Audiometría

Audiometría
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Examen audiométrico.

Audiometría. Examen mediante el cual se estima el grado o extensión de la pérdida auditiva, con una sensibilidad del 92 % y una especificidad de 94 %. El objetivo es obtener los umbrales para las notas puras de tono o frecuencia variable de la vía aérea y ósea. Se registra en una gráfica, audiograma, que muestra el nivel del umbral de la audición de un individuo en función de la frecuencia (Hz) y la intensidad (dB). El papel de la audiometría no se limita solo a la mera obtención de umbrales de audibilidad, sino que la misma tiene un amplio uso en la prevención, diagnóstico, terapéutica y seguimiento evolutivo de las pérdidas auditivas, pudiéndose en ocasiones realizar un diagnóstico etiológico de las mismas. Esta prueba se realiza mediante un audiómetro y requiere además el empleo de una cámara sonoamortiguada o audiométrica.

Naturaleza del sonido

El sonido puede ser considerado como fluctuaciones periódicas de presión aérea de manera que se alternan regularmente incrementos (condensación) y decrementos (rarefacción) de presión. Una onda sonora puede caracterizarse a través de su frecuencia y su amplitud. La frecuencia está determinada por el número de oscilaciones o ciclos que ocurren en la unidad de tiempo. La unidad en que se expresa es el Hertzio (Hz), que corresponde a una oscilación de un ciclo en un segundo. El oído humano es capaz de percibir una amplia gama de frecuencias desde 20 hasta 15 000 Hz. Los sonidos del habla sin embargo están comprendidos en una región más estrecha entre 150 y 2000Hz. La amplitud de la onda sonora está correlacionada con la sensación de intensidad. La unidad empleada para medir la intensidad del sonido es el decibel (dB) y corresponde a 20 log Pm/Pr, donde Pm es la presión sonora del estímulo medido, y Pr es una presión de referencia equivalente a 20 mPascals. Se escogió una escala logarítmica para poder describir apropiadamente la forma en que crece la sonoridad del estímulo acústico. La presión de referencia de 20 mPascals corresponde con la presión sonora requerida para que un tono de 1000 a 3000 Hz sea detectable por un individuo promedio.

Conceptos

  • Limen o umbral mínimo de audibilidad: umbral mínimo para la detección del estímulo sonoro, en niños es de 10 dB y en adultos el promedio normal es de 20 dB.
  • Umbral de comodidad de la palabra: se encuentra en la línea de ordenadas en la intensidad de 50 o 60 dB en los sujetos normales. En los sujetos con hipoacusia conductiva o neurosensorial existe un desplazamiento de este umbral.
  • Zona conversacional: es la más importante para la comprensión de la palabra, comprende las frecuencias medias de 500, 1000 y 2000 hz.
  • Umbrales de conducción aérea: cuando la prueba se realiza usando auriculares, los resultados son llamados umbrales de conducción aérea. Los umbrales de conducción aérea indican la pérdida total auditiva a cada frecuencia debido a problemas en los oídos externo, medio e interno tanto como debido a daños en el nervio auditivo.
  • Umbrales de conducción ósea: los umbrales de conducción ósea son medidos con un vibrador ubicado detrás del oído. El vibrador evita los oídos externo y medio y estimula el oído interno directamente. Si los umbrales de conducción ósea no son normales hay pérdida auditiva sensorioneural la cual generalmente reduce la capacidad para comprender el habla aun cuando sea oída.

Los umbrales clínicos de conducción ósea se usan principalmente para comprobar la presencia o ausencia de una lesión del oído externo u oído medio y para determinar cuantitativamente la magnitud del deterioro o discapacidad de la pérdida auditiva. Teóricamente, en un problema conductivo la vía ósea debería estar normal, evidenciándose en una brecha aérea-ósea que comprobaría la integridad del sistema sensorioneural. La conducción aérea refleja la función total del sistema auditivo-conductivo y sensorioneural; sin embargo, se han reportado numerosos cambios en los umbrales de conducción ósea en humanos con problemas de oído medio; por lo tanto, se considera que estos cambios no representan un estimativo puro de la “reserva coclear".

Las pérdidas audiométricas de tipo conductivas o de transmisión nunca pueden alcanzar niveles considerados profundos llegando a un máximo de 60 dB. Como la audición por vía ósea está íntegra la respuesta de la misma se ubicará en los niveles normales. Si aparece una supuesta hipoacusia conductiva en la que el umbral se encuentre en mas de 60 dB. Podemos estar seguro de que existe un componente neurosensorial por lo tanto dicha hipoacusia se clasificará como mixta (tiene que existir una separación de 30 dB o más entre la vía aérea y la ósea patológica.

