Bursitis Hamular

Bursitis hamular
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La Bursitis hamular es una nueva entidad patocrónica que cuando está presente es responsable de manera primaria del dolor craneofacial referido, siendo muchas veces enmascarado como dolor miofacial en trastornos temporomandibulares (Ttm). (5) (6) dientes retenidos, neuralgias del trigémino y glosofaríngeo, clasificaciones del complejo estilohioideo, inflamación del ligamento estilomandibular, tumores, quistes e infecciones del oído medio.

Bursitis hamular: Es una entidad patológica recientemente notificada en el área hamular y que debe ser vinculada al diagnóstico por exclusión en trastornos temporomandibulares (T.T.M.) y patocromías auditivas, nasales y de la garganta, debido a la sintomatología semejante a las de otras condiciones que afectan a la región craneocervicofacial. La bursitis del proceso hamular es una entidad dolorosa que se presta fácilmente a confusión con las neuralgias del glosofaríngeo o del trigémino que genera disconfort en la orofaringe con sintomatología heterotópica referida y patrón ipsilateral de la cara. Esta patogenia, en estadios crónicos, puede ser responsable de la amplificación del dolor percibido por efecto de excitación central. La Bursitis hamular es una nueva entidad patocrónica que cuando está presente es responsable de manera primaria del dolor craneofacial referido, siendo muchas veces enmascarado como dolor miofacial en trastornos temporomandibulares (Ttm). (5) (6) dientes retenidos, neuralgias del trigémino y glosofaríngeo, clasificaciones del complejo estilohioideo, inflamación del ligamento estilomandibular, tumores, quistes e infecciones del oído medio.

Origen

Se origina en la espina del esfenoides, de la fosa escafoidea, del músculo tensor del tímpano y del borde óseo lateral del surco esfenoideo. La zona medial del tensor del velo palatino “dilatador de la trompa “descrita por Gray en 1918. (3) Se origina en el tercio posterior y medio de la trompa de Eustaquio en su pared membranosa lateral. Estos músculos descienden a lo largo de la superficie lateral del constrictor superior de la faringe y medial al músculo pterigoideo interno para luego reducirse y converger en el Hámulus pterigoideo en un fuerte tendón que se curva alrededor de este proceso en una muesca lateral profunda y se dirige medialmente para insertarse de manera horizontal en el paladar blando, luego se expande como un abanico que corresponde a la aponeurosis palatina.

Etiología

La injuria de la bursa del músculo tensor del velo palatino y dilatador de la trompa provocará inflamación y dolor local o referido cada vez que en el paladar blando hay tensión. La etiología precisa no es conocida pero la historia de trauma parece ser común en todos los pacientes con esta patología. La intubación durante una cirugía con anestesia general, el acto de tragar un bolo alimenticio demasiado grande, usar una prótesis dental sobreextendida al proceso hamular, el trauma por cepillado dental, la bulimia y el fallatio por abuso sexual en pacientes niños, pueden generar esta sintomatología. El dolor puede perpetuarse cada vez que el paciente se toca con los dedos o la lengua la zona que duele. Algunas veces el paciente reporta impedimento para deglutir sólidos, lo que lo obliga a alimentarse con líquidos, esto puede ser confundido con neuralgia del glosofaríngeo. Algunas personas presentan un proceso hamular prominente, lo que los expone más fácilmente al trauma de esta zona.

Sintomatología

El dolor es muy variado y puede ser de tipo primario o heterotópico ipsilateral, entre los que se puede encontrar: dolor de oído, sensación de oído tapado, dolor y dificultad al tragar, intensificación de la sensación gustativa, dolor en el paladar blando, dolor en el proceso hamular, dolor de garganta, dolor mandibular, dolor dental, sensaciones de quemadura, dolor tipo picadura en la mejilla, dolor retroorbital, cefalalgias y parestesia. Desafortunadamente la respuesta al manejo farmacológico con relajantes musculares, anticonvulsivantes y AINES es pobre.

Diagnóstico

El dolor que proviene de la garganta puede originarse en varias estructuras asociadas que demandaran del profesional un profundo examen en el proceso diagnóstico. El diagnóstico es un proceso crítico en el que el error u omisión diagnóstica conlleva a la falla del tratamiento. Es importante un acercamiento en el diagnóstico que debe ser por exclusión, haciendo énfasis en el examen físico y la historia reportada del problema.. El examen físico y visual de las estructuras asociadas como la articulación temporomandibular, la musculatura pericranial y cervical, el complejo estilo-hioideo, el ligamento estilomandibular, el tendón del temporal, el ganglio esfenopalatino y la glándula parótida debe realizarse pues la sintomatología craneofacial es similar en estas patologías y en la bursitis hamular, siendo de vital importancia el diagnóstico diferencial con estas estructuras.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico del dolor craneofacial está condicionado al manejo interdisciplinario por lo confuso de su presentación especialmente en la ausencia de signos únicos y objetivos. La bursitis es una entidad patológica recientemente notificada en la zona hamular y que debe ser vinculada al diagnóstico por exclusión en desordenes temporomandibulares (DTM) y patologías de oído, nariz y garganta, debido a la sintomatología similar a la de otras condiciones que afectan la región de cabeza y cuello. La bursitis del proceso hamular es un patología dolorosa que puede fácilmente ser confundida con neuralgia del glosofaríngeo o del trigémino que genera gran incomodidad en la orofaringe con sintomatología heterotopica referida y patrón ipsilateral a cara. Esta patología en estados crónicos puede ser responsable de la amplificación del dolor percibido por efecto de excitación central. En este reporte se presentan dos casos clínicos de Bursitis Hamular y su manejo terapéutico conservador. El reconocimiento de la inflamación de la bursa del tendón del músculo tensor del velo palatino suministra al especialista una herramienta más en el manejo del dolor craneofacial.

Tratamiento

El tratamiento puede ser conservador o quirúrgico, siendo el primero habitualmente muy efectivo. En el tratamiento conservador se debe eliminar el origen del trauma local como primera medida (si existe una prótesis dental mal elaborada irritando el proceso hamular debe ser adaptada) y recomendar dieta blanda. Luego de la identificación y solución de la etiología se puede utilizar 1 ml de cortisona sintética inyectada en la región hamular, previa anestesia; adicionalmente el uso de AINES para el manejo del dolor. Se debe realizar el control cada dos semanas para determinar si se necesitan otras infiltraciones de acuerdo a la recuperación monitoreada en el paciente hasta la resolución de la patología. Normalmente con una infiltración la patología se resuelve.

Fuentes

  • roderic.uv.es/handle/10550/35890
  • scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1698-69462006000400007