Bordado mallorquín

Bordado mallorquín
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Concepto:El punto mallorquín forma parte de la historia del bordado popular de Mallorca. Cabe señalar que aunque sea popular, el bordado es un trabajo exquisito que se asemeja a las artes suntuarias. Como suele decirse, el arte popular es aquel realizado por el pueblo, y el punto mallorquín responde directamente a esta definición.

Bordado mallorquín El taumatropo es un juguete óptico inventado en 1824 por John Ayrton Paris en Inglaterra, para demostrar la persistencia de la retina. Consiste en un disco con dos imágenes diferentes en ambos lados y un trozo de cuerda a cada lado del disco. Al estirar la cuerda entre los dedos, el disco gira y cambia de cara rápidamente, lo que provoca el juego óptico de ver las dos imágenes complementadas en una sola. El taumatropo fue el precursor de otros instrumentos más complejos como por ejemplo el zootropo y el praxinoscopio, precursores, a su vez, del cine. Se presenta en un estuche con diez discos diferentes y un breve folleto con su historia y uso.

Descripción

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“El bordado mallorquin, o “punto mallorquín”, es característico de las Islas Baleares y nos recuerda más a los realizados al otro lado del Mediterráneo, a los de Persia o la India, que a otros geográficamente mas próximos. Antiguamente se empleaba la tela de lienzo casero tejida en casa, normalmente de color blanco. Se empleaban dos tonalidades de un mismo color – azul turquesa, miel o rojo caldera. Los motivos eran grandes, flores que recuerdan el tulipán, la alcachofa o la granada, como si estuvieran cortadas por la mitad. Los espacios se rellenaban con hojas de parra o rosal trepador, no dejando ver a penas el fondo de la tela. Estos bordados se utilizaban para adornar las ropas del hogar, y especialmente el rebocillo, un velo para cubrir la cabeza de las mujeres, actualmente usado solo como parte del traje regional típico de las islas. Se cubría totalmente de bordados alrededor de un eje, como si fuera el árbol de la vida, lo cual tiene mucha lógica dado su temática vegetal. Era frecuente que los hombres fueran los encargados de bordar..

Historia

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Antiguamente la tela de base era el lienzo casero -telas de lino tejidas en casa-. Actualmente se utilizan telas de lino fino. Los hilos de bordadura eran de estambre y lino. Hoy en día se emplean madejas de algodón mouliné. En origen se empleaba un solo color en una o dos tonalidades: azul turquesa, miel o rojo caldera. Durante los años 40 a 60 era frecuente utilizar toda la gama de colorido media, siempre con tonalidades suaves, creando unas piezas de policromía muy llamativa.

Los motivos son siempre vegetales, flores, frutos y hojas unidos por líneas de tallos ondulantes, nunca muy cerrados, que recuerdan los zarcillos de la vid. Los elementos vegetales, no son naturalistas, sino que están extraordinariamente estilizados. Los motivos en las piezas son grandes y parecen flores que recuerdan el tulipán, la granada o la piña, como si estuviesen cortadas por la mitad. Los espacios se llenaban de hojas que parecen de rosal trepador o de parra, no dejando apenas ver la tela del fondo. Después se hicieron más pequeños y aparecieron las garsas (puntos de adorno (cordoncillo, punto de cruz, punto del diablo) en los espacios que quedan libres en los motivos). La cantidad de motivos utilizados no es muy grande, pero la variedad de combinaciones es tal que parece que su número es mucho mayor. Los remates son siempre sencillos, un dobladillo sencillo o con vainica ciega, los puntos empleados son muy sencillos.

Pasos

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Para la ejecución empieza por seleccionar una tela fina. En ella se dibujan los motivos. Se coloca la tela o pieza en un bastidor pequeño (el tambor debe quedar muy tenso, se trabaja mucho mejor) y se trabajan todos los perfiles de cadeneta, en un solo color , con un ganchillo muy fino o bien con aguja, sosteniendo el hilo por debajo de la tela con la mano izquierda (si se es diestro) y se teje a través de la tela, siguiendo el dibujo. Una vez terminados los perfiles se van rellenando las hojas con punto escapulario, que no perfora la tela sino que engancha las cadenetas, alternando las tonalidades claras, medias y oscuras del color elegido. Por ultimo se rellenan los espacios de las flores grandes con punto de cruz, cada una diferente dejando volar la imaginación…”.


Fuentes