  • Umbral de disconfort (algiacusia) auditivo: es el umbral al cual el oído empieza a percibir con disconfort un sonido intenso. Un oído que recluta tendrá un umbral de disconfort auditivo a menores intensidades sonoras, mientras que en una lesion neural este umbral puede incluso no existir
  • Discriminación: permite evaluar la capacidad del oído para distinguir dos palabras fonéticamente similares ej: cola-hola, mala-bala, son-sol. En una hipoacusia con compromiso neural la discriminacion puede estar severamente afectada, y en forma desproporcionadamente baja respecto del grado de hipoacusia.

Audiómetro y cámara audiométrica

El audiómetro es el aparato encargado de medir la audición. La cabina audiométrica permite la realización de las audiometrías en un ambiente sonoro adecuado (sonoamortiguado), imprescindible si deseamos hallar el umbral audiológico de una persona.

Audiograma

Como la sensación auditiva es imposible con el 0 de intensidad física, ya que depende de varios factores, se parte de un 0 relativo establecido de antemano para medir la audición de una manera homogénea. Para lograrlo se estudiaron 100 sujetos jóvenes y sanos y se estableció el umbral promedio de todos ellos en cada una de las frecuencias. Se estandarizó una gráfica en el que el 0 está en la línea horizontal del promedio hallado situada en la parte superior y a partir de esta las pérdidas en decibelios vienen representadas en líneas paralelas hacia abajo. El audiograma es una gráfico que muestra los umbrales de audición medidos en dB niveles de audición (HL) – sobre los ejes verticales – para señales de frecuencias de 125 Hz (tono bajo) a 8000 Hz (tono alto).

En la actualidad se utiliza el gráfico americano para reflejar el audiograma. El eje de las ordenadas está dividido en decibelios (de 10 en 10) indicando la pérdida de audición, empezando por el 0 y terminando en el 110. En el eje de las abscisas se encuentran las frecuencias que percibe el oído humano desde 125 hasta 8000 Hz habitualmente.

Símbolos audiométricos

Símbolos audiométricos.

Son un estándar para uso audiométrico de acuerdo con la Guía de Símbolos Audiométricos de la Asociación Americana de Habla, Lenguaje y Audición (ASHA– American Spech-Language-Hearing Association 1990). Los colores se utilizan para distinguir los oídos; con el rojo se representa el oído derecho y con el azul el izquierdo. Si una respuesta no se presenta a los límites máximos del equipo, el símbolo se gráfica junto con una flecha del mismo color. Los símbolos para la conducción ósea son < y [ para el oído derecho y > y ] para el oído izquierdo. La pérdida auditiva leve es mayor que 25 dB HL; la pérdida auditiva profunda es mayor que 90 dB HL. Las frecuencias más importantes para comprender el habla son 500, 1000 y 2000 Hz.

Los símbolos usados para registrar los umbrales de conducción aérea Ο y Δ para el oído derecho X y para el oído izquierdo.

Audiometría tonal liminal

Determina el umbral auditivo del sujeto en cuestión para la vía aérea y ósea, en las frecuencias exploradas. La curva obtenida (audiograma), está representada en decibeles de pérdida auditiva.

Siempre se comienza a explorar el oído con mejor audición referida o probable por el estudio acumétrico previo. Recordemos que por vía aérea hay audición cruzada a partir de 50 dBs, o sea que cuando un sonido es mayor de 50 dB se comienza a oír por el otro oído, razón por la cual es imprescindible ensordecer el oído opuesto al explorado, si la diferencia entre estos es mayor de 40 dB; con este propósito la mayoría de los audiómetros son capaces de generar ciertos ruidos enmascaradores tales como el ruido blanco, banda estrecha, entre otros.

La gráfica clínica está adoptada universalmente. En las abscisas están colocadas las frecuencias de 125 a 8000 HZ o bien desde 128 a 8192 por intervalos iguales de octavas; en las ordenadas, en sentido descendente están ubicadas las pérdidas en decibeles (dB) en relación al eje 0, el que representa el umbral normal para las vías óseas y aéreas. Cada señal está representada por un pequeño círculo para el oído derecho y por una pequeña cruz para el izquierdo. Así pueden inscribirse ambos oídos en el mismo gráfico, el derecho en rojo y el izquierdo en azul.

