Batalla de las Lomas de San Juan

La Batalla de las Lomas de San Juan
Información sobre la plantilla
Parte de Guerra Hispano-Estadounidense
Batalla de las Lomas de San Juan.jpg
Combate realizado por las tropas americanas en las Lomas de San Juan
Fecha 1 de julio de 1898
Lugar Lomas de San Juan
Resumen La Batalla de las Lomas de San Juan fue considerada la batalla más encarnizada y más importante de la guerra hispano-estadounidense desarrollada en la isla de Cuba.
Resultado Victoria del ejército norteamericano con el apoyo del ejército libertador.
Consecuencias Derrota del ejército español
Beligerantes
Estadunidenses y Cubanos Españoles
Comandantes
General Linares Generales Shafter y Wheeler
Fuerzas en combate
521 españoles y 2 cañones Entre 15 000 o 20 000 estadounidense y 12 cañones
Bajas
Alrededor de 600 españoles Entre 124 0 205 estadounidense y 200 cubanos

La batalla de las Lomas de San Juan fue la batalla más sangrienta y más famosa de la guerra hispano-estadounidense.

Antecedentes

Durante el 1 de julio de 1898, 521 soldados españoles recibieron la orden de resistir la ofensiva estadounidense, en las lomas de San Juan. El posicionamiento de las tropas españolas en la cima de la colina fue pobre, lo que dificulto los disparos de fusil para detener el avance enemigo. Dada esta circunstancia, apenas 300 soldados españoles lograron repeler entre 15 000 o 20 000 efectivos estadounidense. Las fuerzas norteamericanas se dividieron en tres divisiones. La primera división fue comandada por Jacob F. Kent, la segunda fue dirigida por Henry W. Lawton y la tercera por el general Samuel S. Sumner. Lawton recibió como tarea, moverse al norte y tomar la fortaleza española El Caney, una vez alcanzado este objetivo, se uniría al ataque de las lomas de San Juan.

Desarrollo

En el afán de tomar cuanto antes Santiago de Cuba, el ejército estadounidense decidió atacar las líneas defensivas de El Caney y San Juan, para romper estas posiciones fortificadas y entrar a la ciudad. Mientras que la división del general Lawton marchaba contra El Caney, el grueso del ejército invasor se dirigió hacia San Juan. Los soldados estadounidenses, apoyados por 12 cañones Hotchkiss, se desplegaron frente a las posiciones españolas, en donde se encontraban apostados 1700 españoles pertenecientes a los regimientos Talavera, Asia, Constitución, Puerto Rico y a la marina.

El 1 de julio comienzan las acciones bélicas en El Caney y en San Juan. Las divisiones de los generales Wheeler y Kent iniciaron el despliegue apoyándose en la brigada de Sumner, que intentaba cruzar el río San Juan para envolver las posiciones defensivas. Los españoles observan la maniobra, y el general Linares ordena reforzar la loma de San Juan y la posición de Canosa.

La artillería española, al mando del coronel Díaz Ordóñez, se despliega en la loma de San Juan y logra contrarrestar el fuego de la artillería estadounidense. Los disparos españoles silencian durante un rato los cañones enemigos, los cuales, se encontraban escondidos entre la vegetación de la manigua. Las trincheras españolas realizan un fuego denso y continuo, que provoca un gran número de muertos y heridos. Mientras, los estadounidenses avanzan por el flanco derecho de la loma ejecutando un fuego intenso, que provoca muchas bajas en el regimiento Talavera. Nuevamente los cañones españoles salvan la situación, conteniendo el avance enemigo. Sin la ayuda de sus baterías, el avance norteamericano es recibido por el fuego de los dos cañones y de los Mauser españoles, pero pronto la munición de las dos piezas comienza a agotarse.

En el combate de las lomas de San Juan los españoles lucharon arduamente por proteger la fortificación militar que se encontraba en esa zona.

Los planes de las tropas norteamericanas se han visto seriamente afectados a causa de la fuerte resistencia encontrada. Los invasores se percataron del error que cometieron al enviar sobre El Caney las fuerzas comandadas por Lawton. Por ende, se ordenó a Lawton cesar la acción y regresar de inmediato. Sin embargo, este, con el anhelo de no dejar escapar la oportunidad de alcanzar su propia victoria, desobedece la orden y pone en riesgo las operaciones sobre el verdadero objetivo.

Los españoles, tras haberse defendido con gran valor, han sufrido numerosas bajas y se ven obligados a retirarse hacia nuevas posiciones, permitiendo a los norteamericanos conquistar la colina. Los estadunidenses colocan tres ametralladoras y provocan múltiples bajas españolas. Poco después, se une el fuego de la artillería, la cual había sido anulada hasta el momento por las tropas hispanas. Seguidamente, los americanos lanzan un asalto a las trincheras enemigas. La situación para los españoles se vuelve insostenible, pues la mayoría de los defensores se encuentran muertos o heridos, y no cuentan con la posibilidad de recibir refuerzos. Tal escenario propicia la retirada hacia la segunda línea defensiva, pero en ese momento, cuando parece que el avance norteamericano va a continuar sobre esta línea, se produce un inesperado contraataque español.

Esta iniciativa detiene el avance americano, y estos, ante el temor de recibir nuevos contraataques, toman la determinación de reforzar sus posiciones en todo el frente. Aunque el ejército español lucho duramente y provocó un alto coste a las tropas estadunidenses, las cuales se encontraban cerca de un terrible desastre militar, no pudieron evitar la caída de las lomas de San Juan, pues los soldados americanos, junto a sus aliados cubanos que participaron en la acción al mando de Calixto García; asaltaron y aniquilaron la resistencia que quedaba en San Juan.

Fuentes