Catarata El Cornelio

Catarata El Cornelio
Información sobre la plantilla
Cataratas El Cornelio.jpg
Ubicación Geográfica:Departamento de Cajamarca, provincia de Celendín, distrito de Huasmín, Centro poblado Chilác N° 8, en el sector denominado Jamich, al norte del territorio peruano, a una altitud promedio de 2700 msnm.

Catarata El Cornelio. Es uno de esos pocos lugares en donde se puede encontrar esa rara combinación de paisaje e historia, pues sobre este lugar se tejen muchos mitos y leyendas.

Ubicación

Las cataratas abarcan una gran área natural, rocosa y montañosa, por cuyo vértice caen las aguas del importante río Jadibamba, formándolas como tales. Se ubican a una altura promedio de 2.840 msnm, bellamente acopladas a la espectacular intersección de dos monumentales peñas, en especial la del costado norte, por su magnitud y perpendicularidad. En la parte baja, donde caen las cataratas, el espacio está cubierto de densos y coloridos bosques naturales, y al pie de la espléndida peña se extiende una franja verde y reluciente conocida con el nombre de Huamish.

El itinerario que nos conduce al lugar es sinuoso, áspero y de subida y bajada, pero no difícil. El río Jadibamba, se une al río Sendamal y al lado de otros menores forman el más importante río que atraviesa la provincia de Celendín, de nombre La Llanga, que recorre el productivo valle de Llanguat hasta desembocar en el gran Marañón. En ese sentido, las cataratas que se forman por esas aguas se encuentran en la microcuenca del ríoJadibamba.

Cuando nos posesionamos de ellas y al fin nos encontramos al pie de las mismas, llegamos a la conclusión que son sencillamente majestuosas y quizá, por su magnitud, una de las más bellas y grandiosas en toda la región cajamarquina. La conspicua ecología en la que se asienta, se suma a tal calificativo.

Aspectos relevantes de las cataratas

El agua de la que se nutren las cataratas es la que traslada el río Jadibamba, desde las partes altas del distrito, donde tiene su origen. A lo largo de su recorrido sirve para irrigar cientos de hectáreas de tierras cultivables, directamente o a través del canal artesanal del mismo nombre, y también se utiliza en algunas redes de agua entubada para pobladores de las comunidades. El agua que dispone es permanente y de buen caudal, incluso en épocas de verano duraderos, incrementándose notablemente en períodos lluviosos. Cuando éstas llegan al sitio de las cataratas y se sumergen y desbordan por la espectacular caída física, se forman las grandes chorreras dentro de un espectacular marco ecológico. Son tres las cataratas, muy cercanas una de otra, que se integran armoniosamente.

La catarata principal es la que sigue el curso del río, tiene mayor caída y volumen de agua y se presenta en dos niveles: el primero, desde su inicio en la parte alta hasta su caída sobre una pequeña terraza, con una altura aproximada de 60 a 70 metros, y el segundo nivel, que es continuación del primero, traslada las aguas desde esa pequeña terraza hasta caer con mucha fuerza en la laguna principal, con altura aproximada de 50 m. En total, esta catarata comprende un promedio de 110 metros y tiene el mismo curso y dirección, con la particularidad de encontrar en su caída un pequeño desnivel a mitad de la misma, pero que no le quita continuidad (figura 33).

Las otras dos cataratas son de menor tamaño, pero tienen algo de sugestivo y mucha peculiaridad. Irrumpen o aparecen por una suerte de ventanas incrustadas en los extremos de las grandes peñas que se abren a la catarata principal. La ventana que se observa al margen izquierdo de la portentosa peña es la más visible y tiene efectivamente esa forma, los campesinos del lugar le denominan cabeza de toro y mide aproximadamente 1.50 metros de alto por 1.00 de ancho. Por ese orificio natural aparece el agua que cae sobre un costado de la catarata principal a la cual alimenta. Tiene una caída aproximada de 40 m y se encuentra separada de la principal por unos 20 m. La otra catarata, nace también de una suerte de ventana, en el margen derecho, no muy bien formada ni visible debido a lo áspero de esta parte del cerro, pero es de mayor altura que la anterior y cae, utilizando el desnivel indicado, hasta la laguna principal. Es algo así como una catarata complementaria a la principal.

