Dmitri Písarev
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Dmitri Písarev. Destacado critico y publicista ruso del siglo XIX.
Síntesis biográfica
Nació en la provincia de Orlovskaya en la familia de un oficial. Hasta los 11 años se educó bajo la tutela de su madre Bárbara. Desde 1852-1856 estudia en la escuela secundaria de San Petersburgo. En 1856 ingresa a la Universidad de San Petersburgo en la facultad de Historia y Filología, de la cual se gradúa en el año 1861.
Trayectoria literaria
Su actividad literaria Pisarev la inicia todavía siendo estudiante, colaborando en la revista Rassvet. Aquí él publica los artículos críticos de las novelas: Oblomov de I.Goncharov, El hogar de nobles de I.Turgenev, Tres muertes de León Tolstoi.
El análisis de las obras literarias del joven critico se caracteriza por rasgos penetrantes y finos, perentoriedad y discusión de problemas sociales y morales de la vida rusa.
En 1860 la crisis espiritual de Pisarev surge como consecuencia de desilusiones con los estudios universitarios y el amor in correspondido hacia su prima R.Koreneva.
Desde 1861 colabora durante varios años con la revista La palabra rusa, edición progresista y con una evidente postura democrática. Pisarev se hace famoso gracias a su famoso articulo Escolástica del siglo XIX – donde formula los principios democráticos en la literatura.
Prisión
Por sus artículos críticos, fue llamado nihilista. Mas de cuatro años pasa en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo (prisión política). Durante el primer año le prohíben dedicarse a su labor literaria.
En los años que Pisarev pasa en la prisión escribe sus mejores obras criticas:Los motivos del drama ruso (1864), El proletariado ciego (1865), dedicada a la novela de N.Chernishevsky ¿Qué vamos a hacer?.
Las bases teóricas de la concepción antiestética del Pisarev tardío están expuestas en sus artículos “La destrucción de la estética”, y “¡Vamos a ver!” (1865).
En sus artículos críticos Pisarev no hace de hecho ningún análisis de la obra artística, sino la investiga desde su utilidad y significado social. Tal enfoque es propio para la generación de los demócratas de los años sesenta del siglo XIX.
A fines de 1866, sale de prisión, y colabora en la revista Memorias nacionales, donde publica su articulo La hermandad vieja (1868). Entre sus últimas obras figura el articulo La lucha por vida (1867-1868), dedicada al análisis de la novela de Fedor Dostoievski “Crimen y castigo”.
