Casona de Santa María
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Casona de Santa María. En la década de 1830 fue construida la Casona de Santa María, ubicada en el barrio del mismo nombre, a cinco kilómetros de Gibara, en la carretera que separa a ésta de Holguín, con 181 años de existencia. Es la única Casa Señorial de los Ingenios Azucareros del siglo XIX que aún se mantiene en pie en toda la provincia de Holguín. Su estado de conservación, a pesar del paso de los años, es aceptable.
Historia
En la década de 1820 el norteamericano Samuel Clark fundó el ingenio Santa María en la hacienda de Arroyo Blanco; inicialmente esta pequeña fábrica de azúcar era movida por bueyes y poco después de 1830 fue modernizada, empleando a partir de entonces máquinas de vapor.
En 1854 la familia Clark vendió el Ingenio Santa María, conjuntamente con la Casa Señorial, las fincas y una numerosa dotación de esclavos, al inglés Samuel Chapman Payl. El ingenio paró definitivamente sus máquinas en 1887 y la finca fue convertida en potrero de crianza de ganado.
Los Chapman perdieron esta propiedad al no redimir una hipoteca que habían hecho sobre la misma con el capitalista gibareño José Beola y Valenzuela.
Durante las guerras de independencia se construyeron varios fortines en sus alrededores para protegerla. En agosto de 1931, durante la expedición de Emilio Laurent, se ubicó en este edificio un Puesto de Mando del Ejército Nacional (enlazado por vía telefónica con el Puesto de Mando Nacional, que estaba en el Palacio Presidencial en La Habana) y desde allí se dirigieron parte de las operaciones militares sobre Gibara. En sus inmediaciones se desarrolló el combate El Palmar de Vallejo.
En el tercer lustro del siglo XX Beola le vendió la Casona de Santa María y la finca del mismo nombre a la familia Hernández, de origen canario. Al triunfo de la Revolución y durante varios años, la casa fue empleada como sede de una unidad militar.
Características
Esta obra rural típica de familia acomodada y con elementos del mudéjar en su construcción, el nivel del piso se eleva un metro sobre el nivel del suelo; muestra amplios corredores externos al frente y dos laterales que descansan en pies derechos de madera con bases de mampuestos y capiteles de madera, fachada lisa; está edificada en forma de U, con un cuerpo principal con cubierta a cuatro aguas y dos martillos con colgadizos, en las que utilizaron como materiales constructivos, madera preciosa de caoba, cedro y teja criolla.
Los pisos son de losa de barro y ladrillo en los interiores, mientras que en los exteriores usaron la losa isleña (piedra). La amplia puerta central invita a conocer el interior del inmueble que nos presenta una gran sala de recibo, contigua a ésta una saleta, que las divide un arco de medio punto; ocho habitaciones espaciosas la forman.
Actualidad
En la actualidad la Casona está habitada por dos núcleos familiares descendiente de los últimos compradores (familia Hernández). Funciona también en ella una bodega.
En los alrededores de esta edificación quedan los muros del antiguo barracón de esclavos (restos a nivel del sueldo); también los muros de la antigua casa de máquinas del ingenio. No muy lejos de allí está el sitio, aún sin estudiar, del antiguo cementerio de esclavos.
Fuente
- Doimeadiós Cuenca, Enrique y Hernández Medina, María. Apuntes para una Historia del Municipio de Gibara. 1492-1878.
