Autoasasinofilia

Autoasasinofilia
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Concepto:Las personas que padecen esta parafilia logran excitación sexual ante situaciones que ponen en peligro la vida.

Autoasasinofilia. El logro de la excitación sexual depende del sometimiento a peligros mortales.

Autoasasinofilia

La autoasasinofilia es una parafilia extremadamente rara en la que un individuo experimenta excitación sexual o gratificación psicológica al fantasear con su propio asesinato o al planificar escenarios en los que sería víctima de un acto mortal autoinfligido. El término proviene de las raíces griegas auto- (uno mismo), asasino (asesino) y -filia (atracción). Aunque no está reconocida oficialmente en manuales diagnósticos como el DSM-5 o el CIE-11, se estudia en contextos clínicos y forenses como una variante peligrosa de conductas parafílicas.[1][2]

Características principales

Fantasías autodestructivas

La persona diseña o imagina rituales específicos donde su muerte violenta es el centro de la excitación sexual, a menudo vinculados a escenarios elaborados (ej. ser asesinado durante un acto sexual). Estas fantasías pueden incluir la participación de terceros, lo que aumenta el riesgo de resultados mortales.[1]

Componente sexual y riesgo vital

A diferencia de las tendencias suicidas convencionales, el placer erótico deriva de la idea de la propia muerte, lo que puede llevar a:

  • Autolesiones deliberadas.
  • Colaboración con terceros para recrear las fantasías, con alto riesgo de resultados mortales.[2]

Relación con otras parafilias

La autoasasinofilia suele coexistir con otras parafilias, como:

  • Asfixiofilia: Excitación por la privación de oxígeno.
  • Necrofilia: Atracción sexual hacia cadáveres.
  • Hipoxifilia: Placer por la reducción de oxígeno cerebral.[3]

Contexto clínico

Prevalencia

Es una condición extremadamente rara, con pocos casos documentados en la literatura médica. La falta de datos se debe en parte a su naturaleza peligrosa y al estigma asociado.[1]

Factores de riesgo

  • Historia de trauma infantil.
  • Trastornos de personalidad (ej. trastorno límite o antisocial).
  • Depresión grave o tendencias autodestructivas.[2]

Diagnóstico diferencial

  • Se distingue del suicidio por el componente sexual y la falta de deseo real de morir en etapas iniciales.
  • No debe confundirse con el masoquismo sexual, donde el dolor se busca sin implicar riesgo mortal.[3]

Tratamiento

Intervención psiquiátrica urgente

  • Hospitalización si hay riesgo inminente de autolesión.
  • Fármacos para controlar impulsos (ej. antidepresivos ISRS).[1]

Terapia psicológica

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Para modificar patrones de pensamiento autodestructivos.
  • Terapia de exposición: Reduce la asociación entre peligro y placer.[2]

Prevención de recaídas

  • Monitoreo continuo y redes de apoyo.

Casos documentados

En un estudio forense, Marshall et al. (2013) describieron a un paciente que contrató a un acompañante para simular su asesinato durante un encuentro sexual, resultando en su muerte accidental por estrangulamiento. Este caso subraya los riesgos letales de la condición.[4]

Enlaces externos

Referencias

Fuentes

  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5ª ed.). [2]. Consultado 31 de Enero de 2025.
  • Marshall, W. L., & Kennedy, P. (2013). Paraphilias and the role of fantasy in sexual offending. Journal of Forensic Psychology Practice, 13(4), 313-330. [3]. Consultado 31 de Enero de 2025.
  • Money, J. (1986). Lovemaps: Clinical concepts of sexual/erotic health and pathology, paraphilia, and gender transposition in childhood, adolescence, and maturity. Prometheus Books. ISBN: 978-0-87975-456-3. Consultado 31 de Enero de 2025.
  • World Health Organization. (2019). International Classification of Diseases (11ª ed.). [4]. Consultado 31 de Enero de 2025.