Biblioteca de la Real Academia de la Historia

Biblioteca Real Academis de la Historia de España.
Información sobre la plantilla
Institución con sede en España
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Fachada de la biblioteca
Fundación:1738
Apertura:17 de junio de 1738
Tipo de unidad:Centro de investigación y estudio.
País:España

Biblioteca Real Academia de la Historia. Es un centro de investigación de primer orden e indispensable para el estudio e investigación de la historia de España y de la América hispánica.

Generalidades

El fondo impreso de la Biblioteca se han ido adquiriendo por donación de bibliotecas particulares, por compra y por las publicaciones de los propios académicos, autores y entidades editoras.

Destacan cerca de doscientos incunables de extraordinaria importancia. Entre los legados por parte de los señores académicos, conviene resaltar el de don Eduardo Fernández de San Román, marqués de San Román, que se incorporó a los fondos en 1888 con obras de tema diverso, especialmente de carácter militar.

El segundo gran legado es el de don Ángel Ferrari Núñez, fallecido en 1986, cuya biblioteca particular alcanzaba los 30.000 volúmenes entre libros, folletos y revistas. Un tercer fondo importante lo constituyen las publicaciones periódicas, cuyo número y actualidad se incrementa al ser recibidas en su mayoría por intercambio con el Boletín de la Real Academia de la Historia.

Sala de Lectura

El fondo manuscrito, por su parte, está formado por más de un centenar de colecciones, procedentes en su mayoría de donaciones de particulares. Son de características y personalidad muy distintas unas de otras, contando cada una con instrumentos de descripción propios. Destaca la colección de Códices, que contiene en torno al centenar de ejemplares procedentes de los monasterios de San Millán de la Cogolla y San Pedro de Cardeña, entre los que destaca el Códice Emilianense, del siglo X, con las glosas al margen del texto latino que contienen las primeras palabras escritas en castellano y en vasco.

También destacan un magnífico Beato miniado del siglo XI y unas Etimologías de San Isidoro del siglo XII-XIII con un interesante mapamundi. Los manuscritos e impresos árabes se distribuyen en las colecciones de Codera y de Gayangos, esta última con un importante número de manuscritos aljamiados.

Otro gran fondo documental es la colección del Diccionario Geográfico-Histórico correspondiente a este gran proyecto de la Academia en el siglo XVIII, para el que se reunió muchísima documentación que luego sólo se publicó en parte. Sin embargo, la colección documental más copiosa es, sin duda, la recopilada por don Luis de Salazar y Castro, especialmente interesante para los estudios genealógicos, llegada a la Academia en 1850, y compuesta por más de mil seiscientos volúmenes que sobrepasan los setenta y ocho mil documentos.

El fondo impreso de la Biblioteca consta ya de más de cuatrocientos mil volúmenes El fondo manuscrito, por su parte, está formado por más de un centenar de colecciones Colección Luis de Salazar y Castro compuesta por más de mil seiscientos volúmenes que sobrepasan los setenta y ocho mil documentos, es la más importante de las colecciones con las que cuentan.

Descripción

Salón de actos

El fondo impreso de la Biblioteca consta actualmente de más de cuatrocientos mil volúmenes, entre ellos doscientos incunables, incorporados por compra, donación o legado de académicos, personas particulares, instituciones y editoriales, o bien por intercambio con el Boletín de la Real Academia de la Historia: este último procedimiento permite mantener una amplia colección de publicaciones periódicas. Entre los legados hechos por señores académicos destacan dos: el de don Eduardo Fernández de San Román, marqués de San Román, que se incorporó a la Biblioteca en 1888, y el de don Ángel Ferrari Núñez, cuya biblioteca, especializada en historia medieval, está formada por 30.000 volúmenes.

El fondo manuscrito está formado por más de un centenar de colecciones de características y contenido muy diversos, todas ellas dotadas de los correspondientes instrumentos de descripción. Destaca la colección de códices, con más de cien ejemplares, entre ellos algunos tan singulares como el Códice Emilianense, del siglo X, en cuyas glosas marginales se hallan las primeras palabras escritas en castellano y en vasco, un Beato miniado del siglo XI, unas Etimologías de San Isidoro de los siglos XII-XIII, y el conjunto de los manuscritos en árabe y aljamiado procedentes, en su mayoría, de las colecciones de los académicos don Pascual Gayangos y don Francisco Codera.

La mayor parte de las colecciones contienen los trabajos de investigación de los propios académicos y otros historiadores de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX. La de mayor volumen es la formada por don Luis Salazar y Castro a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, que ingresó en la Academia en 1850, integrada por más de mil seiscientos volúmenes con setenta y ocho mil documentos y crónicas medievales y de los siglos XVI y XVII. La colección se ideó para llevar a cabo estudios genealógicos pero posee gran valor para la investigación de los más diversos aspectos de la historia de España, lo mismo que la llamada colección Pellicer o “de grandezas de España”.

Hay varias colecciones especialmente importantes para la historia de América. La primera, sin duda, es la formada por don Juan Bautista Muñoz, comisionado por Carlos III para escribir una historia de la América española y fundador del Archivo General de Indias. La colección ingresó en la Academia en 1818.

Destacan también las colecciones relativas a la historia y actividades de la Compañía de Jesús en España y en las misiones ultramarinas entre los siglos XVI y XVIII: la llamada Biblioteca de Cortes y la colección Jesuitas. O la formada desde el siglo XIX con los informes de las Comisiones Provinciales de Monumentos, especialmente útil para la historia de la arqueología y las artes.

Nuevas donaciones o adquisiciones de fondos para la historia de los siglos XIX y XX han enriquecido la Biblioteca en los últimos años. Entre ellos destacan los archivos de don Ramón María Narváez, don Eduardo Dato, don Natalio Rivas, don Álvaro Figueroa, conde de Romanones, o el de la Institución Libre de Enseñanza, y los legados de don Pedro Laín Entralgo, don Fernando María Castiella y don Jaime de Piniés Rubio.

