El Crack (Película)
El crack . Película del año 1981 dirigida por José Luis Garci que se desarrolla en diferentes escenarios de las ciudades de Madrid y Nueva York. Narra la historia de un detective privado llamado Germán Areta, interpretado por Alfredo Landa, que investiga la fuga de una menor. La película retrata en algunas escenas a la Gran Vía de Madrid en los años setenta y ochenta, y la compara con la Gran Manzana. La frase inicial «En homenaje a Dashiell Hammett» rinde homenaje tanto al género del cine negro como, en particular, al autor de El halcón maltés. El éxito de la película llevó a Garci a rodar una segunda parte: El crack II. El título simboliza el momento político y social que tenía por aquel entonces España.
Sinopsis
Germán Areta es un investigador privado que tiene una oficina situada en las cercanías de la Gran Vía madrileña, y colabora con un ayudante apodado «el Moro». Areta es un hombre duro y solitario que parece haber tenido en el pasado un accidente y, tras una dura rehabilitación, se ha enamorado de la enfermera que le cuidó, Carmen, a la que ayuda a sacar adelante a su hija, Maite. Un día, Francisco Medina, un empresario ponferradino llega a Areta Investigación y le da al detective la misión de encontrar a su hija Isabel, una joven de 16 años de edad cuyo paradero desconoce. La única referencia es un antiguo novio que ahora trabaja en la radio. Germán contacta con él y descubre que ella quedó embarazada y que el padre la obligó abortar en Londres y luego perdió su rastro. Cuando intenta conseguir información acerca de sus viejas amistades, a Germán le aconsejan que deje el caso. Esto se debe a que algunos altos cargos financieros están implicados en la desaparición de Isabel y, como advertencia para el detective, colocan una bomba en su coche, la cual mata a Maite. Esto no solo no hace que Germán abandone el caso, sino que le determina más que nunca a averiguar qué le ocurrió a Isabel. Germán habla de uno de los hombres pagados por el financiero, sobre el caso de Medina y descubre que la niña murió a manos de un financiero de gustos sádicos. Para encontrar al asesino de Maite e Isabel, Areta se desplaza a Nueva York, donde presencia una sesión de boxeo (su gran afición) en el Rockefeller Center. Tras resolver el caso, Areta vuelve a Madrid para seguir manteniendo su relación con Carmen.
Secreto del rodaje
La película se estrenó el 6 de abril de 1981 en España donde recaudó 101 684 613 pesetas atrayendo a un total de 581 442 espectadores, sin embargo estas cifras no fueron suficientes para convertirse en una de las diez películas españolas más taquilleras de dicho año. En las ciudades donde tuvo mayor éxito fue en las capitales españolas destacando Madrid y Barcelona.
Crítica
La crítica la valoró en su momento como «una de las películas más logradas de José Luis Garci, en la que ha conseguido hispanizar todas las referencias de la serie negra estadounidense», «con los pros y contras que cada cual pueda oponerle a esta decisión, correctamente realizado, hecho con placer, al que uno, personalmente, se abonaría el 70% de las veces que va al cine» al igual que el cambio de registro que supuso para el actor Alfredo Landa el papel de Germán Areta. Sin embargo algunos críticos como Manuel Hidalgo en Cambio 16 «[en un género caracterizado por mostrarlo los buenos sentimientos que rezuma El crack no dejan ver el mal» o Pascual Cebolleta en Cine y Más que critica el abuso del lenguaje soez. Las críticas actuales también son bastante positivas, en Fotogramas se afirma que en ella se combina «una controlada interpretación de Alfredo Landa en la piel del detective Germán Areta y el eficaz manejo de tópicos del guion»,1 aunque otros críticos recientes lo valoran negativamente por sus grandes diferencias con el cine negro estadounidense.4 Por su parte el propio director opina que cuando la ve, como ocurre con la mayoría de
Producción
Tras sus primeros trabajos que forma parte integrados en el movimiento «de la tercera vía», que consistían en películas donde se realizaba, con un tratamiento sencillo, una reflexión sobre los personajes y las circunstancias de la España de la Transición, y además tenían un trasfondo político. José Luis Garci decide hacer un cambio de registro hacía el cine negro ya que era un cine que le gustaba y que se hacía poco en España, que ya se había observado en sus primeros trabajos como crítico,1 y sobre el que dos años antes intentó llevar un proyecto titulado Perfidia que no llegó a llevarse a cabo por su elevado presupuesto, además de otro titulado La caja china pero que acabó abandonando.Tras decidir aceptar un nuevo proyecto de este género le pregunta a Horacio Válcarcel si le interesaría coescribirlo, puesto que su anterior co-guionista desestimó volver a colaborar, quien finalmente aceptó, comenzando así una colaboración que duraría hasta 2008 con Sangre de mayo. La producción comenzó en 1980 cuando Garci fundó en ese año su productora Nickel Odeon junto con José Estaban Alenda. A la hora de la escritura del guion, el director afirmó lo complicado que le resultó llevarlo a cabo ya que, aunque era un amante, no sabía cuáles eran los límites con los que determinar si es cine negro o no, con la intención de que pareciese estar basada la película en un libro de este género. Incluso en entrevistas recientes afirma que esta película no consigue ser el cine negro de los años cuarenta y cincuenta estadounidenses.

