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Caipora
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Caipora o Padremonte en Brasil, Ka'aguy póra en Paraguay, escrito en guaraní moderno. Es una entidad de la mitología Tupi-Guaraní.
Origen
Caipora es una entidad de la mitología tupi-guaraní . La palabra "caipora" viene del Tupi caapora y significa "habitante del monte". En el folklore brasileño, está representado como un pequeño indio con piel oscura, ágil y desnudo. Habitante de los bosques , reina sobre todos los animales y destruye a los cazadores que no cumplen con el acuerdo de caza hecho con él. Todo su cuerpo está cubierto de pelo. Vive de una especie de cerdo salvaje y lleva un palo. Primo de Curupira, protege a los animales del bosque. Los indios creían que la Caipora temía la luz, por lo que se protegieron de ella caminando con fuegos encendidos durante la noche.
Caipora es considerado en algunas partes de Brasil como un caníbal, es decir, comen a quien ve cazar, incluso un pequeño insecto. Sus hijos son marrones, su cabello es negro y liso, por lo general tienen ojos color miel o ámbar.
Se lo representa como un niño indígena de piel oscura, desnudo y con una larga cabellera negra, fuma un cigarro y es muy pícaro. En otras representaciones se lo muestra como un ser antropomórfico peludo con la cabeza de un zorro. A veces se dice que tiene sus pies direccionados hacia atrás para despistar a sus perseguidores. Algunos sostienen que viaja montado sobre el lomo de un gran pecarí. tiene una personalidad usualmente vigilantes, no aceptan injusticias y desordenes principalmente en bosques y animales, nunca cortan un árbol cerca de la hija o el hijo de Caipora, son defensores de la naturaleza, generalmente tienen una personalidad fuerte y a veces parecen ser groseros.
Leyenda
Cuenta una leyenda sobre este ser, que en un pueblo de Brasil existían dos compadres muy amigos pero muy diferentes, a pesar de que los dos eran carboneros. Se distinguían principalmente por la manera de hacer su trabajo: uno era modesto y cuidadoso, al ir a traer leña para hacer carbón sólo cortaba ramas bajas y trataba de hacer el menor daño posible al árbol, mientras que al otro no le importaba derribar un árbol entero sólo para obtener unas cuantas ramas. Cuenta la historia que un día el leñador modesto tuvo que ir solo a recoger madera porque su compadre se había enfermado; desde el momento que entró al bosque se dio cuenta de que había algo raro.
El bosque estaba demasiado tranquilo, pero después de un rato no le dio importancia, siguió haciendo su trabajo adentrándose cada vez más en el bosque, cuando de repente vio en lo más profundo de este a una manada de animales. Era una manada rara porque estaba compuesta por un animal de cada especie que habitaba el bosque y lo peor es que se dirigía hacia donde él estaba. En ese momento vio que todos esos animales seguían a un ser muy especial: era un ser alto y fuerte, con cabeza de zorro y lo cubría un pelaje tan largo y grueso que los mechones parecían cordones, pero lo más raro era que tenía los pies al revés, sus huellas se imprimían en la tierra como si caminara en otro sentido y respondía al nombre de Caipora o Padremont. Al ver a tan espeluznante ser, el leñador no se pudo mover hasta que la procesión de animales se detuvo casi enfrente de él. El ser de cabeza de zorro se acercó al hombre a lo que el leñador, temblando de miedo, sacó de su morral unas hojas de tabaco que llevaba para el viaje y se las dio al ser que extendió su peluda mano y tomó el tabaco.
Inmediatamente después el ser se reunió con los animales y siguieron su procesión a quien sabe donde. El leñador aún paralizado vio cómo los animales y el ser se alejaban. Después de un rato siguió recogiendo leña pero con una extraña sensación de paz. Al volver al pueblo se dio cuenta de que la madera que recogió era preciosa y que al quemarla para hacerla carbón quedaba brillante, tan preciosa que en el mercado se la compraron toda. Su compadre que casi no pudo vender carbón le preguntó que de dónde había sacado esa madera y entonces el leñador le narró su historia. El compadre celoso se fue directo al bosque con su morral lleno de tabaco.
Se cuenta entre los leñadores que aún se puede ver a un hombre desnudo con los pies al revés rondando el bosque, y dicen que cualquiera que se aventure en el bosque a destruirlo, el Padremont le aparecerá con sus animales y lo volteará.
Fuentes
- https://www.sonsofgodsrpg.com Consultado 7 de noviembre 2023
- https://es.scribd.com consultado 7 de noviembre 2023