Anna Karénina

Para otros usos de este término, véase Anna Karenina (desambiguación).


Anna Karénina
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Autor(a)(es)(as)León Tolstói
Editorial:ALBA
Edición1999
PaísRusia

Ana Karénina (Anna Karénina). Novela del escritor ruso León Tolstói publicada por primera vez en 1877. Había empezado a aparecer como folletín en la revista Ruskii Véstnik ("El mensajero ruso"), entre enero de 1875 y abril de 1877, pero su publicación no llegó a concluirse a causa del desacuerdo de Tolstói con su editor, Mijaíl Katkov, sobre el final de la novela. Por lo tanto, la primera edición completa del texto apareció en forma de libro en 1877.
Constituye una de las mejores novelas psicológicas de la literatura moderna. En esta gran obra Tolstói, con sus métodos creativos realistas hace fácil para el lector la visualización del ambiente donde se desarrolla la obra. Con estos métodos León Tolstói logra una impresionante descripción del conflicto interior de la protagonista de la novela.

Primera novela

La novela es considerada una de las obras cumbres del Realismo. Para Tolstói, Anna Karénina fue su primera verdadera novela. La apariencia física del personaje que da nombre a la obra parece estar inspirada en María Hartung (18321919), la primogénita del poeta ruso Aleksander Pushkin. Poco después de conocerla en una cena, Tolstói comenzó a leer la prosa de Pushkin, y tuvo un efímero sueño con "un aristocrático codo desnudo", que probó ser el primer acercamiento al personaje de Anna.

Críticos

Aunque muchos críticos calificaron la obra en el momento de su publicación como un "romance de alta sociedad", Fiódor Dostoyevski declaró que era una "obra de arte". Vladimir Nabokov secundó esta opinión, admirando sobre todo la "magia del estilo de Tolstói" y la figura del tren, que se introduce ya en los primeros capítulos (los niños jugando con un tren de juguete), desarrollada en capítulos siguientes (la pesadilla de Anna) hasta llegar al majestuoso final.

Personajes

Nivel social de los personajes abarca desde la clase más baja hasta la nobleza.

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• Anna Arkádyevna Karénina – personaje principal, pertenecía a la nobleza hermana de Stepán Arkádyevich Oblonski.
• Conde Alekséi Kiríllovich Vronski – pretendiente de Anna.
• Príncipe Stepán Arkádyevich Oblonski ("Stiva") – un funcionario y hermano de Anna.
• Darya Aleksándrovna Oblónskaya ("Dolly") – mujer de Oblonski
• Alekséi Aleksándrovich Karenin – marido de Anna Karénina
• Konstantín Dmítrievich Lyovin – amigo de la infancia de Oblonski
• Nikolái Dmítrievich Lyovin – hermano de Konstantín
• Ekaterina Aleksándrovna Shcherbátskaya ("Kitty") – a quien Lyovin pide en matrimonio y hermana de Darya
• Condesa Lidia Ivánovna –amiga de Karenin.
• Condesa Vrónskaya
• Kapitónich - maestro de Karenin -

Argumento

Anna Karénina fue una dama de la alta sociedad rusa, casada con un funcionario de San Petersburgo, que llegó a Moscú con una misión especial. Su hermano, Esteban Oblonsky, le pidió que le ayudara hacer las paces con su esposa, Dolly, que acababa de enterarse de que él le había sido infiel con la institutriz de los niños. Durante el camino Ana conoció a una señora que iba a Moscú a visitar a su hijo, que era el conde Wronsky. En la estación del ferrocarril Anna conoce al conde Wronsky, el cual le atrajo desde el primer instante y éste en ese momento quedó perdidamente enamorado de Anna.

Después de arreglar los problemas familiares de su hermano Anna se marchó a San Petersburgo para evitar el incremento de los celos de Kitty, la hermana de Dolly, quien estaba enamorada de Wronsky. Éste al enterarse de que Anna se había marchado a San Petersburgo decidió ir detrás de ella en el mismo tren, donde se encontraron y él le hizo su declaración de amor. Anna trató de rechazarlo, deseando controlar los sentimientos de amor despertados por él en ella.

En San Petersburgo, Wronsky siguió buscando el amor de Anna, la cual tiempo después se lo concedió. En esos momentos la pasión desenfrenada de ambos no tenía tiempo ni lugar y por eso buscaron cualquier instante para encontrarse. Esa relación existente entre ambos no pasó desapercibida en la sociedad, lo que hizo que Karenin, el esposo de Anna, sospechara del romance. Karenin decidió enfrentar la realidad, preguntándole a Anna si existía algo entre ella y el conde Wronsky, a lo cual ella le respondía con evasivas.

Tiempo después, Anna quedó embarazada de Wronsky y esto la sumió en un estado de profunda depresión. Karenina le contó a su amante sobre su estado y las preocupaciones con respecto a la reacción de Karenin a la hora de enterarse. El conde al ver su estado de angustia le propuso a ella un plan de fuga pero ésta lo rechazó. Meses después Anna dio a luz a una hermosa niña. El parto fue sumamente difícil y Anna quedo a la merced de la muerte y pensando en su cercano encuentro con Dios, Anna le pidió perdón a su esposo, el cual se lo concedió.

