Daniel en el foso de los leones

Daniel 6
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Autor(es):Desconocido; posiblemente Daniel
Categoría:relato bíblico
Idioma:arameo
Origen:Los hechos se ambientan en el siglo VI a.N.E., el texto no menciona autor.
Lugar:Babilonia, bajo el dominio del Imperio Medo-Persa

Daniel en el foso de los leones es el nombre dado al relato bíblico presente en el capítulo 6 del libro de Daniel, donde se narra cómo el profeta fue salvado milagrosamente por Dios tras ser arrojado a una cueva llena de leones por mantenerse fiel a su fe.

La historia de Daniel siendo arrojado a la guarida de los leones aparece nuevamente en el capítulo 14 de este libro. Sin embargo, este capítulo es considerado deuterocanónico, es decir, apócrifo para la mayoría de los judíos y de las iglesias protestantes, aunque está incluido en las Biblias católicas y en las pertenecientes a la Iglesia ortodoxa oriental.

El texto bíblico fue escrito originalmente en arameo.

Cronología

El texto no indica el año exacto de cuándo ocurren estos hechos, pero parece ser que Darío el Medo no gobernó mucho tiempo, por lo que lo más probable es que los hechos de este capítulo acontezcan muy poco luego de la conquista a Babilonia por los medopersas, que ocurrió hacia el año 539 a.n.e.

Los hechos

Daniel es elevado a un alto cargo por el rey Darío, el medo. Sin embargo, los rivales de Daniel, llenos de envidia, intentan tenderle una trampa persuadiendo a Darío para que emita un decreto que prohíba a cualquiera orar a cualquier dios o humano, excepto al mismo Darío, durante treinta días. Quien desobedezca será arrojado al foso de los leones.

A pesar de eso, Daniel, fiel como siempre, continúa orando tres veces al día al Dios de Israel, que curiosamente, en la religión persa también era la regla orarle varias veces a Ahura Mazda. El rey Darío, aunque muy angustiado, no tiene más opción que aplicar la pena de muerte, ya que las leyes de los medos y los persas no podían ser revocadas. Con la esperanza de que Dios lo salvara, Darío ordena que Daniel sea arrojado al foso de los leones.

Al amanecer, el rey corre hacia el lugar y, ansioso, clama preguntando si el Dios de Daniel lo ha salvado. Daniel responde que Dios envió a Su ángel para cerrar la boca de los leones, «porque ante él fui hallado inocente».

Entonces el rey ordena que aquellos que conspiraron contra Daniel, junto con sus esposas e hijos, sean lanzados al foso en su lugar. Darío también decreta que todo el mundo debe temer y reverenciar al Dios de Daniel.

Historicidad

El marco histórico del relato es un tema es controvertido, ya que no existen evidencias del decreto del rey o algo similar, y el hecho de que un rey prohibiera adorar a todos los dioses excepto a él mismo no parece ser característico de la religión de los medopersas, quienes eran zoroastrianos, respetaban las creencias de los demás, y sobre todo le tenían un gran respeto a Ahura Mazda. En consecuencia, la mayoría de historiadores lo consideran folklórico y legendario. No obstante, algunos estudiosos, como Montgomery o Behrman, sugieren que el decreto solo implicaba una especie de «prohibición de oraciones religiosas» durante esos 30 días, en lugar de una deificación directa del rey. Es decir, que lo que estaba prohibido era dirigir oraciones a otros dioses, y el rey debía ser considerado como su representante en el mundo físico. [1]

Testimonios extrabíblicos

No existen testimonios extrabíblicos que confirmen este suceso, pero el erudito William H. Shea identificó a Darío el Medo con un general persa llamado Gobrias, quien murió poco tiempo después de la conquista de Babilonia. Shea atribuye su repentina muerte a un complot orquestado por sacerdotes y funcionarios descontentos con las acciones que tomó, según se relata en Daniel 6:42.[2] Esta tesis ha sido objeto de debate, principalmente debido a los posibles problemas cronológicos que surgirían por lo breve que habría sido su supuesto reinado considerando los eventos que habrían ocurrido en todo el libro.[3]

En el arte

A partir de este relato se han hecho muchas obras artísticas, una de las más conocidas, es Daniel en el foso de los leones hecha por Pedro Pablo Rubens hacia el año 1615.

Referencias

  1. John H. Walton. (1988). «The decree of Darius the Mede in Daniel 6». Journal of the Evangelical Theological Society 31.3. Pág. 280.
  2. William H. Shea. (2001).«The Search for Darius the Mede (Concluded)». Journal of the Adventist Theological Society. 12(1).
  3. Steven Anderson. (2014). «Darius the Mede: A Reappraisal». Pág. 48-49

Fuentes