Delfín de Héctor
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Delfín de Héctor. Especie que se encuentra en peligro de extinción, y su subespecie, el delfín de Maui está en peligro crítico. Se ha calculado un declive ya en curso de más del 50 % de los ejemplares de estos delfines en tres generaciones o lo que es lo mismo, 39 años en el caso de estos delfines. Esto se ha calculado a partir de datos conocidos de la evolución de la especie.
Sumario
Características
Los hábitos y la biología de estos delfines han sido bien estudiados en los últimos veinte años y por lo tanto es indudablemente la especie mejor conocida de su género.
Tamaño
Similar a otros representantes del género, este delfín es más pequeño, de hecho el más pequeños de los cetáceos. Los adultos miden 1,5 metros de largo, siendo las hembras algo más grandes.
Peso
Pesan unos 57 kg.
Anatomía
La cabeza es contundente, la aleta dorsal redondeada, así como las aletas que también son redondeadas. Al no tener un morro alargado como otros delfines se le puede confundir con una marsopa.
Color
El predominante es el gris pálido, con un color gris más oscuro en la aleta dorsal, las aletas, alrededor del orificio y gran parte de la cara. El vientre es blanco principalmente hasta la mandíbula inferior con una línea gris oscuro que va desde las aletas hasta los ojos. La frente es gris con reflejos negros y la punta del hocico es negra. Otra banda recorre desde los lados hasta la aleta dorsal.
Modo de vida
Viven en grupos de 2 a 8 individuos aunque se han visto agrupaciones de 50 ejemplares en ocasiones.
Son delfines muy activos a los que les gusta hacer acrobacias como a muchos otros delfines. Cuando saltan suelen caer de costado, para producir un fuerte chapoteo.
Longevidad
Aproximadamente 20 años.
Parto
Se produce en la primavera y principios del verano.
Alimentación
De especies de peces pequeños y calamares. La dieta es más variada en la costa este de la Isla Sur (donde 8 especies constituyen el 80 % de la dieta) que en la costa oeste (4 especies constituyen el 80 % de la dieta).
Hábitat y área de distribución
Además de ser endémico de Nueva Zelanda, (océano Pacífico), tiene el área geográfica más restringida de entre los cetáceos, lo que le hace ser especial. Son más comunes en la Isla Sur y en el oeste de la Isla Norte. Hay tres subpoblaciones por lo menos en la Isla Sur, y una pequeña población en la Isla Norte considerada una subespecie del delfín de Héctor, por lo que la conservación de cada una de estas poblaciones es necesaria. Se les encuentra dentro de los 15 km. más cercanos a la costa en invierno y a un máximo de 100 m. de profundidad. Se les llega a ver a menos de 10 km. de la costa en los meses de verano.
Amenazas
Captura
No se tiene constancia de la captura directa. La captura accidental en distintos tipos de redes de pesca, incluso por parte de pescadores deportivos, es una amenaza de la especie que se ha documentado como normal en los últimos años.Desde 1970 a la fecha esta circunstancia se cree que ha sido la causa de la reducción en un 50% la población.
Contaminación
La distribución estrictamente costera de esta especie hace que sea vulnerable a la acumulación de contaminantes tales como metales pesados y residuos de plaguicidas. Aunque sus efectos biológicos precisos son poco conocidos,los niveles de algunos de los contaminantes son motivo de preocupación; por ejemplo se ha encontrado en los tejidos de moderados a altos niveles de DDT, PCBs y dioxinas, ya que estos contaminantes se acumulan.
Estos compuestos son conocidos por interferir con la reproducción y sus efectos se agravan por la sinergia entre los compuestos; dos compuestos son sinérgicos si al juntarse sus efectos son más graves. El mercurio, cadmio y cobre tienen también niveles relativamente altos en comparación con otros. No se sabe hasta qué punto la contaminación por plaguicidas u otras formas de contaminación contribuyen a la mortalidad o la baja de tasas de reproducción observados en los delfines de Héctor .
Turismo
Se ha producido un aumento del turismo relacionado con los mamíferos marinos ya que son fáciles de localizar y se dejan ver. Además han aumentado con los años los permisos de barcos. Los barcos y los buceadores en principio se piensa que no afectan de manera importante a los delfines.
Ultrasonidos
Estos pueden afectar a los delfines ya que producen y detectan ultrasonidos que nosotros no somos capaces de percibir, pudiéndoles confundir, por lo que a veces se alejan de las zonas con barcos.
Medidas de conservación
Entre las medidas tomadas, se tomó la decisión de crear un santuario para mamíferos marinos en Nueva Zelanda en 1989 para protegerlos. Está en la Península de Banks, donde se prohíbe la pesca con redes. Esto ha detenido la disminución de ejemplares, pero todavía no se ha registrado un incremento. Otras amenazas como el choque con hélices navales puede estar impidiendo el retorno a la estabilidad. En marzo de 2004, el Departamento de Conservación de Nueva Zelanda inició un sistema de seguimiento por satélite mediante emisores colocados a tres delfines de Héctor de la Isla Sur. Si su actividad puede ser monitoreada satisfactoriamente, el sistema será extendido a la muy amenazada subespecie de Maui. Los esfuerzos de investigación se deberían centrar en estimar la tasa de mortalidad por enredo en redes de pesca y en las tasas de crecimiento demográfico. La pesca con redes debería de estar prohibida en las zonas con altas concentraciones de delfines y los santuarios marinos deberían de estar completamente protegidas. El uso de medidas de mitigación de ultrasonidos de los barcos y que afectan a los delfines deberían de tenerse en cuenta.
Fuentes
- Animales Extinción Consultado el 16 de septiembre del 2011.
