Cueva de El Buxu

Cueva de El Buxu
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Cueva de El Buxu.jpg
Interior de la cueva
Ubicación2 km de Cangas de Onís en dirección a Panes
Fecha de descubrimiento1916

Cueva de El Buxu. Se encuentra situada en las proximidades del pueblo de Cardes, en ella se combinan pinturas y grabados, fue descubierta en 1916 y declarada monumento en 1985.

Ubicación

Se encuentra a 2 km de Cangas de Onís en dirección a Panes, por la carretera AS-114, se toma un desvío a la izquierda que nos lleva al pueblo de Cardes, donde se toma un sendero de 1 km que conduce a la cueva de El Buxu.

Su nombre

El nombre de la cueva probablemente provenga del latín buxus que significa boj. Podría tener su origen en una corrupción de brujo, bruxu en bable; quizás, la fantasía que rodea el mundo de las cuevas hizo pensar que ésta estaba habitada por un Bruxu, que con el tiempo deriva al nombre actual, el Buxu.

Descubrimiento

La cueva está situada en las laderas de la Peña Ancueva, en calizas cretácicas, la Cueva del Buxu está situada a unos 25 m por encima del arroyo de Entrepeñas, que vierte al río Güeña por su derecha. Se accede a ella desde el pueblo de Cardés, por un camino de casi un kilómetro que sigue durante buena parte el curso del arroyo de Entrepeñas hasta cerca de la cueva, donde, debido a su pendiente, están habilitadas unas escaleras que conducen hasta la entrada de la cueva. Antes de la entrada se cruza un arco de piedra.

Sin embargo, cuando fue descubierta, la descripción que hace el Conde de la Vega del Sella y Obermaimer de su difícil acceso es: Fue descubierta por una equivocación de Cesáreo Cardín, prospector del Conde de la Vega del Sella, que había sido enviado en diciembre de 1916 a inspeccionar la cueva de las Inxanas, cuyo nombre hizo sospechar al conde que pudiera contener algún resto prehistórico; Cardín se equivocó de camino y descubrió esta cueva; se introdujo en ella por un angosto agujero y descubrió sus representaciones.

El Conde de la Vega del Sella y Obermaier realizaron un estudio de sus pinturas y grabados, que publicaron en su trabajo La cueva del Buxu de 1918 bajo el patrocinio de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas. En 1970, Emilio Olávarri realizó una serie de catas en la zona próxima a la entrada y puso de manifiesto la existencia de niveles arqueológicos atribuibles al Solutrense (unos 18.000 años). Posteriormente, entre 1985 y 1989 Mario Menéndez realiza nuevas excavaciones, estudio que suma a los que había realizado en 1981 sobre sus representaciones artísticas.

Descripción

La cueva cuenta con una rica representación de arte parietal prehistórico perteneciente al Solutrense y principios del Magdaleniense. En sus paredes se combinan las pinturas y grabados de caballos, cabras, ciervos y bisonte con figuras geométricas y zoomórficas. La cueva del Buxu ha proporcionado una importante muestra de industria lítica y ósea como distintas manifestaciones de arte mueble, destacando una escultura de un ave tallada sobre el colmillo de un oso y una plaqueta de piedra caliza grabada con distintos motivos. El vestíbulo forma una especie de tribuna de 5 - 6 m de ancho; en su derecha tiene un pequeño túnel, por el cual pasa el sendero que viene faldeando un sendero, que hoy día es necesario cruzar para acceder a la cueva. En el fondo del vestíbulo aparecen los restos de un piso anterior, cubierto por una capa estalagmita; aquí, el conde menciona haber encontrado restos de cenizas negras mezcladas con algunas lascas de cuarcita; aparecen en su fondo dos pequeñas aberturas, de las cuales una es la que conduce al interior de la cueva.

El acceso al interior de la cueva era muy difícil en el momento de su descubrimiento, ya que en muchos lugares era necesario arrastrarse para poder alcanzar las zonas de arte. La entrada da lugar a una galería orientada al N y que al poco gira a la derecha, formando casi un ángulo recto, dejando a la izquierda un pequeño divertículo; a los 10 m de caminar en esa dirección, la galería toma de nuevo el N, en cuyo sentido continúa unos 9 m, al cabo de los cuales de nuevo toma dirección este, ensanchándose y presentando en su centro unas columnas estalagmíticas; el recorrido en este rumbo es de 10 m, al cabo de los cuales se percibe a la derecha una galería, que se deja de lado, continuando por la izquierda, una zona baja de techo y que se inicia con un pequeño descenso, hoy día acomodado con escaleras.

Se continúa así unos 15 m, dejando a la izquierda una entrada muy baja, y al final se alcanza una sala de forma muy irregular, que la derecha tiene un divertículo accidentado, que comunica con una galería superior, tampoco sin artes. Frente al divertículo está la entrada de otra galería que conduce a una sala grande, sin representaciones rupestres. Esta zona es el sector A, y aquí aparecen una serie de grabados.

Dejando a nuestra izquierda esta galería, nos encontramos con un arco muy bajo, que pasamos agachándonos bajo la bóveda; luego se ensancha y a los 5 m se bifurca por medio de un espolón; la parte derecha es una galería baja, y se toma el camino de la izquierda, hasta alcanzar el sector B, donde tanto en la pared de la derecha como en la de la izquierda hay grabados. En la terminación de esta galería, que sigue una dirección N, hay un ensanchamiento, quedando a nuestra derecha un pozo que desciende a un nivel inferior de la cueva; el pasillo gira a la izquierda en ángulo recto tomando dirección al O. En el lugar C existen grabados y pinturas. De aquí, a unos nueve metros en ese sentido se encuentra, en un pequeño divertículo, el sector D, el panel principal de representaciones.

La cueva apenas tiene formaciones geológicas, ya que su origen fue un tubo por el cual circulaba el actual arroyo de Entrepeñas a presión, hasta que con el tiempo se abre un sifón por el cual se pierde, dejando libres las actuales galerías.

Representaciones artísticas

La roca en la que se abre la cueva de El Buxu es una caliza del Cretácico muy rica en arcillas, lo que le da una textura blanda que facilita la realización de grabados, que son muchos más que las pinturas; además, debido a esto, la superficie de la roca presenta numerosas grietas naturales, más o menos finas, que hace la visualización de las representaciones realmente difícil, sin tener en cuenta la mala conservación que presentan algunos.

En total, existen en la cueva ocho caballos, ocho ciervos, cuatro cabras, dos bisonte, un gamo, una cornamenta de ciervo pintada en negro y cinco interinados, entre las figuras de animales; también se pueden observar diez y nueve tectiformes o signos cuadrangulares, un escaleriforme, un signo dentado, un signo oval, un laciforme y una representación esquemática en forma de E pintada en rojo, entre las figuras abstractas.

Fuentes

http://tematico.asturias.es/cultura/yacimientos/buxu.html

http://www.arqueotur.org/yacimientos/cueva-del-buxu.html

http://www.llanes.as/guia/cuev/cuev02.htm