El vendedor de periódicos
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El vendedor de periódicos es una pieza creada por Antonia Eiriz Vázquez en 1964. Se exhibe en el Edificio Arte cubano, Sala Arte Contemporáneo, Cuba.
Descripción
La pieza resulta emblema al integrar el espíritu de compasión que caracteriza toda la obra de Antonia con el más corrosivo humor negro. El vendedor de periódicos es el más emocionalmente impactante de sus ensamblajes y el que mejor expresa la conexión de la artista con una vertiente popular preterida, aquella que escudriña en lo sórdido y lo feo de la sociedad para descubrirnos su belleza.
Antonia expone una obra definida por lo trágico, de un dramatismo intenso y perturbador. Sus personajes estremecen al público con sus muecas de dolor. Sus ensamblajes, únicos dentro del arte cubano de la época, se encuentran en la misma dirección y son auténticas instalaciones cargadas de emoción. Estos ensamblajes, realizados con desechos callejeros, le sirven para homenajear desde el anónimo vendedor de periódicos de la calle Obispo hasta los sentidos tributos a personalidades de la vida intelectual cubana que tanto admira como Lezama Lima y Acosta León.
Significado artístico
Graziella Pogolotti intuye el alcance que puede llegar a alcanzar Antonia Eiriz cuando afirma en un comentario: (...) Hay un nombre nuevo que tenemos que ir aprendiendo y que he dejado, con todo propósito para el final: Antonia Eiriz Vásquez (sic). No la conozco. Pero su Naturaleza muerta con personajes, abigarrada, hecha con fatiga y sin concesiones, hace pensar en un mundo interior rico, inquietante. La pintura, para ella, está lejos de ser un ejercicio: es una violenta necesidad de expresión.
Síntesis biográfica del autor
Antonia Eiriz Vázquez, nace el 1 de abril de 1929, en el Pasaje Segunda, del reparto Juanelo, en San Miguel del Padrón. Cursa estudios y se gradúa en la Escuela Nacional de Bellas Artes de San Alejandro entre 1951 y 1957 en pintura, dibujo y grabado. En 1962, inicia su trabajo como profesora de la Escuela Nacional de Arte. Participa en más de 50 exposiciones colectivas dentro y fuera del país y en más de una docena de exposiciones personales.
Fue una excepcional figura de las artes plásticas cubanas. Desde los años cincuenta es posible apreciar en su producción artística elementos precursores del expresionismo grotesco, el cual alcanzó su mayor fuerza en la década siguiente. Sus obras constituyen un elocuente testimonio de los convulsos años sesenta.
En la década de los 70, protagoniza una genuina labor comunitaria dedicada a la gente de Juanelo , municipio San Miguel del Padrón en La Habana. Muere en 1995 en Miami, Estados Unidos. Después de su fallecimiento el Museo de Arte de Fort Lauderdale, Florida, organiza la exposición Antonia Eiriz: Tribute to a Legend.
