Castillo de Butrón

Castillo de Butrón
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Obra Arquitectónica  |  (Castillo)
Castillo-de-BUTRON.jpg
Descripción
Tipo:Castillo
Localización:Gatika, Bandera de España España
Datos de su construcción
Inicio:siglo XIX


Castillo de Butrón. Se trata de un castillo señorial que parece sacado de un película de Walt Disney. La construcción original de rango señorial se erigió a mediados del siglo XI. En el siglo XII la torre original se transformó en un castillo inexpugnable. En el siglo XIX el propietario, el Marqués de Torrecilla, don Narciso de Salabert y Pinedo, modifica la estructura y crea una construcción exótica inspirada en los castillos de Baviera, colocándole almenas, cubos y ventanas. El castillo conserva esta última remodelación que finalizó a principios del siglo XX.

Situación

El castillo de Butrón se alza sobre un monte de poca altura que se encuentra en medio de un compacto bosque de robles en el término municipal de Gatika, a 20 kilómetros de Bilbao, provincia de Vizcaya, rodeado de poblaciones que distan poco entre sí, como Plencia (Plentzia), Arminza (Armintza) o Algorta.

Historia

La historia de este castillo, que parece sacado de un cuento de hadas, se remonta al siglo XI, fecha en la que se construyó una torre típicamente medieval sobre la antigua casa de los Butrón, fundada por el Capitán Gamíniz en el siglo VIII en la Anteiglesia de Gatika, sobre el peñascal de Ganzorri o Gantzurritz. En el siglo XIV la torre primitiva fue transformada en un castillo inexpugnable. Sobre sus muros flotó siempre el temido pendón de los Butrones, cabezas del bando Oñacino, los caudillos más famosos de la comarca y los más fuertes y pendencieros banderizos del País. El Castillo de Muñatones, que mandó construir sobre la antigua torre en Somorrostro el cronista Lope García de Salazar, en atención a su mujer doña Juana de Butrón y Mújica, que era hija del sexto señor de Butrón, se construyo tomando como modelo el de Butrón. Su evolución viene seguida de toda una serie de leyendas que, unidas a la realidad, tienen como protagonistas las luchas entre dos familias de nobles, los Gamboinos, que eran los dueños del castillo, y los Oñacinos. La pelea se saldó con varios muertos.

Con los Reyes Católicos, estas construcciones se convirtieron en las residencias habituales de los nobles, así, en el siglo XV, apareció la figura histórica de Enrique IV quien convirtió estos edificios en residencias habituales. En el siglo XIX su primitiva forma medieval fue alterada. El Marqués de Torrecilla, don Narciso de Salabert y Pinedo, último propietario de las ruinas de Butrón, con las rentas que le producían los caseríos que poseía en Bizkaia, mandó reconstruir el castillo con un estilo exótico, similar a los que en Baviera levantó el romántico y desgraciado rey Luis de Baviera. El castillo fue planeado por el Marqués de Cubas, inspirado en formas góticas, nórdicas y fantásticas, inventándose almenas, cubos y ventanas. El maestro de obras fue don Nicomedes de Eguiluz y de la decoración escultórica se encargo Adolfo de Areizaga. La lenta reconstrucción, limitada a los requeridos ingresos de las rentas, comenzó en el siglo XIX y terminó a principios del siglo XX, en tiempos de don Andrés Avelino de Salabert y Arteaga, Marqués de Torrecilla. Después de éste, el castillo pasó a los Duques de Medinacelli y luego a la Duquesa de Cardona.

Descripción

El castillo de Butrón constituye uno de los edificios-fortalezas más destacados de Vizcaya. La impresionante visión de este edificio elevándose hacia el cielo le otorga un aspecto impactante. Toda la obra es de grandísima solidez como así lo demuestran sus muros de 13 pies de espesor. Destacan dos cubos circulares de gran grosor y con multitud de vanos. La torre del homenaje, los chapiteles y los garitones aportan al edificio un matiz decorativo. La torre del homenaje data del siglo XIX, y se eleva por encima de todo el edificio. Con la reconstrucción realizada en el siglo XIX, el castillo se convirtió en un apiñado conglomerado de cubos y torrecillas que se alza en medio de un frondoso parque. De las antiguas ruinas sólo se conservó la planta baja de uno de los torreones.

Subastación

Será la segunda vez que sale a subasta esta espectacular construcción de Gatika, que cerró al público hace un año al quebrar la firma propietaria. El mejor ejemplo arquitectónico del romanticismo ecléctico de España partirá con un precio de salida de 4,9 millones de euros, algo más de 815 millones de las antiguas pesetas. La puja tendrá lugar, a partir de las 9.15 horas, en la sede bilbaína de la Seguridad Social, en Gran Vía 89. La anterior vez, la subasta quedó desierta. Y no se descarta que pueda correr idéntica suerte en esta ocasión. A su favor, juega, sin duda, la espectacularidad de una construcción de 45 metros de altura que recuerda al famoso Castillo de Neuschwanstein de Baviera con sus formas góticas y fantásticas.

Tras acometer una costosísima inversión en su reforma, el inmueble, reabierto al público en 1994 como lugar de encuentro de cenas tradicionales y banquetes medievales, cerró el año pasado por las escasas visitas y el poco tirón de sus espectáculos. Los 35.000 metros cuadrados de terreno que rodean el edificio, caracterizado por su laberíntico conglomerado de mazmorras, salones y pasadizos, lo convierten en un lugar ideal como centro de convenciones y de restauración, sostienen sus actuales dueños. Algunos miembros de la familia propietaria dejaron entrever, el pasado septiembre, el interés de 'un famoso cocinero' de Bilbao y de varias entidades financieras por esta fortaleza de origen medieval, sujeta a protección por parte del Patrimonio Histórico Español.

A ellos habría que añadir el mostrado por varios multimillonarios, como un anticuario japonés y un 'famosísimo empresario andaluz'. Sin embargo, ninguna de las supuestas ofertas que dice manejar la familia que controla la mitad de las acciones de la compañía propietaria del castillo se ha materializado hasta la fecha. En su contra destaca, sobre todo, el elevado precio de partida con que arrancará la puja. Los dueños, que tasaron el edificio en 8,5 millones de euros una cifra que, no obstante, juzgan 'inviable' de conseguir confiaban hace poco en que apareciese un comprador 'antes del miércoles'. Tampoco descartan que pueda surgir 'en las próximas horas' y anular la subasta. En tal caso, siempre que contasen con la autorización de los interventores judiciales, los propietarios deberían liquidar la deuda que mantienen con la Seguridad Social y algunos bancos, que ronda los 2,1 millones de euros.

Fuentes