Ciromacina
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Ciromacina. Larvicida de contacto oral no sistémico contra moscas en establos. Para uso veterinario en aves y contra miasis ovinas por califóridos .
Usos
La ciromazina es un inhibidor del desarrollo muy específico contra dípteros. Tiene dos usos veterinarios principales: para el control de larvas de dípteros (moscas domésticas y otras especies de moscas no picadoras) en estiércol y desechos orgánicos abundantes en las explotaciones pecuarias; y para la prevención de miasis cutáneas causadas por califóridos en lanares. Es ineficaz contra cualquier otro parásito externo (piojos, ácaros, garrapatas, etc.).
Para el control de larvas de moscas en el estiércol se emplea abundantemente como aditivo oral en aves, y escasamente en equinos en algunos países. No se emplea en otros animales de producción ni en mascotas. También se emplea moderadamente para el tratamiento directo del estiércol y otros desechos orgánicos en instalaciones pecuarias (gallineros, porquerizas, establos, cuadras, etc.).
Para la prevención de miasis en lanares se emplea como baño (inmersión, aspersión, etc.) y pour-on en los países donde existe este problema (fundamentalmente Australia, Nueva Zelanda, Africa del Sur, Reino Unido, Irlanda y Países Bajos).
Particularidades
La ciromazina es un antiparasitario con fuerte efecto inhibidor del desarrollo de los insectos por intererencia con la síntesis y deposición de quitina. Químicamente pertenece a las triacinas, conocidas sobre todo como herbicidas (p.ej. la atracina), pero la ciromazina, en vez de herbicida es larvicida. La ciromazina tiene un espectro de acción relativamente reducido: larvas de dípteros (múscidos, califóridos, mosquitos, etc.), de pulgas y de algún coleóptero. Esto, que por un lado es una desventaja, por otro se convierte en ventaja, pues no daña a muchas especies de insectos y otros organismos benéficos del medio ambiente.
Las principales formulaciones comerciales son, por un lado, larvicidas contra moscas domésticas y otras moscas chupadoras en establos y granjas de todo tipo de ganado, sea como concentrados para el tratamiento directo del estiércol, de la yacija, etc., sea como aditivos para el pienso en gallinas, y en ciertos países en caballos. Por otro lado, larvicidas contra las miasis por califóridos (blowflies: Lucilia cuprina, Lucilia sericata, etc.) en ovinos, muy abundantes y dañinos en algunos países de vieja tradición lanar (África del Sur, Australia, Holanda, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, etc.).
El uso como aditivo para el pienso en aviares se basa en la particularidad de que la ciromazina ingerida apenas se absorbe y metaboliza, sino que se excreta por la orina. Y en las aves, la orina se mezcla con la masa fecal en la cloaca. Esto hace que la gallinaza de aves tratadas con ciromazina incluida en el pienso tiene ya incorporado el larvicida que interrumpirá el desarrollo de las larvas de moscas. Por el reducido espectro de acción de la ciromazina esto no afecta a los enemigos naturales de los huevos y larvas de moscas en el estiércol. En mamíferos, como la orina se excreta separada de la masa fecal, de ordinario no se puede lograr este efecto: es necesario tratar directamente el estiércol por asperión o mediante granulados.
La ciromazina se utilizó también algo en la higiene doméstica en tratamientos ambientales para controlar las larvas de las pulgas, contra las que la ciromazina es muy eficaz.
La resistencia de las moscas domésticas a la ciromazina no suele alcanzar factores de resistencia elevados. Curiosamente, han debido pasar más de 30 años de uso muy intenso en ovinos contra las miasis por califóridos, hasta la aparición del primer reporte de resistencia (2012) en campo. No obstante la cepa de Lucilia cuprina descrita presenta un factor de resistancia de 3, muy bajo comparado con los factores de resistencia a otros compuestos, casi siempre >10. Esto a pesar de que los califóridos sí que han desarrollado resistencia a organofosforados, piretroides y benzoilureas usadas para el mismo propósito.
