Añublo del arroz

Añublo del arroz
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Añublo del arroz o bruzone del arroz. Es una enfermedad provocada por el patógeno de las plantas Rhizoctonia solani, que se ve presente dentro de la siembra del arroz y que presenta varios riesgos para esta planta si no se controla a tiempo.

Introducccion y descubrimiento

El hongo Rhizoctonia solani causa el añublo de la vaina y se considera actualmente una de las principales enfermedades del cultivo en las regiones arroceras tropicales, subtropicales y templadas de Asia, África y América. En Colombia se han reportado pérdidas de más de 40 % cuando las condiciones para el desarrollo de la enfermedad son adecuadas.

En muchas regiones tropicales y subtropicales, la enfermedad cobró importancia, por dos razones:

  • La introducción de variedades de alto rendimiento, enanas, de abundante macollamiento, de período vegetativo corto y que respondían rápidamente al nitrógeno.
  • El empleo de altas densidades de siembra.

El añublo de la vaina es más grave en el sistema de riego que en el de secano. El patógeno está presente en todas las zonas arroceras y en condiciones de humedad y temperatura altas, puede lanzar un ataque severo.

Sintomatología

Añublo del arroz

Los síntomas se presentan inicialmente sobre las vainas y luego en las hojas de la base del tallo. Las lesiones típicas son de forma elíptica un poco irregular, de 2 a 3 cm. de longitud y de color verde grisáceo; tienen un centro blanco grisáceo y márgenes de color café rojizo.

Las lesiones pueden juntarse causando la muerte de las hojas superiores. Las manchas aparecen en la vaina de las hojas, cerca de la superficie del agua (en arroz de riego) o junto al nivel del suelo (en condiciones de secano). La enfermedad progresa rápidamente desde un comienzo, extendiéndose de la vaina hacia la hoja; en los ataques severos destruye el tallo. Con frecuencia se forman esclerocios que se diseminan fácilmente sobre la superficie de las manchas. La presencia de varias manchas grandes en una vaina causa, generalmente, la muerte de la hoja. Muchas veces, las plantas debilitadas por la enfermedad se vuelcan o acaman.

En el campo, la enfermedad suele presentarse en “parches” irregulares dentro del cultivo. Los síntomas se manifiestan, generalmente, a partir del período de más intenso macollamiento. La disminución del rendimiento por la enfermedad se ha estimado de varias maneras:

  • En la hoja bandera ha sido calculada en un 20 %. En ataques severos, cuando todas las vainas y láminas foliares están totalmente infectadas, esas pérdidas de rendimiento alcanzan el 40 %.
  • La reducción en el peso de los granos es el factor más importante de esas pérdidas.

Factores que favorecen la enfermedad

Los principales aspectos de un cultivo de arroz que propician la incidencia y la severidad del añublo de la vaina son los siguientes:

  • Siembra de variedades susceptibles.
  • Alto contenido de nitrógeno en la fertilización.
  • Altas densidades de siembra.

La principal fuente de inóculo son los esclerocios producidos por el hongo sobre las lesiones en hojas y tallos. Estos esclerocios sobreviven en el suelo y residuos de cosecha de un semestre a otro (de una campaña arrocera a otra). Los esclerocios se diseminan durante la preparación del suelo y más tarde, con el agua de riego. Flotan en el agua e inician la enfermedad al entrar en contacto con los tallos de las plantas. La infección comienza al nivel del agua y se extiende hacia la parte superior de la planta, atacando tanto la superficie como el interior del tejido vegetal. Al principio, la enfermedad se desarrolla en sentido vertical, extendiéndose hacia las vainas de las hojas superiores. Después se desarrolla horizontalmente e infecta los tallos vecinos. Si las condiciones ambientales no son favorables, es común encontrar una alta incidencia de la enfermedad, pero las lesiones causadas por ésta sólo en las vainas inferiores sin causar pérdidas de rendimiento.

La enfermedad es especialmente destructiva en condiciones de alta temperatura (28 a 32 °C) y de alta humedad relativa (más de 96 %). La temperatura de la planta depende de la temperatura ambiental; su humedad relativa, en cambio, está muy influida por la densidad de plantas del cultivo. A mayor densidad, mayor humedad relativa. La integración de factores agrometeorológicos y factores agronómicos es fundamental para diseñar una estrategia de manejo de la enfermedad. Agente causal del Añublo de la Vaina.

