Catalina de Erauso

Catalina de Erauso
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NombreCatalina Erauso y Pérez Galarraga
Nacimiento1592
San Sebastián, Bandera de España España
Fallecimiento1650
Virreinato de Nueva España, Bandera de ? ?

Catalina Erauso. Fue una militar, monja y escritora. Uno de los personajes más legendarios y controvertidos del Siglo de Oro español.

Síntesis Biográfica

Catalina Erauso nació en San Sebastián en 1592. Sus padres, Miguel de Erauso y María Pérez de Gallárraga y Arce internaron en el convento de San Sebastián el Antiguo a Catalina y tres hermanas suyas a muy temprana edad. Pero así como sus otras tres hijas aceptaron con obediencia la decisión paterna, Catalina dio pronto signos de rebeldía.

En 1607, cuando era una adolescente, participó en una discusión dentro del convento con otra novicia. Además de recibir varios golpes fue recluida en una celda de castigo. La joven tuvo entonces claro que no pasaría el resto de su vida entre aquellos muros y escapó.

Contruyendo una identidad masculina

Los años siguientes vagabundeó por distintas ciudades españolas con una identidad falsa. Vestida de labriego se hacía llamar con distintos nombres masculinos. Su aspecto físico nada femenino así como su porte varonil ayudaron al engaño.

Hacia el Nuevo Mundo

En Sanlúcar de Barrameda embarcó rumbo a América. Después de desempeñar varios oficios se enroló en el ejército español que por aquel entonces participaba en diversas guerras de conquista. Su manejo de las armas y su maestría en el combate le permitió llegar a ostentar el grado de alférez.

Sin embargo, no dejó nunca de participar en refriegas, conflictos y duelos que la obligaban a no permanecer demasiado tiempo en un lugar determinado por miedo a ser detenida. En un duelo llegó incluso a matar a su propio hermano, Miguel, quien descubrió su parentesco segundos antes de morir.

Finalmente fue detenida en Perú en 1623 tras una de tantas disputas. Declarada culpable y condenada a morir, decidió entonces desenmarcarase ante el obispo Agustín de Carvajal al que pidió clemencia. Fue entonces cuando tras casi 20 años de vida clandestina se destapó que aquel alférez español pendenciero era una mujer que había sido monja. Unas matronas certificaron además que era virgen. A Catalina le salió bien la jugada. Tras permanecer un tiempo en varios conventos peruanos, fue enviada de vuelta a España.

Grandes honores

La fama de Catalina viajó más rápido que ella misma a tierras españolas. Así, el mismísimo rey Felipe IV quiso conocerla y oir de primera mano su historia. El monarca español no sólo mantuvo su graduación sino que le permitió que continuara llevando atuendo masculino. Fue Felipe IV quien la bautizó con el nombre con el que pasó a la historia: La monja alférez.

Con su espíritu aventurero, no era extraño que Catalina emprendiera de nuevo viaje, esta vez por el viejo continente. Llegó incluso hasta Roma donde el papa Urbano VIII la recibió y ratificó el permiso del rey español de que vistiera como un hombre.

Muerte

Catalina terminó sus días en el Nuevo Mundo, en México, a donde viajó en 1630. Allí vivió los últimos 20 años de su vida.

Autora de su propia historia

Una mujer como Catalina, no podía menos que plasmar ella misma su propia vida. No se sabe si de su misma mano o dictada a un tercero, lo cierto es que dejó para la historia sus propias memorias, La Historia de la monja alférez.

Fuentes