La laguna base o principal que se forma no es muy grande, tiene aproximadamente un diámetro de 20 m. por una profundidad, en la parte central, de alrededor de 2.50 m; y se asienta sobre terreno sólido y rocoso. Es una pequeña laguna, casi circular, hermosa y apacible, y para algunos campesinos misteriosa y encantada. Se encuentra rodeada de un tejido natural vivo e intenso que hace difícil la llegada, cuyas aguas, al caer de las cataratas, forman vistosos copos espumantes que se tornan enormes y estruendosos en la época de lluvias. Allí, suelen bañarse algunos visitantes a pesar de la frigidez del líquido elemento, otros la temen, pro ese algo de misterio que esconde, como veremos luego.

Como se ha señalado, forma parte importante de este escenario natural la colosal peña de origen sedimentario que, cual pizarra gigantesca y perpendicular, se extiende desde el sitio de las cataratas hasta 500 m. al norte, con una altura promedio de 200 m. Cuando estamos descendiendo y acercándonos al lugar de las cataratas, al divisarla desde mediana altura, nos sentimos sencillamente estupefactos ante la inmensidad y características poco comunes de tan monumental peña, entre rojiza y ploma, solo cubierta de un cinturón delgado y verde que la recorre por la parte central, que sin duda, es una pequeña ceja que permite el crecimiento de escasa vegetación. De uno de sus extremos, donde existe una caprichosa ventana, nace una de las cataratas.

Sobre su nombre

Las cataratas siempre han sido centro de interés y atracción pero también de temores y leyendas que se tejieron sobre ellas. Cuentan los comuneros de la zona que, hace algunas décadas, sus parientes y paisanos creían y hasta estaban convencidos que en las profundidades de la laguna principal donde caen las cataratas se encuentra un pequeño perol de oro al que no podían tocar, menos sustraerlo. Actualmente, todavía hay algunas personas que creen en dicha versión.

La supuesta existencia del perol de oro provocó ambiciones y deseos de rescatarlo entre comuneros jóvenes de las comunidades aledañas. Uno de ellos, de nombre Cornelio, tomó la decisión de sacarlo y hacerlo suyo. Con cierta anticipación, en silencio y a su manera, se preparó y esperó el mejor momento que pronto llegaría. En efecto, una tarde brumosa se dirigió raudo a la misteriosa laguna. Allí, sin pensarlo mucho ingresó a ella, nadó y buceó una y otra vez, hasta que logró sumergirse al fondo dispuesto a encontrar y rescatar la codiciada pieza dorada. Pero no sólo le fue esquiva o no la encontró, sino que, el intrépido comunero nunca más salió. Se dice que inesperadamente fue engullido o tragado para siempre por las frígidas aguas. Sea lo que fuere, lo cierto es que Cornelio desapareció de por vida y nunca más se supo de él. Los moradores ante tal ingrato y enigmático acontecimiento, bautizaron a las mencionadas cataratas con el nombre de El Cornelio.

El ecoturismo y las cataratas

El ecoturismo es la práctica social activa y creciente que en los tiempos actuales invita al hombre a encontrarse con la naturaleza en su estado original o casi original. Se puede decir que es la actividad ecológica vivencial por excelencia, pues permite ponerse en contacto directo y disfrutar de ese mundo natural que en lo posible no debe estar estropeado ni trastocado por la civilización y la modernidad. Quienes lo practican, tratan de ubicar y recorrer esos escenarios ecológicos que aún conserven ese halo natural y bello que les es consustancial.

Las cataratas El Cornelio y su entorno reúnen esas características, pues se enmarcan en un grandioso escenario natural cuyos elementos físicos, hídricos, flora, fauna y clima, aún preservan rasgos de originalidad y forman parte de la ecología no intervenida, por lo menos en lo fundamental. Tal vez, es uno de los pocos lugares, no tan distantes, en el que se puede gozar de la naturaleza en magnitudes poco frecuentes y de tanta estimulación emocional. La práctica del ecoturismo tiene aquí, un gran escenario y oportunidad para desarrollarse.

