional pueden causar angustia.
• Preocupaciones excesivas sobre el futuro: La preocupación constante por lo que pueda suceder en el futuro puede generar angustia.

La angustia como síntoma

Las causas de la angustia pueden variar dependiendo de la persona y su situación, pero algunas de las causas más comunes son:

• Estrés: El estrés, ya sea crónico o agudo, puede desencadenar sentimientos de angustia.
• Dificultades de la vida diaria: Los problemas cotidianos, como las dificultades laborales o personales, pueden provocar angustia.
• Ritmo estresante de vida: Un estilo de vida acelerado y exigente puede conducir a la angustia.
• Complicaciones profesionales o personales**: Los problemas en el trabajo o en las relaciones personales pueden generar angustia.
• Dificultades económicas: Los problemas financieros pueden ser una fuente de angustia.
• Factores genéticos o predisposición a la ansiedad: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a la ansiedad, lo que puede aumentar su riesgo de experimentar angustia.
• Situaciones de peligro inminente: La angustia puede surgir en respuesta a una amenaza o peligro percibido.
• Estrés emocional: Los conflictos internos o el estrés emocional pueden causar angustia.
• Preocupaciones excesivas sobre el futuro: La preocupación constante por lo que pueda suceder en el futuro puede generar angustia.

Véase también

• [angustia—Búsqueda de Google. (s. f.). Recuperado 6 de mayo de 2024, de https://www.google.com/search?newwindow=1&client=firefox-b-lm&sca_esv=8595f7cc5705f56c&sca_upv=1&sxsrf=ADLYWILPDqLOp2R_EL25plYeAnpOwNrmaQ:1714978251613&q=angustia&tbm=isch&source=lnms&prmd=ivsnbmz&sa=X&ved=2ahUKEwjRm_Drt_iFAxXxTTABHbiJBacQ0pQJegQIDhAB&biw=1600&bih=689&dpr=1#imgrc=rGb4OakEZBWYTM&imgdii=DA0XE6js48pROM

Referencias