El árbol de la ciencia
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El árbol de la ciencia. Libro de Pío Baroja, es una de las obras capitales de Baroja. La escribió en época de plenitud completa y apareció en la biblioteca "Renacimiento", en 1911. La vida de Andrés Hurtado, como estudiante de Medicina en el Madrid de finales del siglo XIX, es, en gran parte, la vida del novelista, que, en general, no conservaba muy buenos recuerdos de sus profesores.
==Resumen==
Los retratos que aparecen al principio de algunos de ellos, pueden compararse con los que, mucho después, trazó en sus memorias. Las zozobras y dudas del protagonista, los contrastes entre las realidades y las pretensiones de las gentes de la época dan a la novela un tono intelectual amargo. Andrés Hurtado, como el Baroja joven, tiende a una especie de nihilismo metafísico. Por otra parte, en la novela se reflejan aspectos más íntimos de la vida del novelista. Las discusiones con el padre, la preocupación por el hermano, los cambios de morada, etc., pueden compararse con las discusiones de los Baroja jóvenes, con el Baroja viejo (aunque éste fuera hombre mucho más abierto que el padre de Hurtado); la muerte del hermano mayor, Darío, se transforma aquí en la preocupación por Luisito, el niño enfermo...
Sinopsis
La experiencia médica relatada en la quinta parte, trasladada a otro ámbito, es, en parte, también la de Baroja en Cestona. Pero al lado del elemento autobiográfico cognoscible y del intelectual se utilizan en la novela otros ingredientes: acaso, también, contiene parte de una autobiografía, oculta siempre, del escritor.
En efecto, todo lo que “El árbol de la ciencia” tiene de novela erótica, en el más puro sentido de la palabra, es decir, de novela en que se trata del Amor, puede considerarse como fruto de una experiencia vital, más o menos reajustada de modo novelesco. Desde que apareció a hoy día, “El árbol de la ciencia” ha tenido lectores fieles. Ha sido también objeto de varios estudios y ensayos y traducida a distintos idiomas (francés, inglés, ruso, alemán, italiano, etc.); pero, en esencia, es la novela de la juventud de una época de España y como tal es difícil de entender fuera. Dentro puede producir grandes repulsas en gentes de mentalidad ortodoxa (sea la que sea su ortodoxia): pero puede preverse que muchos jóvenes seguirán, durante generaciones, teniendo una posición ante la vida que recuerde a la que tuvo el héroe barojiano.
Sobre el autor
Escritor español de la generación del 98 (San Sebastián, 1872-Madrid, 1956). De familia liberal, vivió en distintas ciudades pro causa del trabajo del padre, ingeniero de minas. Fue mal estudiante, sobre todo durante los años de bachillerato en Pamplona, debido a su mal carácter, que lo indisponía a menudo con los profesores, y a su interés por los libros al margen de los programas académicos. Cursó medicina en Madrid y Valencia. Ejerció como médico en Cestona, Guipúzcoa, apenas dos años, al término de los cuales regresó a Madrid para hacerse cargo de la panadería de su hermano Ricardo, como él descontento de su profesión, salida por la que optó como una posibilidad cierta de abrirse al mundo literario de la capital sin descuidar el sustento. Enseguida pasó a colaborar en la prensa (El Globo, El País, Germinal) y, en 1900 publicó Vidas sombrías y La casa de Aizgorri, toda una premonición de lo que fue su prolífica actividad de escritor: 75 volúmenes de novelas y narraciones, además de ensayos, poesías, obras teatrales y memorias. Próximo al Partido Radical de Alejandro Lerroux, fue tentado en dos ocasiones pro la política profesional: en 1909 como candidato a concejal por Madrid y en 1918 como candidato a diputado por Fraga; ninguna de las dos veces salió elegido. En 1933 reemprendió sus colaboraciones periodísticas en Ahora. En 1934 ingresó en la Real Academia de la Lengua. Al estallar la Guerra Civil se hallaba veraneando en su casa solariega de Itzea, en Vera de Bidasoa, desde donde cruzó la frontera y no regresó a España hasta 1940, una vez terminada la contienda. En el exilio, y luego hasta 1943, colaboró con La Nación de Buenos aires. En España vivió apartado de la vida pública, entregado a sus memorias (Desde la última vuelta del camino, 1944-1949). El Árbol de la Ciencia (1911), el escritor evoca el Madrid de su juventud, a través del protagonista, Andrés Hurtado, una de las mejores creaciones de Pío Baroja.
Temas del Libro
- Primera parte: La vida de un estudiante en Madrid
I.- Andrés Hurtado comienza la carrera II.- Los estudiantes III.- Andrés Hurtado y su familia IV.- En el aislamiento V.- El rincón de Andrés VI.- La sala de disección VII.- Aracil y Montaner VIII.- Una fórmula de la vida IX.- Un rezagado X.- Paso por San Juan de Dios XI.- De alumno interno
- Segunda parte: Las carnarias
I.- Las minglanillas II.- Una cachupinada III.- Las moscas IV.- Lulú V.- Más de Lulú VI.- Manolo el Chafandín VII.- Historia de la Venancia VIII.- Otros tipos de la casa IX.- La crueldad universal
- Tercera parte: Tristezas y dolores
I.- Día de Navidad II.- Vida infantil III.- La casa antigua IV.- Aburrimiento V.- Desde lejos
- Cuarta parte: Inquisiciones
I.- Plan filosófico II.- Realidad de las cosas III.- El árbol de la ciencia y el árbol de la vida IV.- Disociación V.- La compañía del hombre
- Quinta parte: La experiencia en el pueblo
I.- De viaje II.- Llegada al pueblo III.- Primeras dificultades IV.- La hostilidad médica V.- Alcolea del Campo VI.- Tipos de casino VII.- Sexualidad y pornografía VIII.- El dilema IX.- La mujer del tío Garrota X.- Despedida
- Sexta parte: La experiencia en Madrid
I.- Comentario a lo pasado II.- Los amigos III.- Fermín Ibarra IV.- Encuentro con Lulú V.- Médico de higiene VI.- La tienda de confecciones VII.- De los focos de la peste VIII.- La muerte de Villasús IX.- Amor, teoría y práctica
- Séptima parte: La experiencia del hijo
I.- El derecho a la prole II.- La vida nueva III.- En paz IV.- Tenía algo de precursor