Son varios los elementos que le dan tal característica. El primero es la monumental peña, perpendicular e inmensa, realmente deslumbrante, que hace de marco de todo el espacio ecológico, y que se dibuja ante nuestra mirada cuando iniciamos el descenso con dirección al sitio de las cataratas. El segundo es el camino sólido, angosto y zigzagueante, a veces rodeado de roca fuerte y de vegetación natural que desciende por la empinada bajada casi hasta el lugar mismo de las cataratas, da la impresión ser camino legendario utilizado por los moradores prehispánicos.


Otro elemento lo constituye el área cubierta de tupida vegetación que se tiene que atravesar para llegar prácticamente al pie de las cataratas, donde se forma la laguna base. Son alrededor de 200 metros de zona boscosa, en la que no hay camino y se tiene que avanzar desbrozando la maraña vegetal y abriendo paso por una suerte de montaña tropical, donde la mano del hombre depredador poco ha intervenido. Son cerca de 30 minutos que dura este recorrido, no difícil, pero sí esforzado y lleno de gratas sensaciones, para finalmente llegar al sitio donde caen espléndidas, las cataratas.

Como se ha indicado, son tres las cataratas que bellamente se observa a la distancia, dos de ellas procedentes del fondo de las peñas a través de ventanas naturales, pero cuando se llega al pie de las mismas se encuentra que dos son las que caen en forma espectacular, semejando a dos enormes columnas graníticas, blancas y brillantes, adornadas, en sus bases, por racimos de partículas de agua espumante. Al caer las aguas producen regular y armonioso estruendo, que se hace insoportable en épocas de lluvias; a decir de campesinos del lugar, el sonido se escucha varios kilómetros a la redonda.

La laguna que forman las cataratas es el otro elemento hermoso y natural que integra el gran escenario ecológico del lugar. Se encuentra rodeada de grandes y consistentes bloques de piedra, de espesa y variada vegetación, y ubicada en el vértice inferior de la portentosa peña a la que se ha hecho referencia. Sus aguas son cristalinas y frígidas, lo que no impide darse un chapuzón y beber de las mismas.

Subir a la pequeña terraza sobre la que tienen su primera caída las cataratas de mayor tamaño y colocarnos con algo de cansancio al pie de las mismas, es otra hazaña cautivadora propia del ecoturismo. Se trata de escalar, abriendo camino por la densa y difícil vegetación, hasta llegar, cuesta arriba, a ese pequeño espacio que hace de pequeña terraza inclinada. Son cerca de 200 metros de caminata perpendicular en medio de la enmarañada vegetación y el acecho de zancudos y mosquitos. Pero vale la pena hacerlo, porque, de nuevo, deviene en reconfortante y maravilloso.

La posibilidad de recorrer por la orilla inferior de la formidable peña desde el inicio, al borde de las cataratas, hasta el final de la misma con extensión aproximada de 500 metros, es otra invitación u oportunidad para hacer ecoturismo y disfrutar de las bondades de la naturaleza, de alta emotividad que recomendamos.

Lo señalado, en síntesis, nos permite conectarnos con la naturaleza a través de una jornada aparentemente dura y difícil, pero más que ello, de un conjunto de vivencias placenteras que nos hacen valorar y amar de verdad a la naturaleza. El ecoturismo se orienta y participa de esa línea, y las cataratas de Huasmín reúnen todas las condiciones para impulsar y promocionar el desarrollo de ese tipo de turismo.

Al bello escenario natural de las cataratas de Huasmín se lo puede visitar utilizando un solo día, pero por lo ajustado del tiempo no es recomendable, es preferible disponer de dos o tres días, y, de ser posible, haciendo camping o quedándose en el mismo lugar.

Cuando se avista las cataratas, al encontrarnos atravesando el río Sendamal que divide a Huasmín de Jerez, estamos relativamente cerca de las aguas termales de La Viña que es otro valioso recurso del distrito de Huasmín. Ubicado a orillas del mencionado río, cuyas aguas, a diferencia de las aguas termales de [[Llanguat, son de temperatura soportable para el baño personal, un tanto claras o limpias y abiertas a un señero paisaje.

Fuentes