Charles Waterton

Charles Waterton
Información sobre la plantilla
CharlesWartenton.jpg
Fecha de nacimiento1782
Lugar de nacimientoBandera de Inglaterra Inglaterra
Fecha de fallecimiento1865
ResidenciaInglaterra
Nacionalidadinglés
Camponaturalismo


Charles Waterton. Naturalista excéntrico inglés, al cual se le atribuye el descubrimiento de un nuevo tipo de taxidermia.

Síntesis biográfica

Nació en 1782, al norte de Inglaterra, en una de las primeras familias asentadas en esa región, pero sin títulos. Fue educado en la religión católica romana. En 1796 fue enviado al Stonyhurst College, una escuela jesuíta donde desarrolló su talento en el campo de la historia natural. Terminó la escolaridad en 1800; cuatro años después decidió visitar algunas propiedades que su familia tenía en la Guayana Británica.

Trayectoria

Después de manejar su hacienda en Sudamérica hasta 1812, Waterton se preparó para ir a regiones inexploradas de la jungla brasileña en busca del veneno que los indios usaban en las cerbatanas —vourali, o, como se llama ahora, curare—. Por alguna razón estaba convencido de que éste era el remedio para la hidrofobia. Fue durante este viaje y los tres siguientes por la selva que Waterton vivió muchas de las hazañas que garantizaron su papel de completo excéntrico en la historia.

En 1825 publicó un relato de los cuatro viajes en un volumen titulado Vagabundeos —que ahora ocupa un lugar permanente en la literatura— donde detallaba los peligros extraordinarios que enfrentó con incansable y temerario coraje. Por ejemplo, cuando se le avisó que una pitón había sido descubierta en la vecindad de su choza, salió con los pies descalzos para capturarla (nunca usaba zapatos o botas en la jungla).

Después que los nativos tuvieron éxito en sujetar la cabeza de la serpiente en el suelo, Waterton se arrojó sobre su cola en movimiento y, finalmente, apretó la boca del animal con sus tirantes. Volvieron a la choza y la depositaron en una bolsa grande; cerraron la abertura con una cuerda y la colocaron en un rincón para pasar la noche.

«Durante toda la noche estuvo irritada e inquieta», escribió el vagabundo, pero aparentemente no sintió disgusto en compartir su cuarto con una pitón».

En otra ocasión, tratando de atrapar un cocodrilo, pasó por situaciones muy peligrosas que ponían en riesgo su vida para finalmente expresar:

«Fue la primera y única vez que estuve sobre el lomo de un caimán».

En otro viaje por la jungla sudamericana, se interesó en que un murciélago chupara la sangre de la punta de su pie. Trajo uno a sus habitaciones y durmió adrede con un pie expuesto, pero a pesar de sus esfuerzos, sus deseos quedaron frustrados. El vampiro lo rechazó, y en su lugar hincó los dientes en el inmenso pie de un hindú que estaba durmiendo cerca.

Luego de la muerte de su padre en 1806, retornó a Inglaterra decidió convertir su posesión en refugio para cualquier clase de animales salvajes (especialmente pájaros) que quisieran vivir allí. Trajo a un ex cazador para servir como guardián; se presume que debía conocer todas las mañas del oficio. No se permitían armas y tenía una barrera de 8 pies de alto construida a lo largo de 3 millas alrededor de la finca para evitar a cualquier persona o cosa que pretendiera apresar o devorar a sus protegidos.

Junto a su amor por los animales, Walton Hall satisfacía otra de sus pasiones: trepar. A pesar que había instalado un telescopio en una habitación de su residencia, su pasatiempo favorito era subir a los árboles para observar la vida salvaje tan cerca como fuera posible. Era usual, especialmente durante la estación en que se hacen los nidos, verlo trepar a lo alto con gran agilidad. Invitaba a sus huéspedes a hacerlo con él, y todavía a los 80 años escalaba.

Su vida familiar estaba lejos de ser común, como era de esperar. A pesar de ser rico, llevaba una existencia espartana, durmiendo en el piso de su habitación con un trozo ahuecado de roble como almohada. Todas las medianoches se levantaba e iba —con los pies desnudos, por supuesto— a su capilla privada a rezar. Después de dormir un rato, se levantaba a las 4 de la mañana para comenzar las labores del día.

Su trabajo consistía, en primer lugar, en una clase extraña de taxidermia. Desarrollaba un método para solidificar la piel de los animales, de tal manera que se veían como cuando estaban vivos, pero sin haber sido rellenados.

En 1846, a la edad de 64 años, completó el catálogo de su Museo en Walton Hall, su pueblo natal, cercano a Wakefield. Waterton mantuvo correspondencia con Charles Darwin cuando éste volvió de sus viajes por el mundo y mientras estaba escribiendo El orígen de las especies que se publicó en 1859. Darwin se refirió a él en su Autobiografía. Charles Waterton solamente ejercitó la taxidermia para enriquecer su colección privada.

No contento con preservar lo que la naturaleza había creado en cuanto se refiere a animales, inventó algo de su propiedad: criaturas compuestas por partes de diferentes animales. Confundió a los profesores de historia natural con sus monstruos, a muchos de los cuales les puso nombres de protestantes eminentes. Su creación favorita (apodada el «Inclasificable») se asemejaba de manera pasmosa a un ser humano, pero era en verdad un mono aullador rojo de Sudamérica. Cuando salía de su casa, a menudo se mostraba tan andrajoso que era confundido con un vagabundo. Tenía una especial afición por los pordioseros y mostraba con mucha frecuencia su extraordinaria generosidad para con ellos. Compraba botas nuevas a los que encontraba mal calzados y, en ciertas ocasiones, dio las que tenía puestas a algún alma desafortunada, retornando descalzo como en la jungla.

Nunca estuvo seriamente enfermo y deslumbraba a los amigos que lo visitaban con sus proezas como trepador y con su destreza física general, buena todavía a su edad.

Muerte

A los 83 años, tropezó mientras arrastraba un leño pesado y se hirió seriamente. Murió poco después del accidente, era el año 1865.

Principal obra

Sus experiencias como viajero naturalista se encuentran en Wanderings in South America the North-Westof the United States, and the Antilles, in the years 1812, 1816, 1820, and 1824. With Original Instructions for the Perfect Preservation of Birds, c. for Cabinets of Natural History (1825), todo un éxito de ventas en su época, aunque un poco superficial en las descripciones. Este libro incluye la primera descripción de la vida del perezoso.

Fuentes