Daniel 10

Daniel 10
Información sobre la plantilla
Autor(es):Daniel
Categoría:relato bíblico
Idioma:hebreo
Origen:c. 530 a.n.e.
Lugar:A la orilla del gran río Hidekel (Tigris)

Daniel 10 es el décimo capítulo del libro de Daniel, un texto sagrado en la Biblia

Cronología

Este capítulo es el último cronológicamente entre los doce. Se sitúa en el tercer año de Ciro (Daniel 10:1). Si el reinado de Darío el Medo coincide con el de Ciro el Grande, entonces este capítulo probablemente corresponde al año 536 a. n. e. Sin embargo, si Ciro sucedió a Darío el Medo y su primer año de reinado se cuenta a partir de entonces, la cronología podría variar ligeramente.

Daniel era un adolescente en el primer capítulo, por lo que aquí tendría ya casi 90 años.

Los hechos

En el tercer año del reinado de Ciro, rey de Persia, Daniel vivió una experiencia reveladora relacionada con un conflicto venidero. Durante tres semanas se entregó a un riguroso ayuno, evitando comer y celebrar con manjares, carne o vino, e incluso se abstuvo de ungirse, concentrándose en la oración y la búsqueda espiritual.

Al concluir ese periodo, mientras se encontraba junto al río Tigris, Daniel tuvo una visión impactante: ante él apareció un ser de apariencia gloriosa, ataviado con lino y con un cinturón de oro. Su rostro resplandecía como un relámpago, sus ojos emitían un brillo semejante a antorchas, y tanto sus brazos como sus pies lucían el brillo del bronce bruñido; su voz se imponía con la fuerza de una multitud en marcha. Aunque la visión fue exclusiva para Daniel, quienes estaban cerca sintieron un profundo temor y optaron por retirarse.

Debido al impacto, Daniel se desplomó, pero fue tocado y levantado por aquel ser celestial, quien le aseguró que sus oraciones habían sido escuchadas desde el primer día. Sin embargo, el mensajero explicó que su avance se había visto obstaculizado por el “príncipe del reino de Persia”, quien lo retuvo durante veintiún días. La situación se alivió con la intervención de Miguel, reconocido como el protector del pueblo de Israel, permitiendo que el mensaje pudiera finalmente transmitirse.

Posteriormente, el ángel fortaleció a Daniel y le dejó claro que el mensaje que estaba por revelar se refería a los tiempos futuros para su pueblo. Además, mencionó que, luego de enfrentarse al príncipe persa, surgiría otro desafío con el príncipe de Grecia, subrayando la importancia de Miguel en la superación de estas contiendas espirituales.

Interpretaciones

El príncipe de Persia

Este capítulo habla de un príncipe de Persia contra el que contendió contra un ángel (posiblemente Gabriel). No hay casi información sobre este ser, en líneas generales, se suele interpretar como un espíritu; esta interpretación se respalda con el hecho de que en la literatura de Qumrán también se use el título de «príncipe» para referirse a ángeles importantes. No se puede descartar que podría ser también alguna alegoría para describir la caída del imperio medopersa.

Parece ser que la idea de que las naciones tienen a sus propios ángeles ya estaba implícita en otros textos del Tanaj como Deuteronomio 32:8-9.[1]Este pasaje dice lo siguiente:

'Cuando el Altísimo repartió a las naciones su herencia, cuando separó a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Dios. Porque la porción de Yahweh es su pueblo; Jacob es la parte de su heredad'.

Manuscritos

El manuscrito más antiguo de de Daniel que contiene este texto es uno hallado en Qumrán, denominado el 4Q114, y se fecha con mucha seguridad en el período asmoneano temprano.[2] El texto está presente en códices masóreticos y códices basados en la Septuaginta como el Codex Sinaiticus, Codex Alexandrinus, entre otros.

Enlaces externos

Referencias

  1. John Barton, John Muddiman. (2007). 'The Oxford Bible Commentary' Oxford University Press. Pág. 569.
  2. Dead Sea Scrolls Bible Translations - «4Q114 Danielc».

Fuentes