Cuerpos Extraños en las fosas nasales

Cuerpos Extraños en las fosas nasales
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Concepto:Rinolitiasis: Toda materia ajena a las estructuras de las fosas nasales que se introduzca y ocupe el espacio libre de ellos, adopta la categoría de cuerpo extraño.


Cuerpos Extraños en las fosas nasales. Rinolitiasis: Toda materia ajena a las estructuras de las fosas nasales que se introduzca y ocupe el espacio libre de ellos, adopta la categoría de cuerpo extraño.

Causas

Las causas más comunes son trozos de alimentos, como huesos o migajas, que no se tragan adecuadamente y suben por el canal respiratorio, o también juguetes o piezas pequeñas que se pueden introducir los niños en la nariz mientras juegan. Frecuentemente, en las urgencias de otorrinolaringología nos vemos enfrentados al problema de los cuerpos extraños (CE) y nos seguiremos enfrentando a ellos siempre que existan niños curiosos. No es un problema relacionado con la educación de la población, ni con el nivel socioeconómico, ni con la raza o el origen étnico, todos los niños son potenciales candidatos a introducirse un CE nasal u ótico, siendo el rango de edad más frecuente entre los 2–5 años, y los 3 años la edad de mayor incidencia. Esto último se debe al desarrollo cognitivo, físico y psicológico normal del niño, encontrándose éste con una habilidad manual lo suficientemente desarrollada para manipular pequeños objetos y llevarlos conscientemente a las fosas nasales y a los oídos, y para ser capaces de introducirlos en éstos. Esta habilidad manual está asociada a la curiosidad innata del niño, el cual quiere experimentar todo tipo de nuevas sensaciones y situaciones, lo que es muy normal y natural. Por debajo de los 2 años, los niños aún no han desarrollado la habilidad necesaria para manipular los objetos pequeños y la coordinación necesaria para realizar los movimientos para llevar los potenciales CE a estos pequeños orificios, aunque siempre hay niños que obtienen estas habilidades antes que la media. Sobre los 5 años, el niño ya tiene el concepto de lo que es bueno o malo para él, y conoce las situaciones que le pueden hacer daño, por lo que esta situación se va haciendo cada vez menos frecuente y se asocia más a situaciones accidentales. Aun teniendo en cuenta lo anterior, y dependiendo de la cantidad de población infantil que haya en cada zona geográfica, tampoco vemos este problema en todas las guardias, y tal vez haya un pequeño aumento de casos en la temporada invernal, posiblemente debido a que el niño tiene menos posibilidades de salir al exterior de su vivienda y pasa más tiempo jugando con juguetes, lápices, plastilinas y todo tipo de artículos manipulables de pequeño tamaño. También hay que recalcar que muchas de estas situaciones se solucionan en salud primaria y solo los casos más difíciles llegan a nuestra especialidad.

Tipos de cuerpos extraños clasificación

Cualquier objeto de pequeño tamaño es un CE potencial para un niño. Pueden ser de tipo orgánico o inorgánico. Del tipo orgánico, los más frecuentes son las semillas, las migas de pan, los trozos de alimentos y los trozos de papel. Del tipo inorgánico, los juguetes pequeños, las pequeñas piedras, los trozos de goma, las plastilinas, los tornillos de pendientes y los trozos de esponja son los más vistos. Pero nos podemos encontrar con los materiales más inverosímiles. Durante el verano es más frecuente encontrar materiales naturales como piedras y semillas, debido a que el niño se mueve más por espacios abiertos como parques y playas; en cambio, durante el invierno son más frecuentes los juguetes, los trozos de gomas y las plastilinas, ya que los manipula habitualmente al no poder salir al exterior de su vivienda. Es inhabitual que encontremos objetos peligrosos como pilas de reloj, pero es importante reconocerlos porque pueden dejar secuelas de difícil manejo. Muy raros son los objetos cortantes, los insectos vivos o muertos, o las larvas de insectos.