Luego de estudiarse la vía aérea, se debe examinar la vía ósea si es que se obtiene una hipoacusia en la vía aérea, de lo contrario no es necesario. La investigación del umbral óseo es mucho más delicado de realizar y de interpretar, debido a que casi siempre debe eliminarse la audición del oído opuesto a través del enmascaramiento (esto es absolutamente indispensable). Sin enmascaramiento se toma, de hecho, el umbral de audición del oído opuesto (mejor que la del interrogado) atravesando el sonido la base del cráneo por conducción ósea transcraneana.

Técnicas de familiarización de un paciente para hacer la audiometría tonal liminar Hay dos técnicas recomendadas por la ANSI (American National Standards Institute): 1. Se comienza con un tono de 30 dB HL, si es oído, se comienza la prueba, si no es oído, se da otro tono 20 dB mas fuerte o sea de 50 dB, si aun así no se oye, se van dando estímulos de 10 dB mas fuerte cada vez hasta que se oiga y entonces se comienza la prueba.

2. Comenzando con la mínima intensidad del audiómetro se va incrementado gradualmente la intensidad hasta que el paciente la detecta, entonces el tono es interrumpido por 2 segundos y presentado luego a la misma intensidad, si la respuesta se confirma, puede comenzarse a ese nivel la prueba, de no confirmarse hay que repetir desde el inicio la tarea. Muchos audiólogos prefieren esta técnica entre otras cosas, porque reduce el tiempo de la prueba y el rango de amplitud alrededor del umbral detectado es mas estrecho y eficiente.

Técnicas de investigación de los umbrales:

1. Ascendente: es considerada la mas precisa, siempre se da inicialmente un estimulo momentáneo de alta intensidad sobre el umbral para familiarizar al paciente. Inmediatamente se pone la intensidad mínima del audiómetro y se va aumentando la intensidad poco a poco hasta que el paciente perciba el sonido. Para saber si ese es el umbral se aumentan de 5 a 10 dB de nuevo y en seguida se disminuye (encasillamiento del umbral), si los valores coinciden ese es el umbral.

2. Descendente: Se comienza con una intensidad fuerte sobre umbral y se va disminuyendo poco a poco hasta que el paciente deja de percibir el sonido, se aumentan 5 o 10 dB y se vuelve a verificar el umbral.

Para evitar el fenómeno de fatiga es importante recordar que no debe demorarse el estudio en la aplicación de intensidades liminales, las intensidades se deben mantener el menor tiempo posible, nunca más de 5 seg, es preferible luego volver a precisar el umbral en una frecuencia dudosa antes investigada que demorarse en esta inicialmente. Es conveniente a veces utilizar tono entrecortado (se oye por lo menos 2 décimas de segundo sin importar los períodos de silencio), la audiometría con tono discontinuo es útil en ciertos casos como enfermos mentales, oligofrénicos y en los niños, pues les hace mas atractiva la prueba y hace que presten mas atención.

Las variaciones de menos de 10 dB, se consideran normales y no se deben tener en cuenta. Es importante recordar que los auriculares colocados en el pabellón auricular dejan una pequeña cámara de aire de unos 6 cc, que amortigua el sonido unos 20 dB, para la vía aérea y en cambio sensibiliza la vía ósea.

Antes de iniciar una audiometría es imprescindible:

a. Verificar el estado del audiómetro.

b. Explicarle al paciente el motivo de la prueba, en que consiste y lo que debe hacer, cerciorarse de que tiene un examen otoscópico reciente y por tanto que no tiene tapones de cerumen ni secreciones que ocluyan el CAE.

Procedimiento para la audiometría tonal liminar:

Vía aérea:

1. Colocación de los auriculares de manera tal que no compriman demasiado el pabellón y puedan ocluir el CAE (descenso del umbral de mas de 15 dB), ni demasiado sueltos que puedan disminuir la intensidad del tono estimulante.

2. Se comienza por la frecuencia 1000 Hz, se hace la búsqueda del umbral con la técnica ascendente explicada anteriormente, luego se pasan a explorar las frecuencias agudas a partir de 1000, y después las graves a partir de esta. Hay algunos autores que recomiendan ir alternando las frecuencias, después de 1000, exploran 2000, luego 500, 4 000, 250, 8000, 125 y las frecuencias intermedias 1 500, 3 00 y 6 000.

