Educación nutricional para escolares

Educación Nutricional para Escolares
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Título originalEducación Nutricional para Escolares
Autor(a)(es)(as)Dr. Rafael Torres Acosta.
Editorial:Ediciones Holguín
ISBN959-221-098-5
DistribuciónInstituto Cubano del Libro

Educación Nutricional para Escolares. Libro del autor Dr. Rafael Torres Acosta, editado por Ediciones Holguín en el año 2002. El autor lo dirige a los escolares, y la idea central del mismo es destacar la importancia de una dieta correcta, la cual debe incluir alimentos de manera balanceada, con la presencia de los nutrientes necesarios, lo cual garantizará una óptima salud y mejor rendimiento escolar.

"Se debe pensar en los niños de hoy, porque son el pueblo del mañana. Se deben cuidar y velar por ellos como los pilares con que se funda toda obra verdaderamente hermosa y útil."

Sinopsis

El autor expone que la dieta que incluye alimentos de manera balanceada,con la presencia de nutrientes necesarios, garantizará una óptima salud y mejor rendimiento escolar.

Este manual toma en consideración los nuevos criterios mundiales sobre nutrición humana y, aunque dirigido a escolares, contribuye a la orientación de padres, maestros, médicos y especialistas.

Prólogo por parte del autor

Existe un marcado interés por parte de la población mundial, acerca de los nuevos criterios que hay sobre la nutrición humana y nuestro país no se ha quedado al margen de esta situación, especialmente los jóvenes. A ellos va dirigido este libro, pues serán los adultos del mañana.

Constituye un propósito también que pueda servir de orientación a padres y maestros, ya que la educación nutricional debe formar parte de nuestra rica cultura y contribuir a mejorar así el nivel de salud.

Si de los objetivos antes señalados se alcanza aunque sea una pequeña parte, me sentiré extraordinariamente reconfortado.

Sugerencia del autor al lector

Quisiera pedir al lector que antes de entrar a revisar el contenido de esta pequeña obra, trate de contestar las preguntas que aparecen después de la introducción, sin consultarla, y luego, al terminar el estudio de este material autoevaluarse nuevamente.

Es conveniente comenzar la lectura por las primeras páginas para ir ganando en conocimiento y poder entender la materia que se explicará más adelante. En el caso de los niños, de cuarto a sexto grado, de no comprender algo de lo que están leyendo deben preguntar a sus padres, maestros o médicos, pues a ellos también va dirigido este libro.

Datos del autor

Dr. Rafael Torres Acosta,especialista de Segundo Grado en Pediatría y Primer Grado en Administración de Salud. MSc. Bioética. Diplomado en Nutrición. Profesor asistente adjunto al Servicio de Nutrición del Hospital Pediátrico de Holguín, Cuba.

Jefe de las cátedras de Bioética y Universidad Virtual de la Salud, Metodólogo de Especialización del Departamento de Postgrado de la Facultad de Ciencias Médicas ¨Mariana Grajales Coello¨ de Holguín, Cuba.

Introducción

El hombre en todas las épocas ha tenido gran preocupación por todo lo que le rodea, en particular por su alimentación y ésta, precisamente, ha sido siempre una de las principales tareas que ha cumplido.

Desafortunadamente, alrededor del 80 por ciento de la población del mundo vive en zonas marginales o tiene serias dificultades económicas. Esto significa que no posee suficiente cantidad de alimentos para vivir, su problema es, por lo tanto de cantidad y no de calidad. Para ellos no hay recomendaciones dietéticas que valgan: comen lo que tengan o lo que encuentren.

No se debe pensar que sólo ese grupo poblacional del mundo al que he hecho especial referencia y donde nace el 90 por ciento de los niños, es el único con problemas de alimentación, sino también en la otra parte que tiene más recursos. En esta población prevalecen los excesos y las enfermedades crónicas, aunque es cierto que se cuida un poco la figura y se sabe más de la importancia de la nutrición.

Todos conocemos que una buena alimentación es necesaria para lograr y mantener un adecuado estado de salud, sin embargo, pocos conocen en la práctica qué es un correcto Hábito alimentario. Esta obra tiene por objetivo divulgar informaciones que, en relación con estas cuestiones, han sido estudiadas e investigadas por muchos científicos para lograr una participación más activa del público, en particular de la nueva generación, en la búsqueda de soluciones al respecto.