Como se señaló anteriormente esta enfermedad es causada principalmente por el hongo Rhizoctonia solani Khun. Está clasificado en el orden Agonomycetes y su estado perfecto se conoce como Thanatephorus cucumeris (Frank) Donk. Producen síntomas similares al añublo de la vaina varios microorganismos del género Rhizoctonia, entre ellas R. solani, R. oryzae, R. oryzae-sativae y las especies Sclerotium oryzae y S. hydrophilum. Se encuentran, con frecuencia, varios de estos patógenos atacando una misma planta. En las regiones tropicales de América Latina, por ejemplo, en Colombia, Venezuela y Panamá, el principal causante de esta enfermedad es R. solani que, con mucha frecuencia, se asocia con S. oryzae.

En el sur del continente (Uruguay, Argentina y Brasil) se encuentra principalmente R. oryzae-sativae asociado con S. oryzae. En Brasil es común encontrar las tres especies antes mencionadas causando una sola enfermedad.

Manejo Integrado del Añublo de la Vaina

Resistencia varietal

En el Instituto Internacional de Investigaciones del Arroz (IRRI, en inglés) situado en Filipinas, ha evaluado miles de líneas de arroz que, en su mayoría, han sido susceptible a este hongos. El resultado de la evaluación indica lo siguiente:

  • Las variedades índicas son, en general, más resistentes que las japónicas.
  • Las variedades de maduración tardía son más resistentes, posiblemente por el escape de la infección.
  • Las variedades de porte alto con pocas macollas son más resistentes que las de porte bajo con gran macollamiento.

Control agronómico

Algunas prácticas de cultivo propician la aparición del añublo de la vaina. Las principales son las siguientes:

  • Usar altas densidades de siembra.
  • Aplicar niveles altos de fertilización nitrogenada.
  • Sembrar variedades de ciclo corto, porte bajo y de abundante macollamiento.
  • Sembrar constantemente monocultivos (sin rotación).
  • Sembrar en fechas tales que las épocas de alta humedad relativa coincidan con períodos de gran susceptibilidad de la planta a la enfermedad.

El manejo adecuado de las prácticas antes mencionadas ayuda a disminuir la incidencia de la enfermedad.

Suelo

Cuando existe una fuente de inóculo en el suelo, se recurre a técnicas de control para reducir la cantidad de esclerocios que se hallan en el suelo. Sin embargo, tanto el número de esclerocios como su viabilidad se reducen cuando éstos son incorporados en el suelo a gran profundidad durante el fangueo. La reducción de la viabilidad se asocia con condiciones anaeróbicas y factores microbianos que prevalecen en el suelo después del fangueo. Actualmente se reporta una alta incidencia del añublo de la vaina en zonas arroceras donde se practica la preparación superficial del suelo en seco. Esta actividad mantiene viables los esclerocios que son diseminados luego por el agua de riego; inician la infección cuando las condiciones ambientales les son favorables.

Residuos

El manejo integrado del añublo de la vaina debe considerar todas las prácticas que tiendan a disminuir el inóculo primario, es decir, los esclerocios del hongo que llegan al suelo. La quema de socas reduce mucho la fuente de inóculo. La operación es efectiva si los residuos de la cosecha se dispersan uniformemente en el campo. La razón es que una quema muy uniforme destruye el mayor número posible de esclerocios. La incorporación de residuos a una profundidad de 20 a 30 cm., después de la quema, es recomendable. La inundación del campo, finalmente, establece un período anaeróbico prolongado que aumenta el porcentaje de destrucción de esclerocios y reduce, por tanto, la incidencia de la enfermedad. Se recomienda que el período mínimo de inundación sea de 15 días.

Fertilización

La fertilización nitrogenada debe basarse en la disponibilidad de los nutrientes del suelo y en las necesidades nutricionales de la variedad. La fertilización alta en nitrógeno favorece el desarrollo de la enfermedad y la fertilización rica en potasio reduce la severidad de ésta.

Control químico

El control químico ha sido la única solución para el problema del añublo de la vaina en muchas regiones arroceras del mundo, especialmente en Japón. Como se señaló anteriormente la enfermedad está presente en todo el ciclo del cultivo. Sin embargo, sólo las lesiones que se desarrollan de la cuarta hoja hacia la parte superior de la planta están asociadas con la pérdida del rendimiento. Se recurre al control químico cuando la infección alcanza la cuarta hoja. Esta situación se presenta, generalmente, de 5 a 15 días antes de la floración, según la variedad sembrada. Las lesiones se desarrollan rápidamente. Por consiguiente, el fungicida que se aplique debe ser de acción preventiva y curativa y debe tener residualidad prolongada.

El principal componente del manejo de esta enfermedad es la eliminación de los esclerocios que están en el suelo después de la cosecha.

Fuentes