Electroestimulación
La electroestimulación es una técnica muy utilizada en estética, utilizada principalmente para combatir la flacidez. Funciona produciendo en la zona en la que se aplica contracciones musculares, produciendo así un efecto de entrenamiento muscular. A través de la electroestimulación podemos modelar el contorno corporal y aumentar la tonificación de los músculos con flacidez. Te contamos cómo se usa, sus características y contraindicaciones. Actúa sobre los músculos, produciendo en las fibras musculares contracciones fisiológicas y permitiendo que éstos adquieran fuerza y resistencia, quemando además las reservas de grasa localizadas. En definitiva: actúa sobre los músculos cómo si se hiciera ejercicio físico. Puede actuar sólo sobre uno o dos músculos cada vez. Es interesante tener en cuenta además que el efecto adelgazante no se produce por la acción directa del electroestimulador sobre la grasa localizada, sino por la acción de drenaje sobre la zona tratada. Como complemento de la electroestimulación es muy recomendable realizar ejercicio aeróbico, para estimular la perdida de grasa.
Sumario
Tipos de electroestimuladores
Existen varios tipos de electroestimuladores en el mercado, cada uno diseñado para satisfacer unas necesidades específicas:
Electroestimuladores musculares: Están diseñados principalmente para fortalecer los músculos y la tonificación. Son populares entre deportistas que desean mejorar su rendimiento físico.
Electroestimuladores TENS (Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea): Se utilizan comúnmente para aliviar el dolor crónico y agudo. Funcionan bloqueando las señales de dolor que viajan a través de los nervios.
Electroestimuladores EMS (Estimulación Muscular Eléctrica): Se focalizan en la rehabilitación y la recuperación muscular. Son ampliamente utilizados en las terapias de fisioterapia para tratar lesiones y mejorar la función muscular.
Electroestimuladores EMG: Sirven para medir el potencial eléctrico de los músculos esqueléticos. Analizan y usan la señal eléctrica que se genera cuando un músculo se contrae.
Electroestimuladores EEG: Realizan electroencefalogramas para medir la actividad eléctrica en el cerebro, su ritmo cerebral, mediante los electrodos colocados sobre el cuero cabelludo. Se trata de una prueba neurofisiológica y sirve, por ejemplo, para diagnosticar la epilepsia, diferentes tipos de encefalitis o la hipoxia cerebral durante el sueño.
Beneficios principales de la electroestimulación
Los beneficios de la electroestimulación son múltiples y están relacionados tanto con el tipo de programa que quieras usar como con el tipo de corriente emitida por el dispositivo.
A nivel antálgico, se puede conseguir una reducción de las contracturas musculares patológicas y del dolor, por ejemplo lumbar o cervical. Todo ello utilizando programas específicos para la relajación muscular y para reducir la percepción del dolor.
Otras ventajas del entrenamiento con electroestimulación son el aumento del tono muscular, el aumento de la fuerza y la resistencia muscular y el aumento de la vascularización periférica.
Además, puede ayudar a los tejidos biológicos a asimilar de forma más rápida y específica los principios activos del fármaco y reducir la hiperhidrosis. En cambio, con los programas para el tratamiento del músculo denervado podrás ralentizar los fenómenos degenerativos de la fibra muscular, ayudando a la recuperación motora del músculo.
Por último, dependiendo del tipo de electroestimulador, también podrás realizar tratamientos de lipólisis y activar la microcirculación, drenando el exceso de líquidos.
Contraindicaciones o efectos secundarios
En general, las contraindicaciones de la electroestimulación son las comunes a todas las terapias instrumentales, incluido el uso durante el embarazo, en presencia de patologías inflamatorias en fase aguda y en caso de presencia de neoplasias.
En concreto, no debes utilizar un dispositivo de electroterapia:
- Sobre lesiones cancerígenas en la zona de tratamiento.
- En zonas infectadas, hinchadas e inflamadas.
- En caso de erupciones cutáneas (flebitis, tromboflebitis, etc.).
- En heridas abiertas y dermatitis.
Además, está prohibido su uso a:
- Personas con marcapasos.
- Pacientes cardiópatas.
- Aquellos que sufren de arritmias graves y pacientes epilépticos.
- Mujeres embarazadas.
- Personas ansiosas
- Personas con enfermedades graves, tuberculosis, diabetes juvenil, enfermedades virales (en fase aguda), micosis de hernias inguinales o abdominales.
- Portadores de prótesis magnetizables.
ES recomendable que se realice tratamientos de electroterapia solo si se conoce la causa del dolor y solo después de consultar con un médico especialista.
Los efectos secundarios, por otro lado, están relacionados principalmente con:
- El sobreentrenamiento, en caso de que no se respeten las modalidades correctas de uso.
- La posibilidad de enrojecimiento de la piel debajo de los electrodos, si se utilizan electrodos deteriorados o cremas antes de la aplicación de los electrodos.
¿Cómo funciona la electroestimulación?
La electroestimulación funciona con el mismo mecanismo que el sistema nervioso: el dispositivo controla la activación de los músculos voluntarios a través de señales eléctricas.
De esta manera, gracias a la electroestimulación muscular y a los diferentes tipos de frecuencia, podrás personalizar la intensidad y la potencia de la corriente para tratar fascias musculares específicas.
Por lo tanto, la electroestimulación, a través de los impulsos eléctricos, sustituye la acción voluntaria del sistema nervioso. De este modo, aumenta el efecto de entrenamiento, antiinflamatorio o rehabilitador sobre los músculos estimulados.
¿Por qué recurrir a la electroestimulación y para qué patologías está indicada?
Como hemos visto, la electroterapia es multifuncional, en función de la corriente suministrada por el dispositivo, permite tratar diferentes patologías y problemas. En concreto, es ideal para:
- Lumbalgia y ciática
- Cervicalgia y cefalea miotensiva
- Esguinces y contusiones
- Dolores generales
- Epicondilitis
- Epitrocleitis
- Periartritis
- Hiperhidrosis
- Hematomas
- Edema
- Trofismo muscular y atrofia
- Músculo denervado
- Incontinencia
- Pesadez muscular
- Acumulación de líquidos
Además de estas patologías, un electroestimulador doméstico (así como los electroestimuladores profesionales), se puede utilizar como soporte para tu actividad deportiva. Precisamente en el ámbito deportivo, incluso profesional, este método está muy extendido y es muy apreciado.