Combate de Siguanea
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Combate de Siguanea. En abril de 1869 una agrupación de fuerzas españolas atacó estas elevaciones donde se encontraba un fuerte núcleo de fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando directo del mayor general Federico Fernández-Cavada.
Localización
Se conocían como elevaciones de Siguanea un grupo de lomas que se encuentran en el Escambray (macizo de Guamuhaya), cerca del actual embalse del Hanabanilla, unos 40 km al norte de la ciudad de Trinidad y cerca del poblado de Hoyo de Manicaragua. El campamento mambí se encontraba en La Macagua, lugar abrupto de La Siguanea, y que dominaba el valle de Siguanea, que en la guerra por la libertad recibió el nombre de “el Sebastopol cubano”. Actualmente un caserío lleva ese nombre.
Contexto
El cienfueguero Federico Fernández-Cavada Howard había ganado los grados de teniente coronel en la guerra de Secesión de EE.UU., en la que combatió hasta el final de la contienda (abril de 1865). De regreso a Cuba, se estableció en Trinidad, donde organizó la sublevación independentista en esa región y preparó militarmente a los patriotas comprometidos con el alzamiento de 1868. Se levantó en armas el 6 de febrero de 1869 y estableció su campamento en La Macagua, sierra de Siguanea. Al siguiente mes fue nombrado jefe de la División de Las Villas, con grado de Mayor General.
Desarrollo
El campamento insurrecto de las tropas del Mayor General Fernández-Cavada se encontraba enclavado en estas estratégicas elevaciones del Escambray villareño.
Las tropas coloniales realizaron un intenso y prolongado fuego con artillería contra las posiciones de los cubanos, pero estos no respondieron. Por ello Letona consideró que los patriotas se habían retirado o carecían de municiones para hacer frente a la ofensiva.
En esas circunstancias ordenó el avance de la infantería por los estrechos y abruptos pasos de la montaña. Entonces les cayó encima una avalancha de piedras y proyectiles de todo tipo que ocasionó grandes pérdidas en hombres, caballos y mulos, muchos de los cuales fueron a parar al fondo de los precipicios. El jefe enemigo se vio obligado a ordenar la retirada ante las bajas sufridas y la imposibilidad de continuar el avance.
Fuentes
- Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
- Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
- Mary Ruiz de Zárate. El general Candela. Biografía de una guerrilla, La Habana, 1974. Pág. 58.
