Bodega "El Convenio" (Sancti Spíritus)
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Bodega El Convenio. Situada en la añeja ciudad colonial -frente a la fachada principal de la Iglesia Mayor-, esta construcción esconde antiquísimas pinturas murales atrapadas debajo de varias capas de lechada de cal.
Historia
Su origen se remonta a 1736, cuando un protocolo refleja que Fernando de Pina Celis —albacea testamentario de Alonso López de Medina— había fabricado la casa en el paño de tierra y solares que tenía, frontero a la puerta principal de la Iglesia Mayor. A continuación de ese documento, otro, del Anotador de Hipotecas, la describe como casa de guano y solares que linda con Cristóbal de Valdivia.
Fernando de Pina —hijo del capitán español Roque de Pina y de Juana Valenzuela— había llegado a Sancti Spíritus procedente de Santiago de Cuba. Aquí se casó con Micaela Fernández-Morera Lobato de Figueroa, en la Parroquial Mayor, el 18 de abril de 1712.
- Tuvieron siete hijos:
- Roque, José,
- Miguel,
- Juan Bautista,
- María Candelaria,
- Mariana y Petrona.
En 1740, el santiaguero, que estaba demente, se suicidó. Su viuda dictó testamento veinte años después y destacó entre los bienes varios esclavos, la hacienda Luis Gutiérrez y su casa, que describió como “un caedizo cobijado de teja con sus tapias de ladrillos y mezcla”, gravada con una capellanía por su difunto esposo. Tal vez, el alero tejaroz y la parte superior de los vanos presentes en la actual edificación, correspondan a la vivienda mencionada en 1760.
El 31 de julio de 1789 se concedió el permiso que solicitaba Fernando de Pina —nieto de aquel— para hacer un portal delante de su casa, enfrente de la puerta principal de la Iglesia Mayor, de cuatro varas de ancho.
La mansión continuó en manos de la familia Pina hasta 1860, cuando las hermanas Micaela Josefa y Josefa Manuela —que la habían adquirido en 1858 por la partición de bienes de Miguel de Pina7 — la vendieron por 12 000 pesos a los hermanos José María y Félix Madrigal Echemendía.La transacción menciona el gravamen que pesaba sobre la edificación desde la época del bisabuelo, Fernando de Pina.
Como único dueño quedó en 1875 Félix Madrigal y la alquiló a Bartolomé Vergara, quien fundó en 1882 la tienda de víveres El Convenio y, diez años más tarde, constituyó la Sociedad Mercantil de B. Vergara y Cía. Después de tener varios propietarios, Ricardo Souto Grande compró el comercio y formó, en 1919, otra sociedad con Casimiro García Monclús.
Hasta ese año, la edificación conservó su antigua hechura, porque Ángel Souto Grande se la compró a su hermano Ricardo —a la mitad del precio anterior, debido a que el país estaba en depresión—, y decidió modernizarla y ampliarla: le sustituyó el portal de madera y tejas por el actual de hormigón; en la parcela aledaña (hoy Jesús Menéndez # 4) hizo su casa y en lo que era el fondo del Convenio construyó dos viviendas (Honorato # 63 y 65).
Ángel Souto se la vendió en 1941 a Santiago Castelló Marín. En fecha no determinada aún, el negocio era de una compañía donde figuraba un empleado de confianza de los Souto —de apellido Maza—, que se suicidó por causas desconocidas, lo que constituye el segundo hecho de este tipo ocurrido en torno al inmueble. Este magnífico exponente de más de dos siglos de existencia, conserva gran parte de los muebles antiguos de riquísimas maderas cubanas, como mudos testigos de lo que no nos ofrecen los documentos.
Fuentes
- A. P. H. S. S. Fondo José María Echemendía, Tomos 1735-1737, Folios 149-151.
- Archivo de la Iglesia Parroquial Mayor de Sancti Spíritus, Trascripción de Valle, Libro 1, Segunda parte, Inscripción 817.
- Rafael Félix Pérez Luna: Historia de Sancti-Spiritus, Parte 1.ª, p. 423.
- Testimonio ofrecido por Juan Manuel Puig Batista, trovador y constructor en la Brigada de Monumentos, de 1983 a 1988, muy conocedor de los rincones espirituanos.