3. Una vez hecho esto hay que volver a tomar los umbrales ensordeciendo el oído opuesto si es necesario. Se debe iniciar el examen como habíamos dicho anteriormente por el mejor oído y si la diferencia entre ambos es mayor de 40 dB, hay que ensordecer el oído contrario al que se esta examinando, con la técnica de enmascaramiento. Curiosamente puede suceder que al investigar los tonos agudos a partir de 8 000, puede presentarse un descenso brusco del umbral, que desaparece al mover el auricular, autores que han estudiado este fenómeno plantean la hipótesis de que esto se debe a ondas estacionarias entre el diafragma del auricular y la MT.

Vía ósea.

1. Después de sacar el perfil aéreo bilateral, se coloca el vibrador óseo sobre la mastoides a investigar, cuidando que no contacte con el pabellón (para evitar la conducción cartilaginosa), otros autores prefieren la línea media frontal ( el umbral determinado en estos casos es siempre de 5 a 10 dB inferior que el obtenido en la mastoides).

2. Se comienza a buscar el umbral óseo con el mismo procedimiento que el aéreo.

3. Una vez hecho esto hay que volver a tomar los umbrales ensordeciendo el oído opuesto.

Interpretación del audiograma

  • Normal: los tonos están todos entre 0 y 20 dB en todas las frecuencias con curvas ósea y aérea superpuestas .
Hipoacusia conductiva.
  • Hipoacusia de conducción: los tonos están bajo el umbral normal es decir entre 21-110 dB, para la vía aérea y normal para la vía ósea. La vía aérea se encuentra descendida, mientras la vía ósea se encuentra en límites normales. Existe una distancia entre las dos vías denominado brecha aérea-ósea (auditiva). Se aprecia en la otitis media y en la Otoesclerosis.
Hipoacusia neurosensorial.
  • Hipoacusia neurosensorial: los tonos están bajo lo normal tanto en vía ósea como aérea en las distintas frecuencias pero están superpuestas. La vía aérea y la vía ósea se encuentran descendidas y superpuestas una sobre otra. Se observa en el trauma acústico, la hipoacusia inducida por ruido, presbiacusia y en la enfermedad de Meniére.
Hipoacusia mixta.
  • Hipoacusia mixta: con vía ósea bajo el umbral normal pero con vía aérea en peor condición, es decir aún más baja que la vía ósea. Se aprecia la brecha aérea-ósea en los tonos graves debido al componente conductivo y una caída de tipo neurosensorial en los agudos, en los cuales existe una cuida conjunta de la vía aérea y de a vía ósea.

Audiometría tonal supraliminar

Las pruebas supraliminares se realizan utilizando tonos por encima del umbral de audición y van encaminadas a localizar el tipo de hipoacusia neurosensorial, es decir, sirven para determinar si una hipoacusia neurosensorial es coclear o retrococlear, basándose en el reclutamiento positivo en el caso de la coclear y la fatigabilidad en el caso de la retrococlear.

Esta técnica se utiliza siempre que se encuentre una hipoacusia sensorioneural uni o bilateral y permite así efectuar el diagnóstico diferencial entre una lesión sensorial (cortipatía) y una lesión neural (1° y 2° neuronas).

Ciertamente, la noción de distorsiones de la sensación sonora existen desde hace mucho tiempo, pero es, no obstante, el gran mérito de la audiología moderna haber permitido elaborar pruebas especiales para testear lo que pasa en el campo auditivo.

Permite evaluar las siguientes categorías de distorsiones:

  • Distorsión en el eje de la intensidad: Relación anormal entre sonoridad (sensación psíquica de intensidad) e intensidad física del sonido, es una distorsión de volumen conocida como reclutamiento.
  • Distorsión en el eje del tiempo: Duración de una sensación anormalmente larga, puede describirse como una especie de remanencia del oído. Después de para una estimulación sonora, el paciente continúa oyendo algo de manera anormalmente prolongada. Es un dato temporal. Esta distorsión se estudia mediante las pruebas de sonido interrumpido, la investigación del tiempo de latencia, el estudio del tiempo necesario para la adaptación, de la recuperación después de la fatiga, entre otras.
  • Distorsión en el eje de las frecuencias: Altura de un sonido anormalmente percibido, está distorsionada la sensación tonal, el oído aprecia distinto un tono del que le correspondería a la frecuencia determinada. Se descubre mediante el simple interrogatorio y la audiometría tonal normal. Se traduce en la percepción de una tonalidad por otra. La más conocida es la diploacusia.
  • Existencia de acúfenos o tinnitus, que afectan la inteligibilidad.

