En el mar remoto (cuento)

En el mar remoto
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Hans Christian Andersen
GéneroCuento

En el mar remoto. Cuento para niños mayores de seis años, sobre las aventuras de un grupo de personas que viajaban en barco hacia el Polo Norte.

Datos del autor

Hans Christian Andersen, escritor danés, sus obras comprende diversos libros de poemas, novelas y piezas para el teatro; sin embargo, Andersen debe su celebridad a las magníficas colecciones de cuentos de hadas que publicó entre 1835 y 1872. Son creaciones suyos relatos como El patito feo, La sirenita, El soldadito de plomo, El sastrecillo valiente o La reina de las nieves, tan divulgados y conocidos que a veces son tenidos por cuentos tradicionales anónimos.

Valores

Esperanza

Cuento

Muchos barcos se dirigían al Polo Norte para investigar qué había allí, tal lejos, y cómo se podría avanzar en aquellos parajes. Llevaban mucho tiempo atravesando el mal helado y los marineros los había pasado muy mal.

Ahora había llegado el invierno y no se veía el sol. Era siempre de noche. Alrededor todo era un único bloque de hielo, en el que los barcos habían quedado atrapados. La nieve alcanzaba gran altura, y con ella habían construido casas en forma de colmena, algunas grandes y otras, más pequeñas, en las que solo cabían entre dos y a cuatro hombres.

Sin embargo, la oscuridad no era completa. Las aurora boreal enviaban sus resplandores rojos y azules. Era como un eterno castillo de fuegos artificiales, y la nieve despedía un tenue brillo. La noche era allí como un largo crepúsculo llameante.

En los momentos de más claridad se presentaban grupos de indígenas de aspecto curioso con sus abrigos de pieles, montados en trineos construidos de trozos de hielo. Llevaban pieles en grandes fardos, gracias a las cuales las casas de nieve pudieron ser provistas de calientes alfombras.

Las pieles servían, además, de mantas y almohadas, y con ellas los marineros se arreglaban camas bajo sus cúpulas de nieve, mientras en el exterior arreciaba el frío con una intensidad desconocida incluso en los más rigurosos inviernos nórdicos.

En nuestra patria era todavía otoño, y de ello se acordaban aquellos hombres perdidos en tan altas latitudes; pensaban en el sol de su tierra y en el follaje amarillo que colgaba aún de sus árboles. El reloj les dijo que era noche y hora de acostarse, y en una de las chozas de nieve dos hombres se tendieron a descansar.

Se había recibido aquella misma mañana. Venía de las heladas tierras del polo Norte, donde se encontraba el nieto -en manos de Dios-. Y las dos mujeres reían y lloraban a la vez, y él, que todo lo veía y oía desde aquellos parajes de hielo y nieve, en el mundo del espíritu bajo las alas del ángel, reía con ellas y con ellas lloraba. En la carta se leían aquellas mismas palabras de la Biblia: «En el mar más remoto, su diestra me sostendrá». Sonó en derredor una sublime música, como salida de un coro celeste, mientras el ángel extendía sus alas, a modo de velo, sobre el mozo dormido...

Se desvaneció el sueño; en la choza reinaba la oscuridad, pero la Biblia seguía bajo su cabeza, la fe y la esperanza moraban en su corazón, Dios estaba con él, y también la patria, «en el mar remoto».

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-clasicos/en-el-mar-remoto

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/andersen.htm