Cogollo arrepollado
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Cogollo arrepollado o bunchy top. Esta enfermedad conocida con los nombres de cogollo arrepollado o bunchy top, hasta hace poco se reconocía como una enfermedad viral, pero recientemente ha sido clasificada como una enfermedad micoplasmática.
Condiciones de desarrollo
Entre los factores que más contribuyen al desarrollo del Bunchy top se consideran los bióticos, como por ejemplo, la presencia de organismos vectores (insectos homópteros de la familia Cicadellidae y de las especies Empoasca papayae y E. dilatara) que transmiten el agente patógeno de la planta contaminada a la sana, tanto por el efecto mecánico del estilete como por la saliva.
También favorece el desarrollo de esta enfermedad, la presencia de plantas hospederas en la flora natural, endémica, del área de cultivo, lo que constituye de hecho una fuente potencial de inóculos para cicadélidos y áfidos que puedan ser posibles vectores del cogollo arrepollado.
En lo antes expuesto pueden incidir factores tales como el bajo índice vectorial de los insectos o la baja concentración del micoplasma, tanto en las plantas hospederas silvestres como en las cultivadas, por lo cual los síntomas estarán enmascarados sin que se puedan encontrar manifestaciones de la enfermedad, pero con la desventaja de que en pocas horas se halle un gran número de plantas enfermas o de plántulas, en el caso de los semilleros, que no alcanzan su pleno desarrollo.
Síntomas
Esta enfermedad se caracteriza por el aspecto umbeliforme de la planta y la falta látex, tanto en el tallo como en los frutos.
Cuando el micoplasma ha invadido los tallos, sus entrenudos se acortan. En la región del tallo cercana al cogollo, se encuentran abundantes manchas circulares, verdes, granulosas, perceptibles al tacto y de 0,5 mm de diámetro aproximadamente, que por su aspecto dan la sensación de ser manchas aceitosas; en esta zona el látex está ausente.
En cuanto el meristemo es afectado, el crecimiento prácticamente se paraliza. Los peciolos se acortan hasta un tercio de la longitud normal y se inclinan hacia abajo, lo que da a las plantas afectadas el aspecto característico de la enfermedad. En los peciolos, las manchas alcanzan un tamaño mayor y adoptan diferentes formas, desde alargadas hasta redondas. Como resultado del acortamiento de los entrenudos y peciolos, las hojas se apiñan de la forma característica que le da el nombre de cogollo arrepollado a esta enfermedad, es decir, se agrupa de forma arracimada en el ápice.
También podemos observar sobre las plantas atacadas por el cogollo arrepollado bunchy top que las márgenes de los lóbulos foliares manifiestan necrosis en determinadas zonas, a la vez que el ápice de la planta se curva. A causa de la defoliación que sufre por la caída de las hojas más jóvenes y sucesivamente de las restantes, la planta toma un aspecto de punta de lápiz porque el tallo, a consecuencia de la defoliación, queda ralo.
En su mayoría las flores abortan antes de abrir, de lo contrario, en los frutos de las plantas enfermas se aprecia una pérdida de látex como efecto del ataque del micoplasma; además, se manifiesta, en determinadas zonas, una coloración verde pálida. Los frutos así lesionados no son aptos para el mercado, porque, además de no madurar fisiológicamente por la pérdida de látex, se ponen duros y su aspecto externo es anormal, pues son pequeños e irregulares.
Lesiones
Tanto desde el punto de vista patológico, como desde el económico, debido a esta enfermedad se producen pérdidas considerables, por cuanto incluyen la muerte de la planta.
Fuentes
- Manuel Sánchez Hernández. Plagas y Enfermedades de los Frutales. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1983.