Trata de responder estas preguntas sin consultar el libro

1. ¿Qué tú entiendes por nutrición?

2. Mencione las partes que forman el aparto digestivo.

3. ¿Qué son los alimentos?

4. ¿Y los nutrientes?

5. ¿Sabes qué es una proteína?

6. Diga las funciones de los carbohidratos.

7. ¿Cuántos tipos de grasas hay?

8. Hay dos grupos importantes de vitaminas, ¿Los recuerdas?

9.¿Cuáles son las funciones de la vitamina A y en que alimentos se encuentran?

10. ¿Qué son los minerales?

11. ¿Puedes decirme qué es la fibra dietética?

12. Mencione los requisitos que debe cumplir una dieta normal o Balanceada.

13. ¿Qué es la pirámide alimentaria y para qué nos sirve?

14. ¿Tiene alguna importancia en la nutrición la salud bucal, por qué?

15. ¿Tiene idea de lo que es una merienda nutritiva?

16. ¿Sabes cómo debe alimentarse un escolar o un adolescente?

17. Tú puedes ser un deportista. ¿Sabes cómo alimentarte?

18. ¿Sabes qué es una falacia en la alimentación?

19. ¿Cuántas libras tiene un kilogramo?

20. ¿Sabes cuántos milímetros tiene una cucharadita?

Falacias (errores) sobre los alimentos

Las Falacias son ideas erróneas que tenemos sobre un tema determinado, en este caso:ciertos alimentos. Muchas veces, debido a estas ideas erróneas, nos privamos de comer ciertos alimentos o los comemos con ideas equivocadas sobre ellos. Veamos a continuación algunas de estas falacias:

Leche- No se debe comer frutas junto con leche. Falso: El cuerpo va a digerir estos alimentos de la misma forma si se comen juntos o separados.

Carne y sustitutos La gallina criolla alimenta más que la de la empresa avícola. Falso: Ambas alimentan igual.

El caldo de gallina alimenta. Falso: Ningún caldo claro tiene valor nutritivo. La carne es la que alimenta.

Los huevos de cascarón oscuro alimentan más que los de cascarón blanco. Falso: El color del cascarón no tiene que ver con el valor nutritivo del huevo, sino con la raza de la gallina.

El huevo crudo alimenta más que el huevo cocido. Falso: La proteína del huevo crudo no puede ser utilizada por nuestro cuerpo y por eso hay que cocinarlo por lo menos 2 minutos.

Los mariscos son buenos para el cerebro. Falso: No hay ningún alimento específico para el cerebro.

Frutas El limón y la toronja ayudan a rebajar y quemar la grasa. Falso: Nada agrio hace rebajar ni quema o corta la grasa como se dice comúnmente, se rebaja sólo al disminuir la cantidad de calorías que consumimos.

El limón (agua) la sangre. Falso: No existe alimento que pueda aguar la sangre. La hemoglobina puede disminuir si no consumimos alimentos altos en hierro y una dieta balanceada.

El jugo de uva o tomate son buenos para aumentar la hemoglobina. Falso: El color de los alimentos no tiene que ver con la formación de la hemoglobina. Los alimentos que son buenos para ayudar en la formación de la hemoglobina son el hígado, carne, huevo, cereales enriquecidos con hierro y hortalizas de color verde intenso. Los alimentos ricos en vitamina C mejoran la absorción de hierro por el cuerpo.

Grasas La margarina tiene menos calorías que la mantequilla y el aceite tiene menos que la manteca. Falso: Todas son grasas y tienen el mismo valor calórico. Todas contienen 45 calorías en cada cucharadita.

Pan El pan tostado tiene menos calorías que el pan sin tostar. Falso: La tostada es pan que se ha secado y dorado, lo que significa que al tostarse lo que pierde es agua y no calorías.

Agua El agua engorda. Falso: El agua no contiene calorías, por tanto, no aumenta de peso. Es necesaria para mantener el cuerpo hidratado y para que funcione adecuadamente.

Si tienes alguna duda o pregunta, consulta a: -tus padres -tus maestros -o tu médico.

Anexo I

Unidades de medida y sus equivalentes:

1 Kilogramo (kg)= 1000 gramos (g) = 2,2 libras (lb).

1 Libra= 16 onzas = 460 gramos.

1 Onza (peso) = 28,4 gramos.

1 onza (volumen) = 30 mililitros = 30 g de agua.

