Combate de La Alegría (1895)

Combate de La Alegría
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Combate con una fuerza española por los expedicionarios al mando de Antonio Maceo.
Fecha:8 de abril de 1895


Combate de La Alegría. El 8 de abril de 1895, los expedicionarios de la goleta Honor, bajo el mando del mayor general Antonio Maceo, cayeron en una emboscada en este lugar de la jurisdicción de Yateras.

Localización

La localidad conocida como La Alegría se encuentra situada en la costa norte de la zona más oriental del país, y pertenece al consejo popular Jamal, en el macizo montañoso de Sagua-Baracoa. Limita al norte con la UBPC Arquímedes Borges, al Sur con la comunidad de La Sidra, al Oeste con las áreas de producción de la CPA Victoria de Girón, al noroeste con la circunscripción de La Gotera. En la época de las guerras por la independencia era solo un lugar casi despoblado que pertenecía a la jurisdicción de Yateras, antigua provincia de Oriente.

Contexto

Desde 1894 Antonio Maceo se encontraba en San José de Costa Rica. El 15 de marzo de 1895 partió de Puerto Limón, en el vapor Adirondack, acompañado por 22 expedicionarios, entre ellos el mayor general Flor Crombet, quien fungía como jefe de la expedición. La nave, que se dirigía a Nueva York, dejó a los patriotas en la isla Fortuna, en las Bahamas, donde abordaron la goleta Honor para desembarcar por Duaba, Baracoa, el 1 de abril. Ese día sostuvieron el primer encuentro con el enemigo en el combate de El Naranjo, y desde entonces fueron perseguidos tenazmente.

Desarrollo

Después del combate de Dos Brazos el práctico que acompañaba a los expedicionarios los traicionó y le informó al teniente Pedro Garrido, jefe de los voluntarios de Yateras, sobre la precaria situación de los cubanos, por lo que a partir de ese momento se vieron acosados de forma constante por las tropas coloniales.

En estas circunstancias el 8 de abril de 1895, los expedicionarios cayeron en una emboscada de las escuadras de Guantánamo, en el lugar conocido como La Alegría.

Los cubanos pudieron escapar por el hecho fortuito de que a uno de los soldados enemigos se le escapó un disparo que evitó que la sorpresa fuera completa. Desde ese momento, fraccionados en tres pequeños grupos, prosiguieron su marcha por aquellas abruptas regiones. Antonio Maceo quedó con solo cinco hombres, ninguno de los cuales tenía experiencia combativa.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
  • José Luciano Franco. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, 3 t., La Habana, 1973. Tomo II. Pág. 104.
  • Enrique Ubieta. Efemérides de la revolución cubana, 4 t., La Habana, 1920. Tomo III. Págs. 102-103.