Benjamín Coronado Córdova
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Benjamín Coronado Córdova fue un joven maestro boliviano que fue uno de los combatientes caídos en Bolivia. Además fue militante del Ejército de Liberación Nacional. Muere ahogado en Río Grande el 26 de febrero de 1967.
Síntesis biográfica
Nació en la ciudad de Potosí, capital del departamento del mismo nombre, el 30 de enero de 1941. Era inquieto, cariñoso, muy chistoso y buen hijo, así calificaba Geraldina al menor de sus cinco hijos.
Infancia y juventud
Se integró a la guerrilla de Ñacahuasú 10 días antes de cumplir 26 años. Los hermanos Coco, Roberto, e Inti, Guido Alvaro Peredo Leigue, viejos camaradas de Benjamín, habían establecido contacto con él en la fase preparatoria de la lucha armada en Bolivia. Este joven ejercía su magisterio en una humilde escuelita de La Paz. Quienes le conocieron afirman que a su carácter juvenil se unían cualidades como gran solidaridad humana, firmeza para defender sus convicciones y gran espíritu emprendedor.
Como limitante solo tenía su físico, no muy robusto. Benjamín se educó en La Paz y mostró desde pequeño inquietudes por la situación social de su pueblo. Cuentan que en el colegio Don Bosco, donde había cursado la primaria y secundaria, los curas se molestaban ante las preguntas del muchacho de por qué se cobraban las misas y los bautizos.
Empezó la Escuela Normal y se hizo maestro. En esa época comenzó su lucha.
Después vino la militancia en la Juventud y el Partido. Ingresó al Partido Comunista de Bolivia (PCB). Fue un luchador incansable por la justicia social como militante de las Juventudes comunistas. Ante la necesidad de una preparación militar para cumplir con tareas internacionalistas, participó activamente en un cursillo de entrenamiento guerrillero que efectuado en Cuba.
Conoció a Ernesto Che Guevara y, a la llegada de este a Bolivia se alistó en sus tropas guerrilleras en el campamento de Ñancahuazú el 21 de enero de 1967.
Labor revolucionaria
Cuando arribó al campamento, el Che Guevara escribió en su diario:
Durante veinticinco días Benjamín enfrentaría las agotadoras jornadas de marchas y contramarchas que, en un terreno cada vez más abrupto, desarrolló el grupo guerrillero en la primera etapa del avance a través de las montañas.
Muerte
Aquel fatídico 26 de febrero de 1967 los combatientes estaban bastante débiles por la falta de comida y la dura marcha. Se ahogó en Río Grande ante los desesperados esfuerzos de sus compañeros por salvarle la vida.
Su cuerpo fue sepultado envuelto en la bandera del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, como había pedido reiteradamente a sus familiares más cercanos.