Comarca de Jiloca

Comarca de Jiloca
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La Comarca del Jiloca es una comarca de Aragón (España), en el noroeste de la provincia de Teruel, situada en el Sistema Ibérico, alrededor del tramo medio del río Jiloca, del que recibe su nombre. Tiene una superficie de 1.932,10 km² y una población de 14.584 habitantes. Su capital administrativa es la villa de Calamocha y la de desarrollo agropecuario es la villa de Monreal del Campo.


Historia

Recibe el nombre del río Jiloca, que la atraviesa en su curso medio. La ley de creación de la comarca de Jiloca es la 13/2003 del 24 de Marzo de 2003. Se constituyó el 5 de Mayo de 2003. Las competencias le fueron traspasadas el 1 de Octubre de 2003. Su capital es Calamocha y consta de 40 municipios y 57 entidades. Tiene una superficie total de 1932,10 km² y un total de 14584 habitantes.

La comarca de Jiloca limita al norte con el Campo de Daroca, al oeste con el Señorío de Molina-Alto Tajo (provincia de Guadalajara), al sur con la Comunidad de Teruel y la Sierra de Albarracín y al este con las Cuencas Mineras y el Campo de Belchite. En la comarca se distinguen a grandes rasgos varias zonas de relieve: el valle de Jiloca, el valle de Pancrudo y las montañas que los rodean y delimitan. También se incluyen algunos tramos del valle de Huerva y del valle de Aguasvivas que penetran en estas sierras.

A grandes rasgos, las variables climáticas de la comarca de Jiloca definen un clima de tipo mediterráneo continentalizado fresco y algo seco. Permite cultivar, sin necesidad de riegos artificiales, cereales de grano de invierno, vid y plantas resistentes como el azafrán. En los huertos y campos con mayor grado de humedad son posibles las leguminosas, las hortalizas, los bulbos, ciertos cultivos industriales como el cáñamo y el lino, y algunos árboles frutales.

En la comarca de Jiloca los sectores económicos más importantes han sido históricamente la agricultura y la ganadería, como en la mayor parte del mundo rural español. Además podemos destacar la actividad minera vinculada al cobre y al hierro. Sin embargo, a partir del siglo XX, surgi&ocaute; en la comarca una incipiente industria relacionada con la transformación de los productos agrícolas y ganaderos. En la actualidad, la industria es el sector más importante de la comarca. Además, en las capitales comarcales encontramos también numerosas actividades terciarias o de servicios.

La comarca de Jiloca conforma un espacio turístico excepcional y exótico, debido a su rica historia, su riqueza monumental y sus variados recursos naturales y paisajísticos. Ofrece numerosas posibilidades a todo tipo de turistas y excursionistas, desde turismo histórico, artístico y cultural, hasta turismo de naturaleza, deportivo y de aventura. La comarca de Jiloca cuenta con un excelente patrimonio histórico-artístico, con una oferta muy variada, desde yacimientos de antiguas ciudades romanas hasta castillos medievales, pasando por palacios y casonas solariegas de los cascos históricos de las villas y pueblos de la comarca.

Climatología

A grandes rasgos, las variables climáticas de la Comarca del Jiloca definen un clima de tipo mediterráneo continentalizado fresco y algo seco. Permite cultivar, sin necesidad de riegos artificiales, cereales de grano de invierno, vid y plantas resistentes como el azafrán. En los huertos y campos con mayor grado de humedad son posibles las leguminosas, las hortalizas, los bulbos, ciertos cultivos industriales como el cáñamo y el lino, y algunos árboles frutales (aunque para estos últimos hay que tener en cuenta el riesgo de que se produzca alguna helada en primavera y arruine la floración de estos e impida la recogida posterior de los frutos, lo que sucede con cierta frecuencia).

Evolución histórica

El clima ha podido variar a lo largo de la historia. La mayor oscilación se produciría en la época de las glaciaciones, coincidiendo con los primeros pobladores que encontramos en las serranías de Fonfría, aunque para estos tiempos tan antiguos apenas existen estudios fiables. Ya entrada la Edad Media, según cuenta J.L. Corral, los siglos VIII al XII debieron ser más cálidos y secos que en la actualidad. A partir del siglo XIII el clima se enfría y aumenta la humedad, suavizándose nuevamente a partir del siglo XV y XVI. Durante el siglo XVII volvieron las temperaturas bajas, perjudicando a las cosechas, y a partir de los siglos XVIII y XIX el clima se vuelve a templar. Estas oscilaciones a largo plazo, al no existir fuentes estadísticas tan antiguas, son meras hipótesis en las que no todos los historiadores tienen porque coincidir, dependiendo muchas veces de los textos históricos utilizados, y éstos pueden variar. Para Antonio Gargallo, por poner un ejemplo contrario, el siglo XI se caracterizaría precisamente por su mayor humedad.

Fuentes

Comarca_del_Jiloca

jiloca/