Arsonfobia

Arsonfobia
Información sobre la plantilla
Concepto:Miedo patológico al fuego

Arsonfobia. Trastorno de ansiedad en el que la persona experimenta un miedo patológico al fuego o los incendios. Esta fobia también puede ser conocida bajo el nombre de pirofobia.

Como ocurre con el resto de trastornos de ansiedad específicos, cuando las personas con arsonfobia se enfrentan o piensan que deben enfrentarse al estímulo temido, se inician una serie de reacciones, tanto corporales como psicológicas, propias de estados de estrés y ansiedad muy elevados.

Síntomas

Debido a que la arsonfobia es una más del listado de fobias específicas, su sintomatología es muy similar a la del resto de miedos patológicos de este tipo. El cuadro clínico se distingue por ser de naturaleza ansiosa y aparece cada vez que la persona se enfrenta o piensa en situaciones relacionadas con el fuego o los incendios.

Este cuadro clínico se clasifica en síntomas físicos, síntomas cognitivos y síntomas conductuales; los cuales suelen aparecer de manera automática y súbita, y solamente desaparecen cuando la persona ha conseguido huir o evitar el estímulo fóbico.

Síntomas físicos

Los primeros síntomas de los que es consciente el paciente con arsonfobia son los síntomas físicos. La aparición del estímulo fóbico, el fuego, provoca una hiperactividad del sistema nervioso de la persona la cual desencadena todo tipo de cambios y transformaciones en ella.

Entre los síntomas que pueden aparecer a lo largo de un episodio fóbico encontramos:

• Incremento de la tasa cardíaca

• Aumento de la tasa respiratoria

• Sensación de ahogo o de falta de aire

• Incremento de la tensión muscular

• Dolor de cabeza

• Problemas gastrointestinales como dolor de estómago o diarrea

• Aumento de la sudoración

• Vértigos y sensación de mareo

• Náuseas y/o vómitos

Causas

A pesar de que en ocasiones resulta complicado determinar el origen concreto de una fobia, puesto que ni el propio paciente es capaz de asociarlo a ningún hecho traumático, existen una serie de factores que pueden favorecer o potenciar la aparición y desarrollo de este miedo patológico.

La existencia de una predisposición genética a los efectos de la ansiedad y el estrés, unida a la vivencia o experimentación de una situación altamente traumática o con una alta carga emocional en la que el fuego apareciera de cualquier manera, puede desencadenar, de manera muy probable, la aparición de la arsonfobia.

De todas maneras, se está estudiando el impacto que el aprendizaje vicario o por imitación puede tener en el momento de la adquisición de una fobia.

Tratamiento

A pesar de que no se conoce exactamente la incidencia que esta fobia tiene la población, se estima que esta aparece con mayor frecuencia en aquellas personas cuyos trabajos implican el contacto con el fuego en mayor o menor medida, tal y como son bomberos o agentes forestales. Tanto en estos casos como en el de cualquier otra persona que padezca este trastorno, existen algunas intervenciones y tratamientos psicológicos que pueden conseguir la disminución de los síntomas e, incluso, que la persona se reponga y supere su temor fóbico.

El tratamiento psicológico se basa en tres principios o actuaciones diferentes. La primera consiste en llevar a cabo una reestructuración cognitiva que promueva la modificación de los pensamientos distorsionado que la persona posee con respecto al fuego.

Además, se llevarán a cabo técnicas de exposición en vivo o desensibilización sistemática, mediante las cuales se expone al paciente, de manera gradual al estímulo o situación fóbica. Esto puede realizarse en directo, en ambientes y contextos controlados, o mediante la imaginación.

Finalmente, estas técnicas se acompañan de un entrenamiento en habilidades de relajación, las cuales permiten disminuir los niveles de excitación del sistema nervioso y ayudan a la persona a poder enfrentarse a sus miedos de la mejor manera posible.

Fuentes