Dick Tracy (película)
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Dick Tracy (película). Es una película decadente al estilo del cine negro de los años 40. La historia está inspirada en un comic de la época.
Sumario
Del filme
Dick Tracy es una película de 1990 basada en la serie homónima de historietas de la década de 1930. Creada por Chester Gould. Fue protagonizada y dirigida por Warren Beatty, acompañada de Madonna como protagonista femenina (Breathless Mahoney), Al Pacino en el personaje de Big Boy Capice y diversas apariciones breves de varias estrellas, como Dick Van Dyke, James Caan, Kathy Bates, Dustin Hoffman y Mandy Patinkin. Para las labores de adaptación al cine, se contrató como consultor a Sheldon Dorf, editor y guionista de historieta que había contribuido a transmitir el cómic de Dick Tracy a las nuevas generaciones.
Sinopsis
En una ciudad oscura y violenta, la corrupción política y policial convive con la mafia que domina a la policía y a los políticos.
Dick Tracy aparece como un policía incorruptible en lucha permanente con la mafia y con la policía que quiere sacarlo de su puesto como detective en la calle y sentarlo en un buró, haciéndolo Jefe de la policía. El personaje lucha por permanecer en un combate que lo lleva a distintas aventuras.
El reparto
Este tema lo estuvo promocionando Warren Beatty como productor durante años. Después de pasar por las manos de directores importantes que no quisieron asumirlo, decidió, él mismo, a tomar la dirección, lo que sería su tercer largometraje como director. Al mismo tiempo él encarna el personaje principal: Dick Tracy. Su caracterización, basada en su experiencia como actor próximo al galán, convierte al detective en un hombre elegante.
Muy importante, el personaje se distinguía por tener un reloj transmisor. Esto en aquel entonces parecía ciencia ficción, hoy día con los modernos recursos tecnológicos queda el reloj como un anacronismo que caracteriza al personaje.
Warren Beatty era muy conocido en Hollywood por no escatimar en gastos y fue componiendo un casting realmente excepcional con figuras conocidas en el cine, pero transformadas por un extraordinario trabajo de maquillaje y de utilización creativa de las prótesis faciales.
El personaje principal de la mafia: Big Boy, figura repugnante que está irreconocible, no es otro que Al Pacino. Aquí se da una curiosidad y es que este actor que encarnó “El Padrino”, ahora muchos años después, se parodia a sí mismo, porque el personaje es una caricatura grotesca del legendario personaje.
El casting es un “todos estrellas”, Dustin Hoffman , quien interpreta un pequeño papel y a un descubrimiento de esta película donde las mujeres son protagónicas: la Madonna, que en ese momento noviaba con Warren Beatty y ayudó a promover la película.
Actuación estelar la del joven adolescente Charlie Korsmo –identificado como El niño- con un rostro que parece realmente salido de la época, aquí no hizo falta maquillaje, este joven es en sí mismo el personaje. Un muchacho de la calle, hambriento, a quien Dick Tracy acoge de alguna manera, siempre buscando justicia. Este joven acompaña a Dick Tracy siempre, ayudándolo sin que el detective lo perciba.
Una escena es clave: Dick Tracy parte en su automóvil a una entrevista difícil, el auto se aleja en cámara y el muchacho viaja sobre el maletero, para socorrer a Tracy. En esta secuencia, donde el auto recorre la ciudad, se puede apreciar uno de los grandes aportes del filme, la fotografía y ambientación.
El filme está rodado en un tono sepia y por momentos estalla en brillantes colores. Este fue un elemento muy discutido dentro de un panorama general favorable a la película. La histora en sí apenas difiere de una de las tantas del llamado cine negro.
Cuando se filmó esta película, ya este cine estaba reducido a las cinematecas y proyecciones especializadas. En realidad lo que logra esta obra es llevar al espectador a esa época con una nueva versión en que el color, ausente en el cine negro, juega un gran papel.
La película fue muy bien recibida por el público y la crítica. No despertó el entusiasmo que se esperaba y se debió a que el espectador pudo haberse desconcertado ante tantas figuras, actores conocidos e irreconocibles.
Solo por disfrutar la actuación de Al Paccino y sus reuniones con los matones de la mafia, donde delira en su búsqueda por el poder; el ambiente de época producto de una puesta en escena excelente; y los experimentos en fotografía y maquillaje, ya es en sí una película importante.