1 Taza = 8 onzas = 240 g de agua = 16 cucharadas = 1 vaso normal.

1 cucharada (cda) = 15 g = 15 ml.

1 cucharadita (cdta) = 15 g = 5 ml.

Aceite, manteca (1 cda) = 1515 gramos ó 5 gramos x cdta.

Arroz cocinado (1 taza) = 100 gramos.

Avena cosida 2/3 taza = 100 gramos.

Azúcar (1 cda) = 15 gramos.

Calabaza (1 taza) = 20 gramos.

Cerveza (1 botella) = 350 mililitros.

Compota (1/2 taza) = 120 gramos.

Dulce en almíbar (1/2 taza) = 150 gramos.

Galletas de sal (1 unidad) =5 gramos.

Gelatina (15 gramos de polvo) = ½ taza = 120 gramos.

Helado Copelia (1 taza) = 190 gramos.

Helado Guarina (1 taza) = 150 gramos.

Huevo entero (1 unidad) = 50 gramos.

Leche fresca o yogurt (1 taza) = 240 gramos.

Maltina (1 botella) = 350 mililitros.

Mantequilla (1 cda) = 15 gramos.

Pan (corteza suave) 1 unidad = 40 gramos.

Pasta alimenticia (1/2 taza) = 100 gramos.

Pescado (1 mediano) = 2 0nzas = 57 gramos.

Pizzas (1 unidad) = 250 gramos.

Potaje (1 taza) = 200 gramos.

Refresco (1 botella pequeña) = 200 mililitros.

Queso crema (1 unidad) = 2 onzas = 57 gramos.

Vegetales de hojas (1 taza) = 60 gramos.

Otros vegetales (1 taza) = 100 gramos.

Anexo II

Reglas de oro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la preparación higiénica de los alimentos. Los datos recogidos por la OMS señalan que en todas partes del mundo sólo un pequeño número de factores causa la alta proporción de enfermedades trasmitidas por los alimentos. Los errores más frecuentes son los siguientes:

-Preparación de alimentos con demasiada antelación.

-Alimentos preparados que se dejan durante mucho tiempo a temperaturas que permiten la proliferación bacteriana.

-Cocción insuficiente.

-Contaminación cruzada.

-Personas infectadas o (colonizadas) que manejan los alimentos.

Las diez reglas de oro ayudan a evitar estos errores mediante consejos que pueden contribuir a reducir el riesgo de contaminación de los alimentos y a disminuir las posibilidades de que los gérmenes patógenos trasmitidos por los alimentos puedan contaminar, sobrevivir o proliferar. Ahora paso a detallar estos elementos:

1.Elegir alimentos tratados con fines higiénicos. Mientras que muchos alimentos están mejor en estado natural (por ejemplo, las frutas y las Hortalizas), otros sólo son seguros cuando están tratados. Así conviene siempre adquirir la leche pasteurizada en vez de cruda y si es posible, comprar pollos (frescos o congelados) que hayan sido tratados por irradiación ionizante. Al hacer las compras hay que tener presente que los alimentos no sólo se tratan para que se conserven mejor, sino también para que resulten más seguros desde el punto de vista sanitario. Algunos de los que se consumen crudos, como las lechugas, deben lavarse cuidadosamente.

2.Cocinar bien los alimentos. Muchos alimentos crudos (en particular, los pollos, la carne y la leche no pasteurizada) están a menudo contaminados por agentes patógenos. Esto puede eliminarse si se cocina bien el alimento. Ahora bien, no hay que olvidar que la temperatura aplicada debe llegar al menos a 70 grados en toda la masa de éste. Si el pollo asado se encuentra todavía crudo junto al hueso, Habrá que ponerlo de nuevo en el horno hasta que esté bien hecho. Los alimentos congelados, (carne pescado y pollo) deben descongelarse completamente antes de cocinarlos.

3.Consumir inmediatamente los alimentos cocinados. Cuando los alimentos cocinados se enfrían a la temperatura ambiente, los microbios comienzan a proliferar. Cuanto más se espera mayor es el riesgo. Para no correr peligros inútiles, conviene comer los alimentos inmediatamente después de cocinados.

