Caraxes
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Caraxes. Raza ficticia, apodado el Anfíptero de Sangre, fue el dragón ligado al príncipe Aemon Targaryenn y, posteriormente, al príncipe Daemon Targaryenn. Un terrorífico dragón entrenado para la batalla, Caraxes luchó durante la Danza de los Dragones.
Apariencia
Caraxes es descrito como un dragón rojo, enorme y delgado. En batalla era formidable, temible y experimentado. En cuanto a dimensiones, hacia la Danza de los Dragones se le describía aproximadamente como la mitad de tamaño que el dragón Vhagar.
Historia
El príncipe Aemon Targaryen, tras convertirse en caballero en el año 72 d.C., se convirtió en jinete de Caraxes, el más fiero de los jóvenes dragones de Pozo Dragón. Aemon solía volar en Caraxes en compañía de sus hermanos Alyssa y Baelon, montados en sus dragones, Meleys y Vhagar, respectivamente.
En la Cuarta Guerra Dorniense, Caraxes,Vhagar y Vermithor incendiaron las naves de la flota del príncipe Morion Martell mientras cruzaba el Mar de Dorne.
El príncipe Daemon Targaryen se convirtió en su segundo jinete y peleó junto a él en un conflicto en los Peldaños de Piedra. Daemon llegó al Torneo de Desembarco del Rey celebrado en 111 d.C. sobre Caraxes.
Poco tiempo después de celebrarse el matrimonio entre Daemon y Laena Velaryon, ambos volaron sobre sus dragones, Caraxes y Vhagar, hacía las Ciudades Libres, excepto a aquellas que formaban parte de la Triarquía. En todas las ciudades que visitaron, grandes multitudes se reunían para admirar a los dos dragones.
Danza de los dragones
Daemon sobrevoló Desembarco del Rey sobre Caraxes durante la caída de la ciudad por parte de los Negros, poniendo en pánico a sus ciudadanos. Tras acabar la conquista, Caraxes descendió al patio exterior de la Fortaleza Roja.
Tras trece días esperando en Harrenhal, Daemon y Caraxes se enfrentaron a Aemond Targaryen y Vhagar. En una brutal batalla, dragones y jinetes se enfrentaron en el aire, peleando aun en plena caída libre. Ambos dragones se estrellaron contra el Ojo de Dioses en una espectacular colisión que terminó con ambos jinetes y Vhagar muertos. De alguna manera, Caraxes logró vivir el tiempo suficiente como para salir del agua y dirigirse hacia la orilla, aunque sus entrañas se desprendían por las brutales heridas recibidas y una de sus alas había quedado desgarrada. El dragón murió poco después frente a las murallas de Harrenhal, el día veintidós de la quinta luna de 130 d.C.
