Canfranc-Estación

Canfranc-Estación
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Obra Arquitectónica
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Vista de la estación
Descripción

Canfranc-Estación es una estación de ferrocarril situada en el municipio español de Canfranc (Huesca), muy cerca de la frontera con Francia. Se inauguró el 18 de julio de 1928. Declarada Bien de Interés Cultural, está catalogada como monumento desde el 6 de marzo de 2002.1​ La estación cuenta con servicios logísticos.


Situación geográfica

Poblado de Canfranc (H.), pueblo; 1.190 m. de alt.; 905 hab. en 1980, 434 habitantes en el Nomenclátor de 1991.

Canfranc-Estación no existía a principios del siglo XX, pero en 1880, al comenzar las obras del final de Somport y de la estación internacional, llegaron al valle miles de obreros procedentes de todos los puntos del país, y en 1928, cuando se inauguró el paso internacional, contaba con 1.500 habitantes.

Las obras de la estación internacional se terminan en 1925. De estilo modernista, su aspecto recuerda los palacios franceses del siglo XIX. Su majestuosa arquitectura fue sólo imitada en las estaciones de Atocha y en la de Francia en Barcelona. Edificio de dimensiones faraónicas, tiene 241 metros de longitud y 75 puertas por cada lado. Su construcción costó 3.272.463 ptas. Cuando se inauguró era la mayor de España y la segunda de Europa. En su interior albergaba un hotel de lujo, casino, agencia de aduanas, una oficina del Banco de España, cantina y enfermería.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue testigo del paso de los trenes suizos en que los alemanes transportaban el oro de los judíos hacia Madrid o Lisboa.

La rotura del puente del Estanguet en 1970 y, en consecuencia, el cierre del paso internacional supuso el abandono de la estación que empezaba un largo proceso de deterioro, y la emigración de parte de sus habitantes. Durante estos años, el municipio ha mantenido viva la esperanza de la reapertura del Canfranc y la recuperación de su estación, declarada Monumento Histórico-Artístico por el Gobierno de Aragón.

En 1998 el Ayuntamiento celebró el 70 aniversario de la inauguración del paso internacional con unas jornadas de carácter festivo y reivindicativo.

Hoy Canfranc, sin abandonar el sueño de la reapertura del paso internacional, apuesta por el turismo, con el objetivo de convertirse en el centro de distribución de los visitantes del Pirineo. Su Plan de Compensación Territorial contempla la rehabilitación de la estación, la creación de un museo del ferrocarril y de distintos equipamientos destinados al ocio y disfrute de los visitantes. Canfranc es paso obligado para las estaciones invernales de Candanchú y Astún, de las que dista ocho kilómetros. La iglesia parroquial del pueblo es obra del arquitecto Miguel Fisac.

Fuentes