Emilio Sabugüeiro Fuentes
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Emilio Sabugueiro Fuentes. En el seno del pueblo de muchos eran los que se preparaban y estaban dispuestos a enfrentar esa negativa realidad. Desde las filas de uno u otro partido, lo mejor de la juventud se alistaba para combatir la tiranía. Entre ellos como fiel exponente de la nueva generación de cubanos, estaba Emilio Hilario Sabugueiro Fuentes.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en el 1923 en el poblado matancero de Unión de Reyes hijo de españoles radicados en Cuba. Solo vivió en su patria chica los primeros ocho años de su existencia, la necesidad de mejorar la economía familiar condujo a los padres a trasladarse hacia la capital del país, donde fijaron residencia en Santos Suárez. En este barrio Emilio continuo lo estudios hasta alcanzar el séptimo grado y se inicio en la vida laboral.
Ayudo a sus padres, quienes tenían un puesto de viandas y de frutas. El vendía en una carretilla por las calles, al tiempo que estudiaba e incursionaba en el mundo de los artesanos de yeso. Las figuras que salían de sus manos eran comercializadas por él en avenidas y portales de la populosa Habana.
Participación en la Segunda Guerra Mundial
En la década del cuarenta, en plena Segunda Guerra Mundial, emigro hacia los Estados Unidos en busca de nuevos horizontes económicos prometedores. Después de mucho deambular y de llamar a infinidad de puertas, se enroló como marinero en un buque destinado al traslado de Petróleo.
Resulta fácil deducir su destino. En medio de la conflagración las embarcaciones eran blancos frecuentes del bloque fascista, especialmente las petroleras. Los vericuetos de la vida lo habían colocado en esa disyuntiva, u él la acepto, no podía ni imaginar con sus 20 años, que esa experiencia lo prepararía para servir a la patria trece años después. Como todos los efectivos de los navíos, paso automáticamente a las órdenes de las fuerzas navales, en virtud de lo estipulado en esos casos por la Secretaria de Defensa del país en cuestión. Durante el tiempo que estuvo al servicio de la Marina de los Estados Unidos se destacó por su valor.
Regreso a Cuba
Aproximadamente en 1947, se sumergió en la vida capitalina en lucha constante para sobrevivir, hasta que llegada la traición del cuartelazo de 1952, se empeño en el enfrentamiento a la dictadura militar que ahogaba a la nación.
En 1954 ocurrió un hecho feliz y determinante en su vida. Se caso con Ana Medina, con quien tuvo sus dos hijos, incentivos para luchar por estabilizar su posición económica y por contribuir a la liberación de su patria. Siempre fue un hombre de ideas avanzadas, porque supo de que lado actuar en cada etapa de su existencia y como tal integró las filas del Partido Ortodoxo. Gracias a esa militancia se vinculo con patriotas dispuestos a seguir el camino correcto, y así conoció a los s organizadores del asalto al Cuartel Golcuría.
El 29 de abril de 1956 acudió a la acción al mando del camión # 2, con la misión de apoyar al primero en la toma del cuerpo de guardia del cuartel. El fue uno de los pocos que pudo responder al fuego enemigo y uno de los tres asaltantes que resulto herido durante la acción. En el año 1956 y la situación de Cuba era abrumadora. El país sumido en la crisis economía y política, pagaba caro el precio de la dictadura militar instaurada por Fulgencio Batista.
Muerte
Ordenada la retirada comenzó el vía crusis de los sobrevivientes y entre ellos el de Emilio, herido de un pie. Por la pericia del chofer del camión comandado por él, el grupo de hombres pudo abandonar el lugar de los hechos. En centro de Matanzas abordaron un ómnibus de los especiales de Cárdenas, que se dirigía a La Habana. Antes de llegar a Ceiba Mocha el conductor les pidió que abandonaran el vehículo, porque lo probable era que estuvieran registrando en ese poblado. Al descender escondieron las armas y se internaron en el campo, con el afán de alejarse lo más posible de las vías de comunicación.
El trayecto recorrido fue accidentado Emilio Sangraba y no podía caminar. El grupo se dividió y se quedaron dos compañeros con el, hasta llegar a la vivienda de una familia campesina. Allí quedo al cuidado de la buena mujer de Amado Ramírez y de su hija. Curaron sus heridas lo alimentaron, los vistieron, lo comprendieron y el momento crucial intentaron liberarlo de la detención. Pasadas las ocho de la noche de aquel 29 de abril, se presento en el bohío el jeep del Ejército con la orden de llevarse al sospechoso escondido en ese lugar.
No obstante los ruegos y razones de las mujeres, Emilio fue sacado sin contemplaciones y conducido al cuartel Golcuría, donde en la madrugada lo vinieron a buscar a la celda y poco después se escucharon gritos de dolor y el disparo final que le arrebato la vida el 30 de abril de 1956.
Fuentes
- Archivos del Museo Municipal de Unión de Reyes.