Reclutamiento

El reclutamiento es un fenómeno paradójico basado en la capacidad que poseen algunos oídos hipoacúsicos de no percibir el sonido a intensidades normales, mientras que por encima del umbral tienen capacidad para oír igual o aun mejor.

Desde la comunicación de Dix, Hallpike y Hood en 1948, se admite como seguro que el reclutamiento aparece cuando están alteradas las células del órgano de Corti, no encontrándose en las demás lesiones a lo largo de la vía auditiva. O sea cuando hay reclutamiento manifiesto hay una corticopatía o lesión en el órgano de Corti.

Estudio de las cortipatías

Existen pruebas realizadas dentro de la audiometría que son complementarias a la medición de los umbrales auditivos y que nos permiten orientar la etiología de la pérdida auditiva , pudiendo sugerir si la pérdida sensorioneural presenta una afectación coclear (pruebas de reclutamiento) o neural (pruebas de deterioro tonal o fatiga acústica).

  • Métodos por equiparación de volumen:

1. Balance biaural monotonal (Fowler).

2. Balance monoaural bitonal (Reger).

3. Curva de Fones.

  • Métodos de limen diferencial mínimo:

1. Moduladas.

Umbral de modulación (Lûscher-Zwislocki).

Prueba de North-Western (Jerger).

2. Rítmicas:

Prueba de Denes-Naunton.

3. Arrítmicas.

4. S.I.SI. (Jerger, Lassman y Hardford).

  • Métodos de investigación de umbrales sobre campo auditivo:

1. Umbral de Algiacusia.

2. Prueba de umbrales de intensidad (Watson y Tolan.

  • Métodos con enmascaramiento y ruido:

1. Prueba de Buine-Altes-Huizing.

2. Prueba de Langenbeck.

3. Prueba de Bocca.

  • Métodos de fatiga acústica:

1. Prestimulatoria-Adaptación (Hood).

2. Pruebas de fatigas pos-estimulatorias.

3. Prueba de deteriorización del umbral tonal o de Cahart (Tone Decay).

  • Método del umbral diferencial Automático:

1. Audiograma con audiómetro de von Békésy.

  • Métodos que relacionan intensidad con duración del estímulo:

Miskolczy-Fodor. R.I.T (relación intensidad tiempo).

Métodos para la investigación del reclutamiento más empleados:

1. Test de Fowler: es una prueba de equiparación de la sonoridad en los dos oídos, por lo que se llama equiparación biaural monotonal, en la misma se escoge una frecuencia cualquiera, generalmente la frecuencia 500 Hz y de 2000 Hz para comparar. La condición para realizarla es que exista una diferencia de audición de 30 dB entre los dos oídos. El examen debe realizarse con un audiómetro de dos canales.

2. Detección de pequeños cambios de intensidad (Prueba de S.I.S.I.): La prueba descrita por Jerger, Lassman y Hardford, es rápida, sencilla y muy fácil tanto para el paciente como para el técnico audiometrísta. Se basa en el uso de pequeños estímulos relativamente mantenidos y sin ritmo, no se emplean sucesivos estímulos modulados, disipándose así la sensación de golpeteo que tiene el enfermo con la modulación. Consiste en 20 incrementos de intensidad que aparecen de 5 en 5 segundos; cada incremento alcanza su máxima amplitud en 50 milisegundos y se mantiene durante 200 milisegundos para decaer al nivel inicial en otros 50 milisegundos. La intensidad de cada incremento es de 1 dB. El dispositivo especial del audiómetro se dispara de tal manera que cada 5 segundos aparece un salto de 1 dB que dura 300 milisegundos. La prueba se hace a 20 dB sobre el umbral.

Métodos para la investigación de la fatiga acústica más empleados:

En condiciones normales, la fibra nerviosa auditiva es capaz de transmitir el impulso nervioso en que se ha codificado el estímulo sonoro continuo, por lo menos durante 60 segundos sin fatigarse.

En la fatiga del VIII par se pueden distinguir dos fenómenos parecidos pero perfectamente separables: el fenómeno de fatiga posestimulatoria y el de fatiga prestimulatoria o de adaptación auditiva. Los dos fenómenos tienen gran importancia audiometrica. Se utilizan para determinar el topodiagnóstico de una lesión en el órgano auditivo. Ambos fenómenos son reversibles y se pueden considerar como una etapa preliminar a la hipoacusia inducida por ruido.