4.Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados. Si requiere tener en reserva alimentos cocinados, o simplemente guardar las sobras, hay que prever su almacenamiento en condiciones de calor (cerca o por encima de los 60 grados) o de frio (cerca o debajo de los 10 grados). Esta regla es vital si se pretende guardar comida más de 4 ó 5 horas. En el caso de los alimentos para niños menores de un año lo mejor es no guardarlos ni poco ni mucho. Un error muy común al que se deben incontables casos de intoxicación alimentaria es meter en el refrigerador una cantidad excesiva de alimentos calientes. En un refrigerador abarrotado, los alimentos cocinados no se pueden enfriar por dentro tan de prisa como sería de desear. Si la parte central del alimento sigue caliente (a más de 10 grados) demasiado tiempo, los microbios proliferarán y alcanzaran rápidamente una concentración susceptible de causar enfermedades.

5.Recalentar bien los alimentos cocinados. Esta regla es la mejor medida de protección contra los microbios que puedan haber proliferado durante el almacenamiento (un almacenamiento correcto retrasa la proliferación microbiana pero no destruye los gérmenes). También en este caso, un buen recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70 grados.

6.Evitar el contacto entre loa alimentos crudos y los cocinados. Un alimento bien cocinado puede contaminarse si tiene el más mínimo contacto con alimentos crudos. Esta contaminación cruzada puede ser directa, como sucede cuando la cerne cruda de pollo entra en contacto con alimentos cocinados. Pero también puede ser más sutil. Así, por ejemplo, no hay que preparar un pollo crudo y utilizar después la misma tabla de trinchar y el mismo cuchillo para cortar el ave cocida, de lo contrario, podrán reaparecer todos los posibles riesgos de proliferación microbiana y de enfermedades consiguientes que había antes de cocinar el pollo.

7.Lavarse las manos a menudo. Hay que lavarse bien las manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier interrupción (en particular, si se hace para cambiar al niño de pañales o para ir al baño), si se a estado preparando ciertos alimentos crudos, tales como pescado, carne, o pollo, habrá que lavarse de nuevo antes de manipular otros productos alimentarios. En caso de infección de las manos, Habrá que vendar o recubrirlas antes de entrar en contacto con alimentos. No hay que ciertos animales de compañía (perro, pájaros, sobre todo tortugas) albergan a menudo agentes patógenos peligrosos que pueden pasar a las manos de las personas y de éstas a los alimentos.

8.Mantener escrupulosamente limpias todas las superficies de la cocina. Como los alimentos se contaminan fácilmente, conviene mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para prepararlos. No hay que olvidar que cualquier desperdicio, migaja, o mancha puede ser un reservorio de gérmenes. Loa paños que entren en contacto con platos y utensilios se deben cambiar cada día y hervir antes de volver a usarlos. También deben de lavarse con frecuencia las frazadas utilizadas para trapear el piso.

9.Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales. Los animales suelen transportar organismos patógenos que originan enfermedades alimentarias. La mejor medida de protección es guardar los alimentos en recipientes bien cerrados.

10.Utilizar agua pura. El agua pura es tan importante para preparar los alimentos como para beber. Si el suministro hídrico no inspira confianza, conviene hervir el agua antes de añadirla a los alimentos o de transformarla en hielo para refrescar las bebidas. Importa sobre todo tener cuidado con el agua utilizada para preparar la comida del lactante.

Anexo III

Nombre de los alimentos que difieren según los países.

Ají: Pimiento, Chile.

Ananás: Piña.

Arvejas: Chícharo, Guisante, Petit pois.

Banana: Plátanos.

Batatas: Boniatos o Camotes.

Cebollín: Cebolleta o Cebolla de verdeo.

Chauchas: Habichuelas, Judías verdes.

Choclos: Maíz tierno.

Elote: Maíz.

Guineo: Plátano fruta.

Mandioca: Yuca.

Mantequilla: En algunos países es igual a manteca.

Malanga: Planta de Cuba de raíz comestible.

Maní: Cacahuate.

Palta: Aguacate.

Papas: Patatas.

Porotos: Frijol, Judías, Habichuelas, Alubias.

Requesón: Leche cuajada de la cual se escurrió el suero, ricota.

Zapallo o Sapallo: Calabaza.

Fuentes

  • Dr. Rafael Torre Acosta.: ¨Educación nutricional para escolares¨ Ediciones Holguín 2002.
  • Amador García, M.:¨Trastornos del estado nutricional¨, en Pediatría 2, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1996.