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AZUCAR Y CICLONES EN SANTA CRUZ DEL SUR


= AZUCAR Y CICLONES

La importancia de la historia, su estudio y conocimientos profundos, ha sido señalada y demostrada por especialistas en disímiles campos a través de todos los tiempos y está de más que abordemos su esencia aquí. Señalaremos solamente que creemos, como muchos, que aquella que es más cercana a los que la hacen es la que mejor educa y prepara para el desarrollo humano a los individuos y a los pueblos. Apliquemos pues la intensión del presente libro y quienes lo lean, la máxima martiana de que “…. La Historia de América, de los Incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los Arcontes de Grecia….”; Entendiendo que nuestra América más cercana es el suelo que habitamos

CENTRAL MACAREÑO 1921 La industria azucarera, fue la principal rama económica de la que dependía la burguesía cubana. La introducción de esta industria en Santa Cruz del Sur y el respectivo cultivo de la caña se producen ya adentrada la centuria del XIX, delimitado entonces esta localidad como “Capitanía de Partido”. De dos pequeños ingenios existentes en 1850, asciende abruptamente en solo once años a nueve, para disminuir en 1891 nuevamente a dos, en 1858 existían en el territorio 52 caballerías de tierras destinadas al cultivo de la caña, lo cual solo representaba el 0,28% del total de caballerías correspondientes al partido. Ya en los albores del siglo XX, se intensifican las inversiones foráneas dirigidas hacia diferentes sectores de la economía, muy especialmente hacia la industria azucarera. Los norteamericanos, en su política inversionista mostraron preferencia por esta industria en diversas localidades del país. Es bien conocido que el grupo Hawley, aparecido en Cuba en 1889 y constituido bajo la firma “Cuban American Sugar Company”, el cual contaba con propiedades en el occidente del país, de igual forma la “Caribean Sugar Company”. Estas firmas se extienden por el oriente con el apoyo de Mario García Menocal. Como resultado de esta labor empresarial se fomenta en 1921 el central Macareño –luego Haití— ubicado a 25 Km. por carretera de Santa Cruz del Sur, próximo al sub.-puerto de Manopla. La historia del central Haití se remonta a principios del siglo XX con el comienzo de la expansión de compañías norteamericanas en la industria azucarera cubana. Ya antes del año 1913 se reporta la intención de inversionistas norteamericanos de construir un central azucarero en el sur de la provincia de Camagüey, alrededor de este mismo año son compradas las extensiones de tierras vírgenes cubiertas de bosques en el entonces barrio Yaguabo del territorio municipal de Santa Cruz del Sur perteneciente a Manuel Hernández, alias Macareño. Este señor vendió sus tierras con la condición de que le pusieran al nuevo central el nombre de Macareño.


Las compañías azucareras norteamericanas llevaron a cabo una activa labor de conformación de las comunidades en las que se asentaron y convirtieron en su centro de operaciones. Allí crearon la infraestructura necesaria para garantizar la vida de sus habitantes: viviendas, escuelas, teatros, hospitales, departamentos comerciales, hoteles, iglesias, etc. Sin embargo, en todos los casos no alcanzó el mismo nivel, éste estaba relacionado con el poder económico de cada una de las compañías norteamericanas.

Construcción del central macareño

La compañía fundada se llamo Caribean Sugar Company con sede en Boston, EE.UU. Los trabajos de construcción del central comenzaron en el año 1919 conjuntamente con el desmonte de las primeras 100 caballerías de tierras compradas y la construcción del batey del central. La construcción del central hace cambiar radicalmente la base económica de la zona de una economía de subsistencia con limitado desarrollo de la ganadería, frutos menores, miel de abeja y algunas producciones de yarey concentradas en pequeñas fincas en una economía cañera donde estas fincas se fueron convirtiendo en colonias tributarias de materia prima al nuevo central. De las 100 primeras caballerías la compañía incrementó sus áreas hasta llegar a tener 1395 caballerías destinadas al cultivo de la caña. Extensas zonas de bosques vírgenes fueron desmontadas y quemadas para desarrollar las nuevas producciones. Desde 1913 comenzó la construcción del subpuerto de Manopla por donde entrarían todas las estructuras, equipos e insumos del nuevo central y posteriormente se exportaría el azúcar y mieles abaratando considerablemente los costos de construcción y operación para la compañía, que obtuvo grandes beneficios por este concepto al no tener que depender de las transnacionales del transporte también norteamericanas. El puerto de manopla.fue un sitio de renombre en la isla, por allí se extrajeron toneladas de miel y azúcar en enormes patanas. La llegada del tren tirando las largas filas de planchas cargadas de sacos de azúcar divertía a los chiquillos de la pequeña comunidad costera. En el año 1921 el central fue inaugurado comenzando sus producciones ese mismo año. En 1953 la Compañía Baragua Sugar Company compró el ingenio a la Caribean Sugar Company. La nueva compañía creada se llamó Macareño Industrial Corporation Of. New York con oficinas en el edificio del Royal Bank Of. Canadá sito en Aguilar # 317 Ciudad de La Habana hasta el triunfo de la Revolución. En el año 1960 el ingenio conjuntamente con sus tierras fueron nacionalizados por la revolución y terminando así la administración norteamericana. Posteriormente el central toma el nombre de Haití pero el asentamiento para sus pobladores mantuvo el nombre que se le dio en sus orígenes con la construcción del batey del central, Macareño.

BATEY MACAREÑO Conjuntamente con el auge en la producción del central y el crecimiento de las plantaciones de caña de azúcar fue desarrollándose el batey del ingenio y sus colonias. Este surgió en un principio como un asentamiento típico de los bateyes que las compañías norteamericanas establecieron en sus ingenios azucareros


La clase administrativa y la alta empleomanía generalmente norteamericana establecían una zona residencial con buenas condiciones topográficas y de urbanización, contaban con calles amplias y bien trazadas, pavimentadas, con sistema de acueducto, drenaje pluvial y zonas de recreación y esparcimiento exclusivas para ellos. Las viviendas en general eran de madera con techo a dos ó cuatro aguas de tejas y pisos altos sobre pilotes, el portal rodeaba todo el contorno de la vivienda en forma de U. Existía profusión de jardines, áreas verdes y espacios arbolados, las instalaciones deportivas y recreativas se integraban a la zona. La casa del administrador se localizaba distante del resto y su notoriedad la hacía fácilmente distinguible entre todas las viviendas del lugar. Desde esta posición a él le era posible dominar visualmente casi toda el área. La empleomanía de menor rango, generalmente cubana se situaba en otro sector separado de la zona de la alta jerarquía pero conectados por vías, en esta zona la urbanización era más modesta, pero igualmente existía acueducto, alcantarillado y trazado de calles aunque no pavimentadas como en la otra zona. Las viviendas eran más sencillas, de madera con techo de zinc a dos aguas y piso de madera sobre pilotes para evitar la penetración del agua por las frecuentes inundaciones. Rodeando esta misma zona pero más separados del ingenio y de las instalaciones administrativas se ubicaban las barracas y viviendas de los trabajadores y jornaleros, las cuales estaban construidas sin ningún orden y con materiales precarios ocupando la periferia del batey y constituyendo verdaderos barrios insalubres. Esta periferia con el aumento de la población atraída por las posibilidades de trabajo fue ampliándose y extendiéndose a lo largo de los caminos que comunicaban con las colonias más cercanas formando los actuales repartos y barrios del asentamiento entre ellos: Paco Álvarez, Caparros, Kingston y Loreto.