Cerámica Marajoara
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La Cerámica Marajoara también conocida como Cerámica Maraya es la más antigua de las artes cerámicas en Brasil. Comenzó a ser producida por los indígenas de la isla de Marajó, en la zona norte del país. La decoración de esta Cerámica marajoara consiste en características gráficas armoniosas y simétricas, cortes o aplicaciones.
Este es un arte considerado como una de las mayores riquezas de la cultura brasileña y es reconocida en todo el mundo.
Muchos aspectos de la cultura, la historia y el arte de Brasil están vinculados a la colonización de los portugueses y españoles en el país. Pero hay producciones artísticas que no tuvieron influencia externa, sino elementos indígenas, y una de ellas es la Cerámica Marajoara, producida en la Isla de Marajó (Brasil), en el estado de Pará, Brasil
Descripción
La cultura Marajoara se desarrolló en tiempos tardíos en el conjunto de islas que hay en la desembocadura del Río Amazonas, especialmente en la gran Isla de Marajó (Brasil). Se trata de uno de los mejores exponentes del nivel cultural que alcanzaron los pueblos de esta región.
Los montículos funerarios eran de varios cientos de metros de extensión y hasta diez metros de alto, conteniendo un gran número de entierros, a veces dentro de urnas de cerámica rodeadas de una gran cantidad de ofrendas.
Objetos de cerámica
Los objetos de piedra y las cerámicas son lo único que ha sobrevivido a la acción destructiva de la humedad tropical. La cerámica, en particular, fue decorada mediante una combinación de técnicas tan distintas como la incisión, el grabado, el modelado y la pintura.
La similitud general de sus intrincados diseños con la de los actuales pueblos indígenas del Amazonas, supone una cierta continuidad cultural en la alfarería de más de mil años de duración.
Comenzó a ser producido por los indígenas de la isla de Marajó. Muy sofisticadas, las piezas están elaboradas y realizadas con diferentes técnicas de ornamentación. La producción es variada e incluye objetos como juguetes, platos, urnas funerarias, silbatos, sonajeros, estatuillas y jarrones.
Los indigenas de la Isla de Marajó (Brasil), considerada la isla fluvial más grande del mundo, usaban arcilla para hacer objetos utilitarios o decorativos. Para aumentar la resistencia de las piezas, comenzaron a mezclar la arcilla con otras sustancias minerales o vegetales, como polvo de piedra o conchas y cenizas de la corteza de los árboles o los huesos.
Características
Las piezas generalmente no tenían color, pero cuando lo tenían, se usó engobe (lodo en estado líquido) mezclado con pigmentos extraídos de algunas verduras, como annatto, genipap y caolín. Por esta razón, los colores blanco, rojo y negro fueron los más utilizados.
La decoración de la cerámica marajoara consiste en características gráficas armoniosas y simétricas, cortes o aplicaciones. Una vez listas, las piezas se queman en hogueras o agujeros y se terminan con colofonia Jutaí, un material que proporciona un efecto brillante similar al del barniz.
Las piezas originales, producidas durante muchos años por los indígenas Paraense, se pueden encontrar en varios museos de todo Brasil e incluso en Nueva York y Ginebra. La colección más grande se puede encontrar en el Museo Emílio Goeldi, en Belém, Pará. Desafortunadamente, muchas piezas se perdieron debido al saqueo y el contrabando.
Transformaciones
La forma de hacer cerámica ha experimentado cierta modernización, pero el patrimonio cultural sigue siendo muy fuerte en las piezas.
Se ha utilizado para fomentar el turismo y el comercio local en la ciudad de Icoaraci, cerca de Belém, donde varios artesanos de ascendencia india intentan preservar y mantener la tradición de Marajoara.
Fabrican réplicas de cerámica, lo que ayuda a publicitar las obras indígenas y preservar uno de los mayores sitios del patrimonio cultural de Brasil.
Fuentes
- meer.com Consultado el 7 de junio de 2023
- pueblosoriginarios.com Consultado el 7 de junio de 2023
- portalamazonia.com Consultado el 7 de junio de 2023
