Antes que anochezca (película de 2000)

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Antes que anochezca
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Drama biográfico | Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
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Película dirigida por Julian Schnabel y protagonizada por Javier Bardem quien obtuvo la nominación al Premio Oscar al mejor actor por su interpretación del escritor y poeta cubano Reinaldo Arenas.
NombreAntes que anochezca
Otro(s) nombre(s)Before night falls
Estreno2000
GuiónJulian Schnabel & Cunningham O'Keefe (Autobiografía: Reynaldo Arenas)
DirectorJulian Schnabel
Producción GeneralJon kilik
Dirección de FotografíaXavier Pérez Grobet y Guillermo Rosas
Director de ArteAntonio Muñoz-Hierro
RepartoJavier Bardem, Olivier Martinez, Andrea Di Stefano, Johnny Depp, Sean Penn, Michael Wincott, Vito Maria Schnabel, Najwa Nimri, Hector Babenco, Jerzy Skolimowsky
Premios*2000: Nominada al Oscar: Mejor actor (Javier Bardem),
  • Nominada al Globo de Oro: Mejor actor - drama (Javier Bardem),
  • 2 premios National Board of Review: Libertad de expresión, actor (Javier Bardem),
  • Festival de Venecia: Premio Especial del Jurado, mejor actor (Javier Bardem),
  • American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año,
  • Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor actor (Javier Bardem)
ProductoraGrandview Pictures Production
PaisBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

Antes que Anochezca. Filme del director norteamericano Julian Schnabel basado en la autobiografía homónima del narrador cubano Reinaldo Arenas, no es la mera recreación de un texto literario delirante, pantagruélico, autodestructivo como la vida misma del autor de “El mundo alucinante”, sino una obra que magnifica y generaliza la tragedia individual del escritor con el nada oculto propósito de denigrar al proceso de transformaciones revolucionarias que ha tenido lugar en Cuba durante los últimos cuatro decenios y sumarse a la campaña difamatoria sobre la situación de los derechos humanos en la isla.

Síntesis

La vida de Reinaldo Arenas es mostrada desde su infancia en un ambiente rural y su temprana participación en la Revolución, hasta la persecución que más tarde experimentaría como escritor y homosexual. Desde su salida de Cuba en el éxodo de Mariel en 1980, hasta su exilio y muerte en los Estados Unidos. Retrato de un hombre cuyo afán de libertad - artística, política, sexual - desafió la pobreza, la censura, la persecución, el exilio y la muerte.

Argumento

No hace falta una lectura demasiado atenta de la película para advertir los mecanismos manipuladores. Los primeros minutos narran el nacimiento de la sensibilidad poética del protagonista –un niño campesino, fabulador, que crece entre mujeres, con el padre ausente: típico macho que en su único encuentro le ofrece dos refulgentes monedas de plata- y su fallida iniciación heterosexual. Pero desde el mismo momento en que el adolescente Reinaldo se confunde con el turbión revolucionario –los rebeldes que derrocaron a la dictadura avanzando sobre las ciudades en medio del jolgorio popular-, el filme enrumba hacia su principal objetivo: mostrar el supuesto tránsito del júbilo al terror, de la esperanza al desencanto.

Los tópicos son los mismos que una y otra vez repiten la ultraderecha norteamericana y la reacción anticubana radicada en Miami: Cuba siempre ha sido y es una inmensa cárcel, en la que se suprimen toda clase de libertades. Los intelectuales no pasan de ser simples apéndices del régimen, sin el menor derecho a la opinión.

Lo distintivo en esta ocasión radica en que la arremetida se basa en la represión contra los homosexuales, una minoría marginada en buena parte del mundo occidental. No es que el espectador pretenda que cada filme se desdoble en un ensayo sociohistórico –nadie le pedirá a Schnabel cuentas en este sentido- pero el realizador parece haber olvidado algunas verdades tan elementales como que la homofobia no es privativa de Cuba (se han estructurado en los propios Estados Unidos diversos movimientos gays que reivindican el respeto a sus derechos), ni de la Revolución cubana (puesto que, como se sabe, tiene raíces históricas en el proceso de formación de las identidades latinoamericanas, bajo el influjo de la cultura judeo-cristiana).

Néstor Almendros, con el documental “Conducta impropia”, había revuelto una página lamentable como lo fue el confinamiento de homosexuales, a mediados de los 60, en las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Schnabel vuelve sobre el tema con particular contumacia, como si ese episodio afortunadamente superado en breve tiempo, fuera un estigma imborrable y marcara de manera indeleble el sino de la sociedad cubana contemporánea.

Episodios y anécdotas

Para insuflarle una verisimilitud histórica a los años cubanos de Arenas, Schnabel y sus colaboradores hipertrofiaron episodios y anécdotas y los presentaron cual si fueran líneas rectoras de un acontecer que supuestamente se prolonga hasta hoy. De tal modo, la batida que algunos extremistas emprendieron contra los "pepillos" en La Rampa de finales de los 70 se convierte en el filme en una operación represivo-militar de proporciones gigantescas; el deplorable “mea culpa” de Heberto Padilla en la UNEAC, en un siniestro show televisivo; y la estampida del año 80 por el Mariel, en purga stalinista, todo ello está diseñado para remarcar la idea de que el caso Reinaldo Arenas no es único, sino simboliza el calvario de un pueblo. En su afán tremendista, Schnabel y compañía llegan a mentir desvergonzadamente, en tanto no hay licencia poética que admita la invención de una cárcel repleta de torturadores y torturados en un país que se distingue por todo lo contrario. Quizá Schnabel tenía en su cabeza imágenes de los regímenes que su país instauró en varias naciones de América Latina. En el caso de Cuba, sencillamente mintió y se equivocó.

Un espectador medianamente informado de la realidad cubana, aunque no comparta los presupuestos ideológicos de la Revolución, sabe perfectamente que esas imágenes pavorosas, remedo de las fantasías de Orwell, son insustentables. Pero debe saber que la intelectualidad cubana ha ventilado en los últimos años errores como los que llevaron al ostracismo algunos escritores y artistas en lo que Ambrosio Fornet llamó "quinquenio gris" (l97l-l976), la "parametración" que excluyó a homosexuales en esa misma época y las prohibiciones de figuras artísticas foráneas sobre la base de sus posturas políticas (v.gr. José Feliciano y Carlos Santana o por caprichos y arbitrariedades de ciertos funcionarios (caso Beatles). Las casas editoriales han publicado a Lydia Cabrera, Carlos Montenegro, Jorge Mañach, y Gastón Baquero, por citar ejemplos de escritores que no compartieron los ideales revolucionarios, y que los amantes del son en la isla le rinden culto tanto Benny Moré, que murió en Cuba, como a Celia Cruz, que vive en el exilio miamense.

No vendría mal contrastar “Before night falls” con Fresa y chocolate, de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, que trata el tema de la intolerancia a partir de la relación conflictiva entre un joven comunista y un homosexual sin que se requiera especialización, a golpe de vista simplemente, se verá la diferencia entre el arte y el panfleto, porque, en verdad, Before... no pasa de ser un panfleto. Nada más.

Fuentes

  • De la Hoz, Pedro. Antes que anochezca: ¿arte o panfleto? Disponible en: Lajiribilla.
  • Artículo: Ficha de la película. Disponible en: Filmaffinity.