Historia

La Real Academia de la Historia comenzó como reunión literaria de amigos, en el año 1735. Los contertulios se dirigieron a Felipe V para que autorizara sus reuniones y el monarca les concedió su protección. Con ello, la tertulia ya especializada en la investigación del pasado quedó convertida en Real Academia de la Historia. La autorización la dio Felipe V por Real Cédula de 17 de junio de 1738.

Desde entonces, la Academia gozó de la real protección como las demás corporaciones análogas, vínculo institucional que perdura, al ser Su Majestad el Rey Patrono de todas la Reales Academia creadas, todas ellas, a partir de la acción ilustrada que, en el siglo XVIII, culminó en la fundación de las tres más antiguas: Española, de la Historia y de Bellas Artes de [San Fernando (Cádiz)|San Fernando]].

La Real Academia de la Historia cuenta con subvenciones de los ministerios de Educación y Cultura, para favorecer la investigación y demás tareas, y tiene también protectores privados. La Academia posee una espléndida Biblioteca-Archivo con códices, manuscritos e incunables de inestimable valor científico, bibliográfico y documental.

La reina Sofía en visita Biblioteca

Proyectos en colaboración

Atlas cronológico de la Historia de España (ACHE)

Según consta en los Fastos publicados en 1739, tras su primer año de vida como institución fundada por Real Cédula firmada en el Palacio del Buen Retiro el 17 de junio de 1738, la Real Academia de la Historia se propuso emprender una obra académica "ajustando los sucessos a la más exacta Chronología, y llenando de noticias Geographicas antiguas, y modernas, hasta aquí tan deseadas, y nunca bien escritas."

El 19 de abril de 2007, la Real Academia de la Historia suscribió un convenio con el Grupo Editorial SM para la elaboración de materiales de calidad académica que faciliten no solo la enseñanza de la Historia en el sistema educativo, sino que contribuyan a dotar a esta disciplina de una mayor difusión y acercamiento a la sociedad. El primero de estos materiales ha sido el Atlas Cronológico de la Historia de España (ACHE), que recoge en su edición en papel los 14.000 acontecimientos más importantes en la Historia de España desde el año 1.350.000 a. de C. hasta las elecciones generales de marzo de 2008.

La obra en papel, de cerca de 500 páginas con más de 300 mapas nuevos y más de 600 ilustraciones históricas, se ve complementada por materiales adiciones y posibilidades de interactividad en el dominio www.atlasache.es , cuya clave de acceso de otorga con la obra en papel. El Atlas Cronológico de la Historia de España (ACHE) cubre un vacío en la producción historiográfica española, ya que actualmente no existe en el mercado una obra de referencia de este estilo que establezca una secuencia de hechos históricos significativos, georreferenciados con precisión y descritos de una manera objetiva.

Legislación histórica de España

En colaboración con la Subdirección General de Archivos -que recuperó y puso en marcha un proyecto que yacía olvidado en el servidor del Ministerio y que facilitó la digitalización de los fondos del Archivo Histórico Nacional-, con la Subdirección General de Tratamiento Informático -que diseñó la página electrónica, preparó el tratamiento informático y se hizo cargo del mantenimiento-, la Biblioteca Nacional -cuya dirección asumió la microfilmación de los importantes fondos legislativos que conserva-, la Real Academia de la Historia, la Universidad Autónoma y los Archivos Estatales han desarrollado el proyecto Legislación histórica de España.

Es una colección de documentos en los que se combinan el carácter normativo y una cierta generalidad, y que recoge toda clase de normas, incluyendo la legislación promulgada en nombre de los príncipes que reinaron en parte o todo el actual territorio español. Comienza con los códigos góticos, continúa con las leyes de los reyes medievales y las de la Monarquía de España, conocida en el siglo XVIII como Reino de España e Indias, hasta llegar a las once de la noche del 24 de septiembre de 1810 en que se promulgó el primer decreto de las Cortes de Cádiz.

El Ministerio de Cultura apoyó una iniciativa que el equipo de investigadores continuará mientras los rendimientos lo justifiquen. Sin esperar a este momento, el proyecto queda en manos de la sociedad que decidirá de su revisión, sin duda necesaria, y de su ampliación. La Real Academia de la Historia, a través de su Comisión de Legislación histórica de España creada por acuerdo de Junta del 28 de noviembre de 2003, ha asumido la responsabilidad de su actualización y el Ministerio cuidará del mantenimiento informático.

Colecciones particulares

Entre los numerosos fondos existentes sobre América, hay que destacar las siguientes colecciones:

  • Colección Múñoz
  • Colección Memorias de la Nueva España (o Boturini).
  • Colección Mata Linares
  • Colección Bucareli
  • Colección manuscritos sobre América consta de 8 volúmenes de manuscritos e impresos de los siglos XVIII y XIX, relativos en su mayor parte a la Nueva España y al Perú, aunque también contiene papeles rioplatenses.
  • Colección papeles varios sobre América: se trata de once legajos sobre una miscelanea temática centrada en los finales del XVIII
  • Colección Francisco de Aguirre
  • Colección José Celestino Mutis: cinco legajos procedentes del Jardín Botánico
  • Colección Pablo Morillo, Conde Cartagena
  • Colección Vizconde de Torata
  • Colección Caballero de Rodas
  • Colección Cesaréo Fernández Duro

Existen númerosos fondos americanistas en otras colecciones como la Colección Salazar y Castro de heráldica y genealogía; la Colección Jesuitas , la Colección Ajofrín (o de los Capuchinos del Prado)etc...

Fuentes