Diagnóstico

No siempre es fácil. Lo habitual es que la madre o el cuidador del niño nos informen del antecedente de que el niño se ha introducido algún objeto. El antecedente se puede obtener porque algún adulto u otro niño mayor lo haya visto, o el mismo niño señale que algo le molesta en la nariz o el oído. Habitualmente, las sospechas de las madres son ciertas, y siempre que haya una sospecha hay que explorar al niño. Debemos preguntar sobre sintomatología asociada. En el caso de la nariz, preguntar por descarga nasal unilateral mucosa, mucosanguinolenta o mucopurulenta, obstrucción nasal respiratoria en niños mayores y descarga nasal de mal olor. En el caso del oído, la sintomatología es más escasa no habiendo supuración habitualmente, y rara vez una atorraría; los niños mayores pueden referir hipoacusia. En otras ocasiones, la introducción del CE pasa desapercibida y los padres solo consultan por los síntomas antes mencionados, teniendo nosotros que sospechar la existencia de un CE. Por último, hay situaciones más inhabituales en que no hay ninguna sintomatología y en que en una exploración por otro motivo nos encontremos con el CE. En los oídos, los CE de mucho tiempo de evolución se encuentran rodeados de cera, haciéndonos pensar que es un tapón de cerumen, y solo nos daremos cuenta de lo contrario al extraerlo. En las fosas nasales podemos ver estructuras que asemejan tumores (por encontrarse rodeados de fibrina) o incluso de aspecto calcáreo (las que llevan mucho tiempo, incluso años). Son los llamados «rinolitos». A veces, en una exploración radiológica del cráneo nos encontramos con masas obstructivas o semiobstructivas calcificadas en las fosas nasales, que luego de explorarlas y extraerlas resultan ser rinolitos. Los materiales radiopacos, como las monedas, son fácilmente identificables por radiología simple

Cómo extraerlos

Una vez hecho el diagnóstico, el tratamiento es retirar el CE, aunque sea del material más inofensivo, y no dejar restos de éste en las cavidades. ¿Cuándo debemos realizar el procedimiento? Al hacer el diagnóstico. Es un error y una negligencia dejar evolucionar el problema porque el procedimiento sea difícil o porque el niño sea muy pequeño o muy inquieto y no se deje explorar. Si el procedimiento se estima difícil por la ubicación del CE o porque éste se encuentra impactado, no debemos temer en solicitar ayuda a un compañero de mayor experiencia. Muchas veces el secreto del éxito es utilizar el instrumento adecuado. Si el niño no se deja explorar, debemos solicitar la ayuda necesaria al personal de Enfermería o a los propios padres para reducir al niño y, así, permitirnos trabajar relativamente cómodos para provocar el menor daño posible con las maniobras.

Posición del niño. Tanto para CE nasales como óticos, en un niño sobre los 3 años de edad o que sea muy colaborador, la exploración inicial puede ser en el sillón de examen sentado sobre las piernas del padre o el tutor, solicitándole a este que sostenga las piernas del niño entre sus piernas, con una mano que sostenga las manos del niño contra el abdomen y con la otra mano que le sostenga la cabeza por la frente. Si el niño es muy pequeño o no colabora, debe ser recostado sobre una camilla y envuelto en una sabanilla, bien ajustado desde los hombros hasta la cintura para fijar los brazos al tronco y no permitir movimientos violentos de este, que podrían provocarle lesiones durante la exploración con nuestro instrumental; necesitaríamos también 2 ayudantes, uno para sostener el cuerpo y otro para sostener la cabeza1,4–6. La exploración con el niño sentado es para realizar el diagnóstico y solo nos permitiría extraer el CE, si tenemos un espejo frontal o fotóforo que nos permite tener ambas manos libres para trabajar. En cambio, para CE óticos solo nos permite la exploración diagnóstica, ya que el otoscopio sólo nos permite ver y no trabajar. La posición decúbito dorsal en la camilla es obligatoria para extraer el CE con instrumental desde un oído con la ayuda del microscopio, salvo si realizamos un lavado de oído, que puede ser sentado.

Evolución y pronostico

En las fosas nasales, si no se han provocado lesiones mucosas evidentes o no hay sangrados, no es necesario realizar ningún cuidado especial. Si se provocó una lesión mucosa leve a moderada es necesario indicar a los padres que se deben realizar lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar por 1–2 semanas para evitar las costras y la formación de sinequias endonasales. Cuando se provocan lesiones mucosas graves con grandes desgarros y soluciones de continuidad es útil dejar taponada la fosa con una leontina o un merocel pequeño untado en pomada antibiótica por 24–72h para evitar la formación de sinequias e infecciones; luego de retirado se deben indicar lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar por 1–2 semanas. Si el CE ha sido una pila o algún otro producto que contenga algún compuesto ácido o básico con riesgo de daño importante de la mucosa, además de los lavados nasales, deben indicarse controles médicos para descartar la formación de sinequias y estenosis de las fosas nasales, que pueden aparecer semanas después de la agresión y deben ser corregidas mediante otros procedimientos quirúrgicos reparativos.

Complicaciones

Un cuerpo extraño en las fosas nasales, no extraído o ignorado, puede entrañar complicaciones regionales por la mala ventilación nasal, sobre infección local y celulitis para nasal: suelen presentarse cuadros de sinusitis, dacriositis, celulitis propiamente dicha y otras afecciones.

Fuente

  • Manuel S. Villar Suárez y coautores Otorrinolaringología. Colección el estudiante de Medicina. Consultado el 21 de octubre del 2013.