Castillo de Penas Róias
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Castillo de Peñas Róias
Ubicación
En la freguesía del mismo nombre, distrito de Braganza de Portugal.
Datos históricos
Tradicionalmente data del año 1166 como la fecha de construcción del castillo, bajo la dirección del 4º Gran Maestro de la Orden, D. Gualdim Pais, Ante la extinción de la Orden del Templo, Dinis I de Portugal (1279-1325) transfirió los dominios de Penas Róias a la Orden de Cristo (1319), creyendo que se había realizado un trabajo para recuperar y reforzar las defensas en ese momento, lo que será el origen de la configuración registrada por Duarte de Armas a principios del siglo XVI. Después de varios intercambios de manos entre el poder real y los Templarios el dominio de la ciudad y su castillo fueron adquiridos por Álvaro Pires de Távora (1457). En 1759, siguiendo el proceso de Távora, el pueblo pasó a la Corona. En 1836 se registró la extinción del condado y consiguiente declive de la ciudad. En este período, la población reutilizó los materiales de construcción del antiguo castillo. A principios del siglo XX, algunas de las cuencas que integraban el castillo y la valla del antiguo pueblo aún eran visibles, así como una puerta que unía el castillo con el pueblo. En 1977, cuando se aró una tierra cercana, salieron a la luz restos de columnas. La intervención del poder público se sintió entre 1977 y 1978, cuando se llevó a cabo el trabajo de consolidación y reparación de los muros y la torre.
En 1992, la propiedad fue asignada al Instituto Portugués del Patrimonio Arquitectónico. En 2007-2008, se desarrolló un proyecto de valorización que incluía intervenciones para la conservación y restauración de la torre y los restos de los muros del castillo. Actualmente solo se puede ver una torre y los vestigios de las antiguas murallas y cuencas medievales. Junto a esta torre hay una pequeña torre circular con una base en pendiente de ejecución reciente.
Construcción
Construido sobre una prominencia rocosa con unas condiciones naturales de defensa extraordinarios. De planta trapezoidal conserva pequeñas secciones de muro y parte de dos torres semicirculares para elevar. En el centro de la plaza se alza la torre del tributo, con plano de rombos con lados de dimensiones variables (entre 7 y 8 metros de ancho), paredes gruesas, en un simple aparato de pizarra de cuarzo con mortero. Internamente se dividía en tres plantas. En las elevaciones este y sur, las ventanas se abren en cantería. Hacia el oeste se abre la única puerta, rectangular, de unos tres metros de altura, también en piedra. La torre fue accedida por primera vez por una escalera de madera removible.
Actualidad
Hoy en día solo se puede ver ya que la torre que queda está cerrada al público.