Estas pruebas se basan en la caída de la curva audiométrica después de una estimulación continuada. Toda excitación continuada trae aparejada una disminución de la respuesta nerviosa, hasta que la energía perdida se reponga mediante un proceso de recuperación.

1. Fatiga auditiva post-estimulatoria (Prueba de Peyser): Tiene lugar después de haber estimulado durante cierto tiempo el oído con una intensidad supraliminal. Se manifiesta por un descenso inmediato del umbral auditivo por comparación con el umbral primitivo después de la estimulación sonora del oído. Este fenómeno está en función de: la intensidad, la duración, la frecuencia estimulatoria y el estado coclear. Es más efectiva probando con tonos agudos que con graves. No solo se afecta una frecuencia determinada sino las vecinas. Especialmente la inmediata superior a la investigada. La lesión coclear aumenta la fatiga y hace que los períodos de recuperación sean más largos. Se emplea para determinar la "sensibilidad al ruido".

2. Adaptación auditiva o fatiga pre-estimulatoria (Prueba de deteriorización del umbral tonal o de Cahart "Tone Decay"): Es un fenómeno de atenuación de la sensibilidad durante un período de estimulación prolongada, o sea el oído sometido a un ruido de larga duración disminuye su sensibilidad. Se presenta únicamente cuando se excita el oído con un tono continuo.

Audiometría vocal o logoaudiometría

Mediante esta prueba se busca hallar la captación y la discriminación del oído para el lenguaje, estableciendo el porcentaje de palabras entendidas correctamente con la necesaria intensidad para que sean medidas y expresadas en decibeles relativos.

Sabiendo que los tonos más importantes que entran en la formación de las palabras son principalmente los 500, 1000 y 2000 Hz, se puede considerar este nivel tonal con objeto de comprender las dificultades de un sordo para captar la palabra hablada. Existen varias listas de palabras fonéticamente balanceadas que se emplean para realizar esta prueba, una de las mas empleadas en castellano son las de Tato.

Resultados:

Los resultados se anotan en un eje de coordenadas, en las ordenadas se anotan los porcentajes y en las abcisas las intensidades.

Cuatro umbrales se anotan en el gráfico:

1. Umbral de detectibilidad de la voz: Cuando se oye la voz pero no se entiende.

2. Umbral de detectibilidad de la palabra: Cuando se contesta correctamente la primera palabra.

3. Umbral de captación o inteligibilidad: Es la intensidad en al que se contesta el 50% de las palabras.

4. Umbral de discriminación o de máxima comprensión: En el sujeto con audición normal llega al 100%. Este umbral representa el mayor número de palabras repetidas correctamente.

5. Porcentaje de discriminación: Es el porcentaje de palabras comprendidas a un nivel de intensidad situado a 35 dB por encima del umbral de inteligibilidad (o sensibilidad).

Según Tato y col., en el oído normal el umbral de la voz es a 13 dB, el de la palabra 17, el de captación (50% de aciertos) a 33 y el de discriminación a 56 dB (significa que a esta intensidad el oído normal es capaz de entender toda la lista de palabras que se pasen en castellano). Si aumentamos más la intensidad, en el oído normal se seguirán contestando todas las palabras, según la intensidad, después la curva se satura y a grandes intensidades (más de 100 dB) decae por la distorsión de la voz. Esta misma saturación ocurre en cierta clase de sorderas, con menores intensidades.

En las hipoacusias de transmisión solo existe una barrera a la conducción del sonido, pasada esta la curva será igual que en el oído normal, solo estará desplazada.

En las hipoacusias sensorineurales la curva varía según el grado de sordera pero no llegará al 100% de discriminación y a veces cuando hay reclutamiento al aumentar la intensidad desciende (curva en campana).

En las hipoacusias mixtas, la curva varía de acuerdo con el componente conductivo y perceptivo que tenga.

La logoaudiometría además de indicar la inteligibilidad del lenguaje, sirve para mostrar la existencia de reclutamiento, siendo una de las pruebas empleadas para su estudio.

Acufenometría

Mide el acúfeno en función de su frecuencia o intensidad mediante equiparación con tonos pasados por el oído ipsi o contralateral al acúfeno.

Fuentes