Cabros de mierda (película)
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Cabros de mierda es una película chilena que cuenta como la población lucha por sobrevivir en una situación de normal anormalidad, entre ollas comunes, niños sin padres y las primeras grandes protestas contra la dictadura de Pinochet.
Sinopsis
1983. Chile. Poblado de La Victoria. Gladys, una joven con carácter, atractiva y valiente llamada Gladys “La Francesita”, vive con su madre y con su hija en un barrio marginal de Santiago en plena dictadura de Pinochet. La familia acoge en su casa a Samuel Thompson, un ingenuo y joven misionero norteamericano que viene a predicar la palabra de Dios y las bondades del progreso para este país del tercer mundo.
Que dice la crítica
- Javier Ocaña: Diario El País: "El contexto en el que se desarrolla la narración resulta mucho más interesante que la narración en sí. (...) Pese a su (...) su loable trabajo sobre la memoria, solo cuando cuela su material de archivo llega la emoción."
- Quim Casas: Diario El Periódico: "Interesan mucho más los lances digamos que domésticos que el alcance político del relato. (…)
- Antonio Martínez: Diario El Mercurio: "A pesar de sus altos y bajos, 'Cabros de mierda' se instala como una película atendible y coherente en la filmografía de Gonzalo Justiniano."
- René Martín: Diario La Tercera: “Cabros de mierda contiene algo paradojal, porque en su interior hay mucho de inconcluso, pero la gran historia, en cambio, sí se cierra."
Acerca de la trama
Película del director chileno Gonzalo Justiniano ("B-Happy") que trata la situación social que se vivió en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet Con imágenes reales e inéditas, que han servido como material de reconstrucción histórica y judicial en casos como el asesinato del cura André Jarlán, este film retrata a un Chile en los oscuros tiempos de Pinochet de la mano de Gladys, una mujer que como muchas en esa época lucharon silenciosamente La familia acoge en su casa a Samuel Thompson, un ingenuo y joven misionero norteamericano que viene a predicar la palabra de Dios y las bondades del progreso para este país del tercer mundo. Con su cámara, Samuel será testigo del clima de represión que vive toda la población así como de las primeras grandes protestas en lucha por recuperar la democracia.