Después de mejorarse Anna, Wronsky, ella y la niña se fueron de viaje al extranjero y vivieron una temporada en Italia. Algunos meses después ellos regresaron a Rusia y se instalaron en el campo, donde vivieron un tiempo. Durante esa época las preocupaciones de Anna y Wronsky sobre su estado social y legal fueron en aumento. Hasta que el conde pidió al hermano de Anna que estaba de visita en su casa, que hablara con Karenin sobre la posibilidad de un divorcio y la restauración de los derechos legales de Anna sobre su hijo Sergio.

Esperando el divorcio los protagonistas de la novela se marcharon a San Petersburgo, donde se desencadenaron los celos y la crisis neurótica de Ana. El silencio de Karenin agravó la crisis emocional de ella. Durante esa penosa estancia en la ciudad, el amor desenfrenado que Anna sentía por Wronsky se convirtió en una obsesión enfermiza, ya que a cada instante que él no se encontraba con ella, se lo imaginaba con otra mujer.

Finalmente, sin esperar la respuesta de Karenin ellos decidieron marcharse al campo, pero antes Wronsky tuvo que ir a ver a su mamá. Esto enloqueció a Anna ya que creía, que estaba con otra mujer, ayudado por su madre. Karenina decide ir a la casa de la vieja condesa para confirmar sus sospechas, las cuales no tenían base alguna ya que el conde le era fiel a su amor y ella era la única mujer de su vida. Durante el viaje hacia la casa de la madre, Anna seguía abrumada con sus pensamientos negativos acerca de que la vida para ella no tenía valor alguno y que Wronsky ya no la quería. En una de las paradas que hizo el tren, Anna baja pensando en su situación y concluye que la única salvación para ella era la muerte. Y al pensar eso, caminó lentamente hacia la vía del tren, donde se inclinó hacia las fauces de la locomotora, la cual terminó cruelmente con su existencia. Cuando Wronsky se enteró del accidente, se quedó muerto en vida por el impacto emocional y decide abandonarlo todo marchándose a la guerra. Y como una paradoja de la vida, la mujer que este rechazó por Anna, Kitty, vivió felizmente con su esposo, Levine, rodeada del cariño que este le brindaba y que Wronsky le negó.

Crítica social

La obra además sirve de exponente para Tolstói al realizar una gran crítica en contra de la aristocracia de la época, en la cual se pueden ver varios personajes representando antivalores, y mostrando una hipocresía general dentro del selecto círculo de la sociedad rusa.

Además resulta evidente, al comparar la biografía del autor con el tortuoso devaneo mental que sigue su héroe, entiéndase Lyovin, para llegar a la felicidad completa, que la crítica resulta también en una autocrítica, que avanza repasando la vida del autor, desde su juventud, bastante liberal en lo que a valores se refiere, hacia su adultez y madurez, donde, al igual que Lyovin, encuentra aquello que no encontró nunca en los placeres con los que se divertía la aristocracia rusa (la ópera, las tertulias sociales, incluso al concierto con música de Wagner, que le resulta incomprensible, por citar algunos ejemplos).

Su héroe personifica además su propio encuentro con la fe verdadera; Lyovin había alcanzado a su corta edad todo lo que podía desearse en aquella época: una buena posición social, bienestar económico, un matrimonio alegre y beneficioso y la paternidad en el cúlmine del amor familiar. Pese a esto, no lograba encontrar aquella felicidad que con tanto esmero buscaba, esa felicidad espiritual y sobre todo consigo mismo, que lo llevó a realizar las diversas empresas de su vida, pero que sólo alcanzó cuando su línea de pensamiento, habiendo divagado por la ciencia, la filosofía y la política, lo llevó finalmente a Dios. Posiblemente esta metamorfosis ideológica que se opera en Lyovin, no es sino el reflejo de lo que ocurrió a Tolstói mismo y que una vez superada, al igual que lo hace Lyovin, descubre y critica en los otros todas las carencias espirituales que él ha conseguido por fin llenar.

Importancia de la novela

 Además de ser una novela que trata sobre el amor de una mujer y un hombre, "Anna Karenina"  transmite los pensamientos filosóficos del León Tolstói. Las inquietudes espirituales de Levine, sus preguntas sin respuestas, su ateismo y luego su religiosidad son un claro ejemplo de eso.
Al leer esta obra maestra del realismo, se conoce en detalles la Rusia del siglo XIX. Las costumbres de las personas que constituía la alta sociedad, de las tradiciones del pueblo ruso. Se observa el contraste entre la nobleza y el pueblo, la explotación y la desigualdad que imperaba en Rusia de aquella época.
"Anna Karenina" es como viajar en el tiempo y en el espacio, pues al terminar de leer este libro se siente la sensación de haber estado en Rusia en aquella época y haber presenciado la acción de la novela.

Películas y adaptaciones

La novela se ha adaptado al cine en varias ocasiones:
• Anna Karénina (1935), dirigida por Clarence Brown y protagonizada por Greta Garbo y Fredric March.
• Anna Karénina (1948), dirigida por Alexander Korda y con Vivien Leigh en el papel protagonista.
• Anna Karénina es una película estrenada en Rusia en 1997, con el título original de Anna Karénina, dirección de Bernard Rosey con Sophie Marceau y Sean Bean en los personajes protagonistas.

También inspiró el ballet Anna Karénina de Rodión Shchedrín para la bailarina Maya Plisetskaya y la ópera Anna Karénina en inglés de David Carlson estrenada en la Florida Grand Opera de Miami en 2006 con Kelly Kaduce y Brandon Jovanovich.

Fuente

Véase también